Día 39.

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POV Ana.

—Eso fue todo, hora de irnos —anunció Rosa.

—Ya estoy harta de esto, solo quiero que termine ya —Isabella parecía triste.

—Tranquila, Isa, ya solo nos quedan 11 días —Emily en cambio mantenía una sonrisa, pues es cierto, once días más y habremos terminado.

Esto es increíble, ya mero se termina el reto, aunque no puedo estar tranquila, Paola me dijo que nadie ha logrado completarlos, Carlos, creo que hoy es su ultimo reto.

Él lo logro, eso significa que Paola se equivocó, si podemos terminar el juego.

—Hora de irnos, chicas —mencionó Ian.

—Yo aún no me creo esto, sigo creyendo que tienes algo que ver con la muerte de Cat —Rosa miraba de una manera amenazante a Ian.

—Tranquila, Rosa, él no lo hizo, ya lo comprobé.

Salimos de la casa de Marcos, cuando subimos al camión, algo nos detuvo, eran dos hombres.

—¡Bajen, ahora! —gritó uno de ellos.

Ellos tenían armas, sus caras me daban miedo, creo que están drogados.

—¡Bajen, idiotas, ¿Que no entienden? —preguntó el otro.

—Por favor, no nos hagan nada —abrí la puerta del camión, mis manos estaban temblando.

Bajé, tenía mucho miedo, espero no sean amigos de Marcos, en verdad no, estamos robando su droga, ellos podrían matarnos.

—¡Por favor, dejen que nos vayamos! —suplicó Emily.

—Cesar, sube al camión y vámonos.

—Si Marcos los viera, él los mata a todos, pero como nosotros somos buenos, los dejaremos vivir —mencionó el chico llamado Cesar. —Vamos, Lucas.

Malditos, Cesar y Lucas, son unos malditos.

—Ian has algo —susurró Rosa.

—No puedo, Rosa, ellos tienen armas, me matarían en segundos —respondió Ian.

—Cesar, Lucas, por favor, necesitamos ese camión, nuestra vida depende de que lo llevemos con una chica llamada Candice —mencionó Emily.

—Por favor, ayúdenos.

Lucas y Cesar se miraron el uno al otro para luego reírse.

—¿Son estúpidos? Candice es nuestra mayor enemiga, junto al estúpido de Manuel, el solo fingió su muerte para robarnos —dijo César enojado. —Creo que es mejor no dejarlos vivos.

—Opino lo mismo.

Cesar levantó su arma y nos apuntó, parecía que estaba decidido a matarnos, yo aún no quiero morir, solo quiero mi vida de vuelta, solo quiero reír con mis amigos, no quiero verlos morir, quiero que esto termine.

Cerré los ojos esperando el disparo, aun no estaba lista, pero bueno, nunca nadie lo está, solo tenemos que aceptar nuestro destino.

Comencé a escuchar disparos, ahora solo faltaba sentir el dolor.

—Los he salvado, estúpidos —era Paola, y en sus manos tenía un arma, oh Dios mío.

Miré al suelo, Cesar y Lucas estaban muertos, Paola me salvó, nos salvó de nuevo.

—Muchas gracias, Paola —mencionó Hanna.

—¡Esto fue increíble! —Rosa estaba emocionada. —Andando, recuerden que no tenemos toda la noche, tenemos que llevar el camión.

50 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora