Día 23.

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—¡Ana, abre la puerta!

Solté la almohada de inmediato.

—¡Ya voy!

Pablo se dirigió a la puerta, quitó el seguro y era Candice y Henry.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Pablo.

—Cambie de idea, lo quiero vivo —Candice se adentró a la habitación, al igual que Henry.

Miré a Luis, él estaba despertando, estaba muy agitado, espero no comience a gritar o nos meteremos en graves problemas.

—¿Qué paso? —preguntó Luis.

—Ana iba a matarte —Henry comenzó a reír.

—¿Qué?

—Lo siento.

Sin esperarlo, Luis me tomó del cuello y comenzó a asfixiarme, intenté golpear su mano, peor no pude.

—¡Pablo ay..ayúdame.

Pablo corrió hacia Luis y comenzó a presionar su herida para que me soltara, lo cual funcionó.

—Llamare a la policía —Luis me empujó, por lo cual caí al suelo, él tomo un pequeño control y comenzó a presionarlo. —¡Todos ustedes irán a la cárcel, malditos!

Candice se acercó a él, saco un arma de su bolsa y le apuntó.

—Sera mejor que no digas nada, ahora eres un jugador y harás todo lo que nosotros digamos, si no tú y tu estúpida hermana se mueren —Candice dio una sonrisa de lado.

¿Qué? ¿Por qué ahora Candice quiere que Luis juegue? No entiendo nada, Candice es una maldita, perra, solo nos quiere usar para salir beneficiada.

Una enfermera llego a la habitación rápidamente.

—¿Está bien, joven?

Luis se quedó en silencio, pues Candice le había dejado muy en claro lo que pasaría si él hablaba, espero que en serio no diga nada, no quisiera que lo maten.

—Si, estoy bien, solo apreté el control sin querer —Luis fingió una sonrisa.

Pablo, Hanna y yo salimos, Carlos apenas venía junto a Valeria.

—¿Lo hicieron? —preguntó Carlos despistadamente. —¿Luis está muerto?

Iba a responder, pero fui interrumpida por Valeria, ella había escuchado lo que Carlos dijo.

—¿Qué? ¿Mi hermano está muerto? —preguntó, pude notar que estaba asustada.

Comenzó a correr hacia la habitación de su hermano.

—No está muerto —dije con la voz muy baja.

—¿Qué? Seguro Candice ya viene hacia acá, tienen que irse, ella los matará.

Negue con la cabeza.

—No, ella está aquí, ella quiere hacerlo jugador.

Miramos la puerta de la habitación, Candice y Henry estaban saliendo, ellos comenzaron a caminar hacia nosotros.

—Espero Luis sea de gran ayuda, si es tan agresivo como me contaste, será muy bueno —dijo Candice y siguió caminando.

Salimos del hospital, pensé que hoy tendría que matar a una persona, no me hubiera gustado estar con la culpa nuevamente.

Subimos al auto de Carlos, nos fue a dejar a nuestras casas, él es muy bueno, la verdad aprecio mucho su ayuda.

Me fui a dormir, estaba algo cansada.

50 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora