Día 32.

2.1K 175 30
                                    

POV Emily.

—¡Eres una perra! —me lanzó al suelo después de darme una cachetada. —¡Hoy serás mía!

Se puso sobre mí, creí que había visto a Ian, pero no, mi corazón estaba latiendo muy fuerte, yo no quiero hacer esto.

Diego comenzó a besarme, era muy agresivo, se dirigió a la manga de mi blusa y comenzó a bajarla, se levantó y este se quitó su camisa, se acercó a mí y siguió besándome con agresividad.

—¡Diego, detente!

—Disfruta, Em —mencionó y siguió con lo suyo, sus labios bajaron hasta mi cuello, no quería, no soporto que me toque.

Tomé el valor para quitármelo de encima.

—¡Detente! —grité molesta. —Yo no vine a esto.

—¿Entonces a qué?

Camine nuevamente a la ventana, ellos aún seguían ahí. Lo tomé por los hombres y comencé a besarlo, lo acerqué a la ventana, miré que Ian ya estaba preparado nuevamente.

Otra vez asentí con la cabeza.

—¡Ahhhh! —gritó Diego de dolor.

—¿Qué pasó? —pregunté fingiendo no saber nada.

—¡Duele!

Toqué su espalda y tenía una herida de bala.

—¡Están atacándonos! —gritó, puse sus manos sobre mí y me aparto de la ventana, una lluvia de balas entró por esta, haciendo añicos la ventana y las fotos que había cerca.

—¡Tengo que irme! —dije caminando hacia la puerta.

—¡No, puede ser peligroso, no quiero que te pase nada! —Diego me detuvo.

—Diego no, tengo que irme.

Diego corrió a la puerta y la cerró con llave.

—Aún no, es peligroso —él sacó su celular, creo que está llamando a la policía, Dios mío, Candice estará furiosa.

Saqué mi celular y le envié un mensaje a Ana.

Mensajes:

Emily: ¡Ana, todo salió mal, Diego no está muerto!

Ana: ¡Sal de ahí!

Emily: No puedo, por favor váyanse, Diego llamó a la policía, yo estaré bien.

***

Día 32.

POV Ana.

No pude dormir nada pensando en Emily, espero este bien, el maldito plan no funcionó, solo logramos darle en la espalda, esto está mal, Candice debe estar muy enfadada.

Salí de mi cuarto, tengo que ir a buscar a Emily, espero de todo corazón que este bien, espero Diego no le haya hecho nada.

Mis padres no están, ellos fueron a buscarme un doctor, mi padre me asusto mucho ayer, no quería que recordara lo de su hermana.

—¡Ana! —gritó Jessica llamando mi atención.

Fui hasta la mesa, ella, Paola y Hanna estaban desayunando.

—¡Te tengo una noticia, Ana! —Paola estaba muy emocionada.

—¿Qué? —pregunté confundida.

—Hoy regreso a mi casa, ya no me tendrás más aquí.

—No me molestaba, pero está bien.

No puede ser, tengo que ver el celular de Paola antes de que ella se vaya.

50 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora