P.O.V Normani
No sé en qué momento llegué al depósito de balones del Instituto, cerré la puerta y me eché a llorar, fui tan idiota, obviamente ellas estaban borrachas, esa cena que prepararon no significaba nada más que una cena.
Ella sigue con ese estúpido y yo declarándome como imbécil frente a la mayoría de los alumnos, incluso frente al novio de mi gran amor, sería el hazmerreír de todo el Instituto por ser la idiota lesbiana que se le declaró a la novia del capitán del equipo de baseball.
Seguía llorando y lamentando haber tomado una acción precipitada y haber hecho el ridículo, hasta que por debajo de la puerta apareció el pétalo de una rosa blanca, mi llanto se detuvo y mi corazón estaba palpitante...
-Un pétalo de rosa definitivamente no luce tan hermoso, pero si ese pétalo está con su rosa, se vuelve la flor más bella...
Me reí ante su ocurrencia, mi corazón estaba a mil, Dinah estaba afuera, cómo me había encontrado?
-Mani, no soy tan buena con los poemas y las palabras y todo lo romántico, pero mi cuerpo es hermoso y yo también, pero es lo que me nació decir... Tú eres el pétalo y yo soy la rosa obviamente! Mani abre, sé que estás ahí, es tu escondite favorito desde los siete años!
Estaba riéndome bajito, definitivamente las palabras no eran lo suyo, pero estaba allí afuera, pidiendo que abra la puerta y eso significaba mucho para mí
-Por favor chocolatito... Abreme la puerta! Quiero que me digas de....-abrí la puerta y ella cayó de espaldas ante mis pies y la miré sonriendo mientras limpiaba mis lágrimas
-Ves cómo me tienes Mani? Rendida a tus pies! -decía ella desde el suelo aún
-Tonta! -dije riendo
-Pero me encantaría seguir acostada aquí, ya te dije que las faldas te sientan bien? -rápidamente me aparté, al recordar que ese día había llevado una falda, Dinah rió y se levantó
-Eres una pervertida! -dije sonriendo mis mejillas arder
-Y tú una aguafiestas! -me enseñó la lengua
-Como digas...-ella se acercó y me tomó de la cintura pegándome a su cuerpo
-Aún no me lo dices! -dijo mientras colocaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, al sentir el tacto de su piel rozando la mía hizo que cerrarse los ojos y soltar un suspiro
-Decirte qué? -dije casi en un susurro con los ojos cerrados aún
-Que me amas, que me quieres, que te mueres por mí! -decía ella muy bajito, sentí que sus labios rozaron los míos y mis rodillas comenzaban a fallar, me relamí los labios y abrí lentamente los ojos, ella estaba tan cerca, me tenía acorralada contra un estante y comenzaba a hacer calor
-Yo...yooo-decía mirando sus labios, con los que había fantaseado tantos años, el roce de nuestros labios y choque de respiraciones me quemaba
-Tú...? -dijo ella sonriendo, dios, como amaba esa sonrisa, como amaba a esta mujer...
-Yo te amo Dinah, te he amado desde siempre, sé que tienes novio y sé que hice mal al decirlo así frente a todos en...-no pude terminar porque ella se encargó de poner su dedo índice sobre mis labios y la miré a los ojos
-Shhh, ya no tengo novio y lo que hiciste fue lo más lindo y romántico que jamás podré superar! -dijo bajando su dedo
-Entonces no estás...-volvió a interrumpirme
-No puedes simplemente besarme y ya? -dijo ella impaciente y volví a reír
-Será un placer! -dije acercándome a sus labios, con el primer roce sentí como nuestros cuerpos se estremecían, nuestras respiraciones más pesada, cuando llevé una mano a su nuca para atraerla más a mí y así poder besarla al fin
-Lamento interrumpir este momento tan íntimo chicas, pero necesito balones y que salgan de aquí, esto no es un motel! -dijo el entrenador de Fútbol
Salimos corriendo de allí riéndonos y totalmente avergonzadas por la situación en la que el profesor nos encontró, no quería ni imaginar si hubiese pasado otra cosa, pero nada más importaba, Dinah me amaba, y eso era lo único que me importaba ahora...
LXX
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La Sobrina de mi Vecina [CAMREN]
FanfictionCamila Cabello era la típica adolescente que amaba las fiestas, bebidas y viajes. Sus padres casi nunca estaban en la casa, por lo que ella hacía grandes fiestas en la casa de sus padres, ya que éstos le permitían todo, porque pensaban que así compe...