LXXX

6.3K 329 22
                                    

Narrador Omnisciente

1/3


—Camila no está aquí, ¿verdad? -decía Normani siguiendo a Dinah por el pasillo al cuarto de invitados

—No, pero podría pedirle que venga, si quieres. -dijo Dinah sonriendo

La cremallera de la chaqueta de Normani hizo mucho ruido en la habitación totalmente silenciosa al abrirse.

—No, seguro que estará con Lauren. —dijo Normani habiendo aflojado la cinturilla de su falda.

—¿Quieres algo más? -preguntó Dinah

Normani negó con la cabeza y se aproximó a Dinah, se puso a desabrochar los botones de su camisa. Cuando los tuvo todos abiertos, fue el sujetador de Dinah lo que hizo que Normani se detuviera.

—¿Conjunto a juego? —preguntó Mani. Dinah asintió y luego le quitó a Mani la chaqueta de los hombros al tiempo que notaba que su short caía a sus pies tras un ligero tirón de Normani, confirmando que efectivamente era un conjunto a juego. Las manos de Normani regresaron para acariciar suavemente los adornos de encaje de las bragas negras que llevaba Dinah.

Dinah sonrió a través de la bruma sexual que le estaba provocando Mani, pensando que nunca se había puesto nada como lo que llevaba hoy debajo de la ropa. Déjalo estar DJ, esto es lo que querías, pensó al tiempo que iba perdiendo más ropa.

—Si quieres, te las regalo. —Dinah quería que esos dedos mágicos siguieran acariciándola, pero le parecía mucho mejor si lo hacían sobre su piel desnuda. Y a más velocidad del que estaba avanzando todo, de repente se encontró desnuda ante los ojos negros que la recorrían—. Levanta.

Mani hizo lo que quería Dinah y en cuanto se irguió, dos manos insistentes se pusieron a hurgarle la cremallera de su falda. Dinah estaba perdiendo la paciencia con la falda de Mani, pero se abrieron antes de que tuviera que arrancarlos. Quería sentir la piel de Normani o iba a explotar, pero era más que deseo, era una necesidad imperiosa. En cuanto la falda de Normani cayó alrededor de sus tobillos, Dinah tiró de sus bragas para que se reunieran con ellos.

—Tranquila, Di, tenemos toda la noche.

—Lo siento, es que necesito sentirte. Llevo todo el día pensando en ti y si no me alivio, puede que muera ahora mismo. —Dinah empujó de nuevo a Normani  para que se sentara y se colocó a horcajadas sobre una de las bien formadas piernas de su novia. Cuando echó las caderas hacia delante, Normani  se hizo una buena idea de lo excitada que estaba Dinah. La humedad con que la rubia pintaba la superficie de su pierna así se lo indicaba.

—Dime qué quieres. —Normani  la sostuvo en el sitio para que su novia no se cayera, pero no demasiado fuerte, para no impedirle los movimientos.

—Bésame. —Dinah estaba enloqueciendo con las manos de Normani  en su trasero y la camisa almidonada que le rozaba los pezones.

Normani obedeció su deseo y se metió la lengua de Dinah en la boca al iniciar el beso. Las caderas de Dinah seguían perfectamente el ritmo de la boca de su novia, por lo que tardó un momento en darse cuenta de que el contacto que tenía entre las piernas había desaparecido porque Normani se había levantado.

—No, me falta muy poco —protestó Dinah.

—Sshh, cariño, échate y fíate de mí. Yo me ocupo de ti, te lo prometo. —Era lo último que quería decir Normani hasta que la necesidad de Dinah quedara saciada. Dinah estuvo a punto de protestar, pero miró a Normani, que se cernía sobre ella. Lo que más deseaba en este mundo era que su novia  la cubriera y la llevara a sitios donde nunca había estado.

La Sobrina de mi Vecina [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora