XXIII

7.2K 544 84
                                    

P.O.V CAMILA

-Qué quieres rara? -dije molesta por su comentario.

Quién se creía? Ni que fuese atractivo estar observando sus pezones totalmente endurecidos que se marcaban perfectamente bajo su camisilla...

"Mierda Camila! Qué te pasa? Deja de pensar en sus pezones"

-Pues, saber por qué me estabas espiando... Te gustó lo que viste? -dijo ella elevando su ceja bien perfilada.

-No sé de qué estás hablando! -me defendí rápidamente.

Sentí que mis mejillas ardían, de cierto modo no la estaba espiando, fui sincera, pero no pude desviar la mirada o dejar de verla... Si me gustó lo que vi? En serio? Obviamente que sí! O sea, no... O bueno, sí, hay que admitir que está como quiere.. Seguía pensando todo eso hasta que ella me interrumpió...

-Entonces no eras tú la que babeaba desde la ventana... -dijo ella dando un paso adelante, donde pude ver esos ojos impresionantemente verdes, me quedé embobada y respondí tratando de defenderme

-No estaba babeando!

-Entonces admites que eras tú. -dijo sonriendo. ¡mierda! Caí en una de las trampas más antiguas existentes...

-Bueno, y si lo hice qué? Para qué te desvistes y dejas tu ventana abierta ah? -dije tratando de parecer segura de lo que decía. Ella dio dos pasos más al frente y se acercó a mi oreja y susurró.

-Pasa que tienes que pagar de igual manera, debo verte de la misma manera, en igual condición si no quieres que ponga una denuncia por acoso.

Dios! Ni bien había comenzado a hablar yo cerré los ojos... Y esa voz susurrándome al oído y sintiendo el golpe de su aliento sinceramente me hizo sentir una corriente eléctrica por todo el cuerpo y cuando abrí lentamente los ojos ella me miraba con una sonrisa traviesa, estaba yo viendo bien? Acaso la vecina estaba flirteando conmigo así descaradamente?

-Tengo novio! Además no soy lesbiana! -dije rápidamente al salir de mi asombro.

-Y yo no te lo he preguntado! -replicó de nuevo la mujer de ojos verdes.

-Eres una loca! -dije girándo como para abrir mi portón, pero ella puso ambas manos a cada lado de mi cuerpo y presionó su cuerpo con el mío y volvió a susurrar.

-Me encantaría algún día admirar tu figura al natural

Acto seguido se separó de mí y se dirigió a la casa de su tía, pero antes de desaparecer se giró y dijo

-Por cierto, soy Lauren, Lauren Jauregui, por si quieres saber el nombre con la que tienes sueños húmedos. -dijo con una sonrisa de medio lado.

Yo me quedé apoyada a las rejas, sentía mis piernas flaquear, qué me estaba pasando?



XXIII

La Sobrina de mi Vecina [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora