50 Días.

Día 16.

No pude dormir nada en la noche, estoy muy preocupada por Jessica, espero este bien. Me levanté para alistarme, tengo que irme temprano, no sé qué le diré a mi madre cuando pregunte por Jessica.

—Ana, quiero ayudar a buscar a Jessica —dijo Paola entrando a mi cuarto.

—Sí, pero te advierto que puede ser muy peligroso.

—No me importa, Ana, yo quiero encontrar a mi amiga.

Salimos de la casa, le mande un mensaje a mi madre, le dije que saldría con Paola y con Jessica, así ella no se preocuparía.

Al llegar a la casa de Hanna, ella ya estaba despierta, decidimos irnos al parque, ahí esperaríamos a que Candice nos contestara el mensaje.

—¿Creen que estén bien? —preguntó Paola preocupada. —No quiero ser negativa, Ana, pero ¿Has pensado en que quizá está muerta?

Negué inmediatamente, no puede estar muerta, no puede, ella ha cumplido con todos sus retos hasta hoy, no tendrían por qué matarla.

Después de esperar por varios minutos, nuestros celulares comenzaron a sonar, al desbloquearlo era Candice.

Mensajes:

Candice: Buen día, Ana, bienvenida al Dia 16, ¿Estás preocupada por tu hermanita? Pues deberías.

Ana: Maldita, ¿Dónde está, Jessica?

Candice: Eso lo averiguaras en tu reto de hoy, reto: Si quieres encontrar a Rosa, Nuria y Jessica dirígete a mi casa, nada de policías, por favor.

—¡Dios mío! Espero estén bien.

—¿Alguien tiene auto? —Hanna preguntó nerviosa.

—Yo tengo un amigo, él vive cerca, tal vez pueda llevarnos —mencionó Paola sonriendo.

Se alejó un poco de nosotras, después de algunos minutos de esperar, un auto apareció a un costado de la calle, cuando el conductor bajo el vidrio, era Carlos.

—¿Carlos? —pregunté sorprendida.

—Hola, Ana, no sabía que eras amiga de Paola, me da mucho gusto verlas.

—Ella vive en mi casa, literalmente y si, ahora parece que somos amigas.

Carlos solo se rio, subimos a su auto y comenzamos a platicarle lo que había pasado, le conté sobre Lizbeth, espero ella este bien.

Después de mucho camino, llegamos a la gran cabaña de Candice, no quería venir, Nuria se hizo daño aquí y casi morimos, pero por Jessica, soy capaz de todo.

Cuando bajamos del auto, no había nadie.

—Creo que es mejor que ustedes esperen en el auto —dije nerviosa. —Lo último que quiero es ponerlos en peligro.

—Aquí te esperamos —Carlos sonrió.

Comenzamos a caminar hacia la cabaña, antes de que llegáramos a la puerta, salieron Candice, Henry, Ariana y Hugo.

—Qué bueno que llegan.

Un auto entró a la propiedad, cuando se detuvo, se bajaron Pablo, Emily, Ian e Isabella y rápido se acercaron a nosotros.

—Ahora que estamos todos, tengo algo que decirles —mencionó Candice. —¿Impacientes de saber que paso con Nuria, o impacientes de saber qué pasó con Rosa y con los dos niños?

—¿Niños? —pregunté confundida.

—Tus preguntas serán respondidas conforme pase el tiempo, ¿Listos jugadores?