Capitulo 33.

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Capítulo 33: No me gustó como nos despedimos. 

Que horrible me quedaba el color amarillo. Parecía un patito y encima uno feo. Estaba indignada comprando un vestido para la gran boda de Dybala que sería en nada más ni nada menos que una semanita. Tenia una semana para arreglar todo problema que tenga con él o ella. No tengo ni la mínima idea de como carajos convenció a Antonella de invitarme a su boda pero bueno, yo iría igual, me pondría el corazón donde iba y fingiría que estaba excelente con lo que estaba pasando.

-toma éste.-me pasó Tucu. Era uno rojo clarito pegado al cuerpo. 

Me saqué el vestido anterior y me puse el rojo. No era feo, en más, me gustaba bastante pero quería probar otro para seguir viendo opciones. En sí no quería preocuparme mucho por esta boda pero lamentablemente debía hacerlo y debía ir bien vestida. El negro que me dio un rato después también me gustó. 

-¿te quedas con ese?-preguntó. No me vio con el vestido pero según él estaba seguro de que me quedaría genial. 

-no se. ¿Vos qué decís?-pregunté mientras abría la cortina del vestidor.

-que te queda divino.-dijo él asombrado.- Para mi deberías llevarte ese. 

Me miré de nuevo y me convencí que tenia que llevar éste. No soy muy buena para comprar vestido porque generalmente no los compraba, además no se usar bien tacones, siempre terminaba cayéndome. Me miré y quedé bastante satisfecha.

-¿qué decís? ¿lo llevamos?-preguntó de nuevo y yo asentí.- ¿Segura? Porque no hay que llevarlo porque a mi me gusta. 

largué una risita y lo miré.

-me encanta. Es muy lindo.-le sonreí.

Mi relación con Tucu. Bah, si se le podía decir así. No sabía muy bien que era lo que estaba pasando entre los dos. Solamente él se quedaba en casa conmigo, nos besábamos, teníamos relaciones sexuales, y pasábamos mucho tiempo juntos. Hace una semana empezó el año y en dos días empezaríamos a entrenar nuevamente, después tendríamos todos el casamiento de la Joyita y ahí la vuelta completa a los entrenamientos. 

Estaba nerviosa, demasiado. No quería hacer nada impulsivo en la boda de Paulo, además de ello, me habían invitado a presenciar la parte de la iglesia, blabla. Osea que vería como Paulo se casaba y juraba su amor eterno a Antonella. Ay que dolor en el pecho me daba pensar en eso. 

Caminé hasta mi auto con Tucu, al entrar a éste me dispuse a manejar hasta mi casa. Extrañaba a mi perro ya que no estuve en toda la mañana en mi casa. Tucu empezaba a entrenar directamente después de la boda de Paulo, ya que ahora tenía que hacerse los chequeos médicos, firmar un par de cosas y todos esos tramites. Además, tenia que comprarse un auto y traer sus cosas de España para acá, necesitaba un días para instalarse. 

Habíamos hablado con Tucu sobre el tema de donde dormiría. Él me dijo que prefería dormir conmigo pero yo me ofrecí igualmente a darle el cuarto de al lado, cosa que iba a ocupar pero de todas formas quería dormir conmigo. Me pareció algo tierno, además me gusta estar acompañada y dormir acompañada pero sabía que otra vez me acostumbraría a él y toda esa gilada. Además no quería confundir a Tucu, sonaba tonto pero no le quería hacer creer que podía gustar de él cuando en realidad no lo sé. No digo que no me atraiga o cosas así, al contrario, me atrae todo de él, su forma de ser, él físicamente, etc. Pero no podría prometerle algo cuando no estaba segura, no digo que voy a seguir gustando de Paulo, pero eso no significa que fácilmente pueda gustar de Tucu, todavía no lo conocía lo suficiente para decir si me gusta realmente o no. 

Tenia muchas cosas pendientes por solucionar, aunque me había propuesto realmente dejar de pensar en Paulo y todo su alrededor, se me era difícil dejar de pensar en todo lo que estaba pasando. En como me sentiría en la boda, en como sería de ahora en más verlo casado, etc. Ya en sí era difícil pensarlo ni me imagino hacerlo. 

Sweet Creature.-Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora