Paulo Dybala.
Intenté dejar de hacerlo, intenté dejar de verlo porque me hacía sentir la peor persona del mundo, me engañaba a mi misma pero sabía que estaba mal lo que hacíamos. Tal vez el pensaba que nadie salía lastimado, pero yo sí lo sabía, yo salía lastimada de todo esto. Paulo, mi querido y hermoso Paulo. Mi amigo, compañero y amante. Con mirarlo aunque sea un segundo podía describirte lo perfecto y hermoso que es. Lamentablemente las cosas me salieron mal a mi, al revés dirían algunos.
Paulo tenia novia hace más de un año, no la quería para nada pero estaban juntos de todas formas. Muchas veces le pregunté el porqué de eso y nunca supo responderme. Supongo que pensaba que no la quería pero en realidad si lo hacía, a muchos les pasa, incluso a mi. Paulo estaba ahí siempre aunque yo no quisiera, nos veíamos casi todos los días, lo mejor era que nadie se daba cuenta de la relación en secreto que los dos teníamos. Eramos buenos amigos hace ya dos años y por ende todos pensaban que eramos cariñosos y ya, aunque no era así. Paulo era mi amigo pero amante a la vez, no iba a negar que me pasaban cosas con el, que muy adentro no quería seguir porque sabía que me engancharía y que no soltaría por un largo tiempo, sabía que si sentía la que saldría perdiendo era yo y solamente yo.
Tampoco quería cambiar lo que estaba viviendo con Paulo, era todo tan diferente con el que no sabría como explicarlo. Aunque era triste a la vez, no lo negaría. Paulo la llevaba a ella siempre a sus partidos, a las celebraciones y otras cosas. Muchas veces nos hemos cruzado en alguna que otra porque gracias a mi trabajo comparto tiempo con el en algunas fiestas o esas cosas.
Mi carrera se basaba en algo tan simple y difícil a la vez, era entrenadora de la juvenil de Juventus. Mi vida se basaba en todo fútbol, conocí a Paulo el día que tuve que ser asistente del Dt. Me pidió por favor que lo ayudara con algunas jugadas y ejercicios de precisión para mejor la resistencia de los jugadores, con gusto acepté. Más que nada formé relación con Paulo porque fue con el que más hablé ese día, me encargué de su pierna derecha que se encontraba con una fatiga muscular y lo ayudé con unos ejercicios por separado para no forzar nada y terminar en una lesión grave. Ese día empecé a tener más afinidad con Paulo y nos empezamos a llevar de diez, ambos Argentinos, extrañabamos nuestro país, era obvio que nos íbamos a llevar más que bien.
El día que empezaron las cosas con Paulo fue el día más simple de mi vida, fui a trabajar con los pibes, me encontré con Paulo que me pidió por favor que lo acompañé a la casa a ver un partido, eramos buenos amigos y siempre iba a su casa, ya sea para jugar a la play o para ver algún partido. Había conocido a su novia en un partido con la cual no tuve mucha afinidad por así decirlo. Según el, quería estar acompañado un rato ya que su novia se había ido de viaje co las amigas o algo así entendí. Obviando que había aceptado, fuimos a su casa después del club y nos sentamos a mirar el partido como siempre, tomamos algo y conversamos. Eran al rededor de las nueve de la noche cuando le comenté que me iba porque ya era muy tarde y me tendría que ir sola. Obviamente el me dijo que no, que me podía quedar en su casa ya que su novia no se encontraba y podríamos estar tranquilos.
Paulo me parecía hermoso, siempre me gustó físicamente pero jamas había tirado otra intensión con el por una razón obvia. Su novia. Ese día acepté cegada por el cariño y amistad que tenia con el, no supuse que algo pasaría esa noche. Comimos, y por último nos íbamos a dormir pero eso no pasó, eran las dos de la mañana y seguíamos hablando en su pieza, a cada rato tocaba mi pierna con su mano o acariciaba mi brazo. Todo pasó cuando el me dijo algo. "¿No entendes las señales?" lo miré confundida y el puso su mano en mi pierna, lo miré atenta y acarició mi pierna con su mano. "Tenes novia." Comenté sin miedo."Ella me engaña hace más de un año, ni siquiera nos besamos cuando estamos solos." Lo miré un poco ofendida. "No por eso vas a usarme a mi para desquitarte." Por más lindo que me parezca Paulo nunca lo haría, no dejaría que me use solamente una noche para eso. "Nunca te usaría para eso." Lo miré confundida. Era justo eso lo que me señalaba."Eso es lo que tus magnificas señales me dicen."Ataqué. El rió. "¿Acaso no te diste cuenta nunca?" Negué desorientada. "Siempre me gustaste, desde el primer día que te vi en el club, mucho antes de que cruzaramos una sola palabra." Eso fue lo que me dijo Paulo dejandome en un shock terrible, no sabía que contestar ni menos que hacer. Sabía que mi cara era épica, el mismisimo Paulo Dybala me estaba confesando algo que sabría si contaba nadie me creería. Así fue como poco a poco Paulo se acercó, pensado que mi silencio era un 'sí' pero yo correspondí a ese beso, cegada por lo que me había dicho lo hice, así empezó todo. Todo lo que ahora no puedo dejar atrás y que me ata a él aunque no quiera.
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Sweet Creature.-Paulo Dybala.
Fanfiction"¿Entonces? ¿No sentís nada por mí?-preguntó Paulo con la mirada más penetrante que me dieron en la vida.