Día 11.

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—Buenos días jugadores, no tenía contemplado esto, pero lo voy aprovechar al máximo —Candice abrió la puerta de la camioneta en la que nos encontrábamos.

Habíamos pasado toda la noche aquí, estaba muy asustada, aún tenía sangre del policía en mi ropa.

—Déjanos ir, Candice, nosotras hemos cumplido con todos los retos —dijo Hanna enojada.

—Yo también los he cumplido —mencionó Pablo, podía notar que estaba asustado. —No tienes por qué dejarnos aquí, déjanos ir.

—También nosotras —por fin Rosa se miraba nerviosa, aunque sea un poco.

—Se irán en cuanto terminen el reto de hoy, ¿Listos para su reto?

Candice mantenía una gran sonrisa en su cara, es una maldita loca.

—Yo no quiero estar aquí, déjame ir Candice.

—Tú puedes irte, Carlos, sigue cumpliendo tus retos —comentó Candice sonriendo.

Carlos se bajó de la camioneta, Henry lo tomó bruscamente del brazo y lo sacaron de aquí.

—¿Cuál es nuestro reto? —pregunté.

Ella me miró, luego siguió su mirada a los demás, creo que está tramando algo, espero no sea algo horrible.

—Su reto es: Vencer sus miedos, en el caso de Ana, pude descubrir que su más grande miedo es estar sola en un lugar encerrado, pero como no se los de ustedes, todos vencerán el miedo de Ana.

—Algo me temía —recordé el momento en que le dije mi verdadero temor.

No puedo creer que me haya hecho decirlo, es una maldita manipuladora.

—¿Listos? —preguntó Candice, ella tenía una gran sonrisa, le divierte hacernos daño.

—¡Si! —gritaron Rosa y Nuria.

Sigo sin entender porque rayos se alegran tanto con esto, yo solo quiero que acabe.

Al salir de la camioneta, parecía ser que estábamos en un bosque, en una cabaña, todo estaba rodeado de árboles, estábamos dentro de una cerca, quizá sea de las eléctricas, o que se yo.

—Hugo, por favor prepara el pozo —ordenó Candice.

—Estará listo en un minuto —respondió Hugo, era un hombre no mayor a los 23 años.

Mis pensamientos hacían que conforme pasaran los segundos, me sintiera más nerviosa, no debí hablar, soy una estúpida por confesarle eso a Candice, con ella siempre se debe esperar lo peor.

—Henry, trae las cuerdas, necesito asegurarme de que cumplirán con su reto —ordenó Candice, ahora veo que Candice es la jefa o algo así.

Henry se alejó, en unos minutos volvió con unas pequeñas cuerdas, parecían de plástico.

Había más hombres aquí, incluso dos mujeres, eran como de mi edad, creo que son las que estaban con Candice ayer, son sus compañeras.

Candice se acercó a mí y me tomó las manos, las puse juntas hacia enfrente y me puso la cuerda en estas, las apretó un poco, luego se dirigió a Pablo e hizo lo mismo, seguido de ahí fue con Hanna, Rosa y Nuria.

—Candice, todo está listo —mencionó Hugo llegando a donde estábamos nosotros.

—Gracias, Hugo, ayúdame a llevarlos.

Hugo tomó a Rosa de la cuerda y comenzó a caminar, Henry hizo lo mismo con Nuria y Pablo, Hanna y yo caminamos solas, estábamos justo detrás de la cabaña.

50 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora