LIV

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P.O.V Camila

Ella comenzó a besarme con pasión y yo enredé mis dedos en sus cabellos, presionándola más, profundizando más el beso, ella gimió un poco y luego enterró su lengua en mi boca, era el paraíso, exploraba mi cavidad bucal con total avidez

-Nooo... -dije jadeante separándome del beso

-Qué? -dijo ella desconcertada

-No podemos hacerlo... -dije tratando de recomponerme

-Pero... -ella iba a decir algo más pero puse dos de mis dedos sobre sus labios

-Shhh... No podemos hacerlo aquí, en medio de la sala... -dije mirándola fijamente y ella sonrió

Rápidamente ella se puso de pie y tomando mi mano me guió hasta su habitación. Lo primero que hizo al entrar fue ponerle seguro a la puerta, luego soltó mi mano y corrió hasta la ventana y cerró las cortinas, me sentía nerviosa, nunca había hecho esto con una mujer, ya no era virgen, porque ya había tenido relaciones con mi ex, pero me sentía una virgen total frente a Lauren.

Ella comenzó a avanzar hacia mí con pasos muy lentos y seductores, yo estaba embobada viéndola, poco a poco se fue despojando de su blusa quedando en sostén, cuando al fin llegó frente a mí yo no podía mirarla a los ojos, mi vista estaba clavada en esos hermosos y redonditos senos, lentamente levanté la vista y ella estaba mirándome directamente a los ojos

-¡Tócame! -ordenó

-¡Oh dios! -dije incapaz de mover un sólo músculo, quería hacerlo? ¡Obviamente! Estaba nerviosa? ¡Más que nunca!

-¿Acaso no te gusta lo que ves? -dijo ella tomando mis manos y llevándolas hasta sus senos, cuando mis palmas se posaron sobre sus perfectos senos prácticamente gemí de nuevo y ella sonrió, los apreté suavemente por encima del sostén y ella cerró los ojos dejando caer la cabeza hacia atrás, y eso me parecía lo más excitante del mundo! ¿Desde cuándo me volví tan lesbiana, estúpida? ¿Dónde quedó mi heterosexualidad, idiota? Era lo que me preguntaba mientras me animaba a ser un poco más osada y ataqué su hermoso cuello expuesto, la oí jadear y eso hizo que una descarga de excitación descendiese hasta mi entrepierna, mi centro estaba totalmente húmedo y palpitante, comencé a lamer y dejar besos húmedos en todo su cuello, chupé donde notaba su pulso y ella posó sus manos de nuevo sobre las mías y fue retrocediendo hasta la cama, una vez que sus piernas chocaron contra dicha cama, ella levantó la cabeza y me miró con tanto deseo que me recorrió un escalofrío por toda la espalda.

-¡Acuéstate! -ordenó de nuevo y yo simplemente obedecí, me sentía hechizada, hipnotizada me sentía excitada, me tumbó a la cama sin mucha delicadeza y juro que en vez de molestarme, ¡me encantó!

Ella avanzaba hacia mí subiendo a la cama en cuatro y yo no dejaba de mirar sus senos, cuando ella comenzó a descender hacia mis labios yo cerré los ojos y me preparé para el beso, ella sólo dio un roce, amagando un beso, volvió a hacer eso, muchas veces, me estaba torturando, moría por sentir sus labios y ella sólo los rozaba, daba pequeños mordiscos a mi mandíbula, hasta que ya no soporté y tomé la parte trasera de su cuello con una mano y tiré de ella hacia mi boca, la besé con intensidad, mientras que con mi otra mano libre empecé a acariciar uno de sus senos, pero esta vez por debajo del sostén, sintiendo la protuberante carne totalmente dura, lo pellizqué y ella gimió en mi boca, y ¡por todos los dioses! Esta mujer me estaba matando sin siquiera tocarme.

La Sobrina de mi Vecina [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora