Día 36.

2K 177 51
                                    

—¿Puedo pasar a revisar la casa? —preguntó el oficial.

No puede, miré a Hanna, ella estaba muy nerviosa.

—No, ¿Qué hace su hijo aquí?

—Vengo a ayudar a mi padre, si eres una ladrona, no me extrañaría que fueras una asesina —mencionó Diego.

Me fulminaba con la mirada.

—¡Basta, Diego! —exclamó el oficial. —Siento mucho que mi hijo este aquí, pero hace unos días sufrió un atentado, ahora está asustado y no quiere estar lejos de mí.

—Tu amiga Emily estuvo conmigo —dijo él. —La pasamos muy mal.

—No te pregunte.

El oficial Gómez entró a la casa y comenzó con revisar la parte de abajo.

Estaba muy nerviosa, no sabía que íbamos hacer con el cuerpo, si lo encuentra seguro vamos a la cárcel.

Se me ocurrió algo, le mande un mensaje a Emily.

Mensajes:

Ana: ¡Emily tienes que venir a casa de Hanna, necesitamos deshacernos del oficial Gómez, él está en la casa y el cuerpo de Laura está en el baño, por favor date prisa.

Emily: Voy para allá.

—Emily nos ayudara —le susurré a Hanna.

—¿Qué puede hacer? El oficial no se irá —Hanna estaba triste, quizá ya se resignó a que nos pasara algo malo si ese cuerpo es descubierto.

—Ya se le ocurrirá algo.

—Será mejor esconder el cadáver —dijo Hanna.

Hanna y yo comenzamos a caminar hasta las escaleras, estábamos subiendo cuando el oficial Gómez nos detuvo.

—¡No pueden subir! —nos gritó.

—¿Por qué? Es mi casa —preguntó Hanna.

—Lo siento, pero primero debo averiguar de dónde sale el olor que dijo el vecino —mencionó el oficial.

—Yo las vigilo, papá.

Maldito Diego, es tan odioso, no entiendo porque Candice quería robarle el estúpido maletín, si no lo hubiera hecho no lo hubiera conocido.

—¡Listo, abajo no hay nada! —dijo el oficial dirigiéndose a las escaleras.

Emily por favor llega ya, tengo mucho miedo de que lo encuentre, el oficial Gómez comenzó a subir las escaleras.

—¡Ahhhh! —Gritó Emily desde fuera.

El oficial se giró para la puerta y comenzó a correr, al llegar afuera estaba Emily tirada en el suelo.

—Hanna, ve por el cuerpo.

—¡Ay me duele mucho, creo que me torcí el tobillo! —gritó Emily en el suelo.

—¡Emily! —exclamó Diego y corrió hasta ella. —¡Esta herida, ayúdala!

El oficial Gómez comenzó a tocar el tobillo de Emily.

—No esta hinchado, que raro —el oficial movió un poco el tobillo para encontrar alguna lesión, pero solo recibió gritos por parte de Emily.

—¡Ay me duele!

***

POV Hanna.

Apresuré mi paso para ir al baño, corrí por las escaleras y entre en mi habitación, luego al baño, pobre de Laura, ella no merece esto, ella merece un hermoso entierro.

50 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora