XXXIV

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P.O.V Lauren

Estábamos desayunando muy tranquilamente, pero cuando hice esa pregunta ella optó por la peor opción, evadir, detesto eso, por qué la gente no es normal y habla sin líos o excusas?

Me levanté y fui a dejar mis cosas en el lavabo, sé que debí parecer una inmadura! Pero al diablo con eso, prefiero ser una inmadura que sentarme y querer tratar de ser amable con una loca!

Me fui a mi habitación y me saqué mi salida de baño, estaba buscando algo para ponerme y oí que alguien golpeaba mi puerta, supuse que era Camila y la ignoré, pero de pronto ella entró y se quedó mirándome, no es que no me haya visto ya en una situación similar, pero era incómodo, le pedí que se retirase pero esta niña no entendía, discutimos unos minutos cuando ella decidió irse y me dijo que nunca más me molestaría, la volví a tomar de la muñeca y ella giró de nuevo a mí y ya no soporté y le di una cachetada

Ella se quedó ahí de pie sin saber qué hacer...

-Eso por mentirosa e insolente! -dije después de dar un paso hacia delante.

Otra bofetada y ella seguía inmóvil.

-Eso por andar besando a otra chica y no a mí. -dije para luego cerrar el espacio entre nosotras.

Ya no me importaba estar desnuda frente a Camila, ella al principio se negó a seguirme el beso pero la presioné contra la puerta de mi armario, poco a poco fue dejándose besar y correspondió mi beso, ella pasó su lengua por mis labios pidiendo más y le concedí, adentró su lengua en mi boca y sus manos recorrían mi espalda desnuda desesperadamente.

Por falta de aire nos fuimos separando poco a poco, sentía mi corazón muy acelerado y mi centro palpitar, este beso me había calentado y mucho.

Luego de unos segundos logré recomponerme y dije...

-Y eso es porque se me dio la gana! -susurrando sobre sus labios

Ella estaba aún con los ojos cerrados y suspiró.

-Eres tan bipolar Jauregui. -dijo acariciando mi rostro.

-No lo soy! -negué rápidamente.

-Me pegas y luego me besas, segura que no lo eres? -sonrió un poco.

-Es que tú me sacas de mis casillas! -me defendí.

-No seas celosa Jauregui, yo no soy nada tuyo y puedo besar a quién quiera. -dijo abriendo los ojos.

Celosa yo? JÁ! Jamás en la vida alguien me importaría hasta el punto de celarla, esta niña alucinaba fácilmente.

-No soy celosa y tampoco quiero que seas nada mío. -dije molesta.

-Segura? Segura que no quieres nada mío? -dijo desprendiendo un botón de su camisa.

-Sí. -dije firme.

-Entonces no te molestará que hoy mi amiga duerma conmigo verdad? -dijo con una sonrisa de medio lado.

Me molestaba? No! Obviamente, ella podía hacer lo que quisiese...
Pero por qué no conmigo? Si yo estaba aquí totalmente disponible para ella.
Ella no me interesaba, bueno, no tanto,  o sí?

Comencé a imaginarla con otra mujer en la cama y sentí mucha ira en mi interior, no! Definitivamente ella no iba a acostarse con otra!

-No lo harás! -dije seria

-Y quién me lo impedirá Jauregui? -dijo desprendiendo un botón más y caminando hacia la puerta.




XXXIV

La Sobrina de mi Vecina [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora