LXXXIV

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P.O.V Lauren

Desperté sintiendo mis piernas entumecidas y mi rostro pesado, abrí los ojos perezosamente y noté unos dedos sobre mi rostro, me moví un poco y levanté mi mano, tomé la mano que estaba sobre mi rostro y la aparté, miré mis piernas y la mitad del cuerpo de Camz estaba sobre mis piernas, eso era lo que estaba cortando mi circulación, sentándome un poco la tomé de las caderas y la acosté en la cama, me levanté estirando mi cuerpo y me dirigí al baño, me cepillé los dientes, luego me saqué la ropa y me metí a la ducha, mientras me bañaba pensaba en la locura que se convirtió mi vida, en cómo pude enamorarme tan rápidamente de Camila cuando apenas y la conocía como hace un mes si es que no era menos.

De pronto sentí unos brazos rodear mi cintura, me asusté al principio, pero cuando comenzó a repartir besos en mi espalda, reconocí esos labios, además, quién mas entraría a mí baño?

Sentí pequeñas mordidas en mis omóplatos, sus manos subieron hasta mis senos y comenzó a masajearlos, jadeé ante el contacto y quise girarme, pero ella me lo impidió, empujó mi cuerpo hacia la  pared y se pegó a mí, susurrando sobre mi cuello.

-Está usted arrestada, cualquier movimiento que haga será utilizado en su contra, tiene derecho a varios orgasmos, puede gemir cuánto quiera...

-Camz... -dije sintiendo sus manos descender hacia mi sexo, me estremeció la manera en que dijo todo eso, ella conseguía excitarme con sólo mirarme.

-Separe las piernas reclusa Jauregui, procederé a inspeccionar su cuerpo... -decía seductoramente, mientras que colocaba una de sus piernas entre mis piernas y las separaba.

Sus manos finalmente se desviaron y fueron a parar en mi trasero, los cuales pellizcó y volví a jadear

-Pero qué reclusa tan buena me tocó tener. -Camila seguía en su papel y yo ya estaba más que mojada y sabemos que no era por la ducha. - Señorita Jauregui es usted una verdadera criminal, porque me ha robado completamente la heterosexualidad. -finalizó para luego comenzar a morder mi trasero.

Me aferré a la pared mientras sentía sus dientes arañar mi piel extra sensible. Luego sentí su lengua recorrer desde mi cóccix hasta mi vértebra cervical, lo cuál me excitó más aún.

-Voltee reclusa Jauregui. -ordenó ella y rápidamente volteé, quise abrazarla, pero negó y dijo que nada de manos.

-Pero Ca...-fui interrumpida

-Ah ah Jauregui, ni una palabra, recuerda, cualquier palabra o movimiento en falso que hagas, será usado en tu contra. -me guiñó un ojo y sin perder más tiempo capturó un pezón totalmente erecto.

Camila comenzó a succionarlo lenta y dolorosamente, mientras que pellizcaba el otro pezón, mordía y lamía el pedazo de carne totalmente hinchado, soltó el pezón y se dirigió al otro, dándole la misma atención.

Lauren estaba haciendo uso completo de todas sus fuerzas para no tomar la cabeza de Camila y moverla hacia donde ella necesitaba atención.

Camila de pronto levantó la vista sus ojos marrones chocolate conectaron con los míos...

-Por qué no lo haces Jauregui? -dijo Camila como si supiese lo que yo estaba pensando. Me limité a negar con la cabeza, ya que me había negado el permiso para hablar.

Ella tomó mis manos y las posicionó sobre su cabeza, se pasó la lengua por los labios y dijo

-Enséñame dónde me necesitas... Guíame a tu satisfacción...

No pude más empujé su cabeza a mi centro palpitante, clamando atención, ella hundió su rostro en mi sexo totalmente excitado.

Sentí su lengua ponerse rígida y pasear desde mi clítoris hasta la entrada de mi coño, apreté un poco más su cabeza, necesitaba más de ella... Cuando sentí sus labios chupar mi hinchado clítoris...

-Lauren, cariño, el desayuno ya está listo... -dijo mi tía golpeando mi puerta, miré a Camila que me sonreía pícara, tenerla ahí de rodillas, chupándome era un delirio, pero tener a mi tía en la casa, despierta, era terrible, estiré a Camila hasta que capturé sus labios con los míos en un beso exigente, nos separamos por falta de aire y susurré sobre sus labios.

-Me debe varios orgasmos Oficial Camila. -luego nos separamos y salimos del baño, una vez que estuvimos presentables salimos a desayunar.

LXXXIV

La Sobrina de mi Vecina [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora