Le hice una seña con mi dedo para que se acercara a mi y ella al verla no dudó en abandonar a su grupo de acompañantes. Que raramente, eran los chicos populares de la universidad. Ese no era su estilo. No tardaba en llegar nuestro maestro pero tendríamos unos minutos para hablar. Abbey reía, abrazaba, sonreía siempre y me encantaba ser el motivo de aquello.
Abrí mi boca para saludarla pero ella me interrumpió.
—Hola a ti -me enseñó sus dientes y sus ojos miel brillaron.
—¿Como estás? -le pregunté.
—Realmente bien, ayer dormí abrazada a Luke y te confieso que por primera vez, mi noche no fue atormentada por el recuerdo de mi padre... Todo estuvo... Bien para mí.La miré con ternura y la atraje a mí para sumirnos en un abrazo.
—¿Quien es luke? -le pregunté. Cosa que al parecer le molestó y rodó los ojos.
—¿Que quién es Luke? -le lancé una mirada cargada de obviedad- El simio.
Me extrañé por su respuesta y debido a eso mis cejas estuvieron a punto de unirse, ella, con su dedo índice me propinó un toque en mi entrecejo e hizo que volviera a su estado normal.
—¿De qué simio hablas?
—Hombres -resopló- siempre lo olvidan todo eh.En mi cabeza algo pareció hacer crack y entonces de lo mas profundo de mi garganta salieron unas palabras extrañas tanto para mí, como para ella.
—¿Hablas del mono? ¡Dormiste con el Mono! -exclamé
Abbey se notaba avergonzada. Así que miré a mi al rededor y me percaté de treinta miradas penetrantes repletas de burla. Llevé mi puño a mi boca tratando de no reírme igual; giré mi rostro a la izquierda, de forma que quedara mirando a la dirección contraria a ella y apartándolo de su vista; de repente en cámara lenta ví su brazo a punto de caer sobre mi cráneo y justo en el momento en el que pensé que quedaría inconsciente, el maestro llegó y nos ordenó ir a nuestros sitios.
Casi suelto una carcajada cuando ví el respingo que causó el maestro en Abbey; pasamos a nuestros asientos correspondientes.
—Buenos días... Ehh -posó su mirada en la lista de alumnos- ¿Puedo pasar lista o... -señaló los asientos de atrás- será que Bruno necesita seguir fastidiando a Abigaíl por un rato más?
Todos los presentes comenzaron a reír mientras yo fulminaba a aquél chico con la mirada... En verdad debería dejar de molestar a Abbey, o no sé de qué manera acabaré con ese relleno de músculo.
No me fijé en la expresión de Abbs porque sabía que a ella no le importaban este tipo de cosas pero volví mi vista al frente notablemente fastidiado, ya que eso era lo que Bruno lograba cuando siquiera la miraba—Gracias, ¿Ya puedo comenzar? -preguntó el profesor a lo que todos asentimos.
Después de tomar lista de asistencia prosiguió diciendo: —Bien, Thiago y Abigaíl, ¿Quisieran ser los primeros?
Me di vuelta hacia atrás y sin decir palabra alguna me comuniqué con ella para saber si estaba de acuerdo; Abbey, usando el mismo método, me ofreció una respuesta afirmativa por la cual sonreí. Se levantó de su sitio despreocupada. Habíamos hecho eso tantas veces.
Llegamos al frente y le tendí el aparato USB al maestro mientras repasaba toda la información que en mi cabeza se hallaba.
Pero dejé de preocuparme por todo, a mi nunca me había importado salir bien en una exposición de colegio, solo me esforzaba por hacerlo bien para no arruinar el promedio de Abbey, ya que ella era la mejor alumna, y aunque a mi nunca me iba mal en las calificaciones me aseguraba de estar perfecto para ella.
Me le acerqué con otra intensión. Toqué su hombro y enseguida dio vuelta para mirarme.—Hey, ¿hasta cuándo lo de Bruno? -suspiró con la despreocupación que reinaba en su cuerpo. Parecía no importarle ese chico.
—No tengo idea, pero ya me está hartando también.
—Debes dejarle las cosas en claro, él es pasado, me extraña que se haya apegado tanto a ti, se supone que cuando estuviste con él, no buscabas nada serio con nadie.
—Ya lo sé, pero sabes, no pienso sentarme a explicarle lo que sucede, no creo que sea tan inmaduro para pensar que alguna vez quise estar de novia con él...
La miré con expresión obvia, achine mis ojos y ella rió. Era obvio que Bruno era un inmaduro y nadie podía saberlo mejor que ella.
El maestro llamó mi atención para informarme que las diapositivas ya estaban listas.—Despues hablaremos de esto ¿me oyes? -asintió con la cabeza tratando de no reír por mi expresión. ¿Qué si estaba celoso? Nadie iba a quitarme a Abbey así de fácil, la amo con todo lo mío.
Las diapositivas comenzaron a rodar, las luces del aula se apagaron y la dulce voz de ella comenzó a introducirnos a otra dimensión, o por lo menos a mí. Una dimensión en la que todo era pasión. Se hallaban por las calles motociclistas, atletas, profesionales. Todos haciendo lo que amaban y luego apareció frente a mis ojos la silueta de una chica, en contraluz... Una sombra muy reconocible, en frente de un atardecer y en su mano derecha descansaba una cámara fotográfica corrí hacia Abbey y comenzamos a reír. Esa era una dimensión perfecta.
Mi turno de complementar esa exposición había llegado y disfruté hablar acerca de fotografía junto a gente que la amaba.—Muy bien chicos. No podría esperarme menos de ustedes -sonrió el maestro a lo que todos hacían una mueca de fastidio e inconformidad- tomen asiento.
Alcancé a dar un paso pero las palabras de un chico de los asientos de atrás me detuvieron.
—¿Porqué siempre ellos están juntos? -dijo- Debería dejar que Abbey trabaje con alguien más -meneó sus cejas y yo retrocedí esperando una respuesta del profesor pero me sorprendí.
—Ya superalo Bruno, así el maestro me aleje de Thiago yo no trabajaría contigo, prefiero muerta, ¿Necesitas una explicación mas clara?
El maestro alzó mucho las cejas sorprendido, yo, sonreí con esas palabras y unas ganas intensas de abrazarla me invadieron pero no lo hice, sólo sonreí y me dirigí al profesor: —¿Ya podemos tomar asiento?
El asintió y los dos fuimos a nuestros respectivos lugares...No olviden ir a leer Mr. Thief, habrá actualización pronto y ustedes saben que lo bueno YA está viniéndose.
También habrá una dinámica con estas dos historias. Ya sabrán.
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Advarselⓢ
Romance«Todo era muy evidente para mí, pero para los demás inexistente» Mezclar la vida normal con las tragedias que te dejan a un paso de la muerte puede no ser tan buena idea, pero a ellos nadie les ofreció otro camino. √Todos los derechos reservados. √H...