Capítulo 19: me extraña araña.
Tucu se fue de mi casa a las tres de la tarde después de almorzar mi hermano y conmigo, se despidió dándome un beso y me dijo que se iba a lo de Paulo que tenia que hablar con él o algo así. No quería mentir, estaba terrible Tucu pero sentía muy en el fondo que mi corazón apuntaba para otro lado.
Bien Tucu pasó la puerta, me di vuelta y me encontré con la mirada de Fernando que estaba sentado en el sillón mirándome fijamente.
-¿qué?-pregunté inocente.
-vos me vas a contar todo lo que está pasando acá. No puede ser que estás en otro país y ya te metes en quilombos.-comentó mientras me miraba sentarme al lado de él.
-¿de qué hablas?-pregunté. Estaba confundida porque no sabía lo que él sabía.
-¿te pensas que soy boludo?-preguntó y yo asentí.- Anda a cagar, tarada.
-dale estúpido, decime.-pedí y él revoleó los ojos.
-ayer estuve mirando la tele tranquilo mientras te esperaba.-hizo una pausa y yo lo miré irritada para que continuara.- Veo una entrevista de Paulo en la tele que había tenido esta semana.
-ajam.-contesté irritada.
-En la entrevista, tu amigo Paulo Dybala, ex de antonella.-bueno, esa era información nueva.- Comentó, después de que le hagan una pregunta bastante privada, que gustaba de una amiga de él. Comentó que la conocía hace menos de un año pero gustaba de ella, que no quería dar muchos detalles para que no se sepa sobre ella.-lo miré pensativa porque no entendía un choto.
-¿y en donde me mandé la cagada yo?-pregunté mirándolo.
-ahí es donde entras vos. Cuando escuché eso me pregunté, como cualquiera, quien carajo era la amiga de la que Paulito andaba enamorado.-dijo haciéndose el misterioso.- Me puse a investigar un poquito sobre él. Resulta, que hace un par de meses salió a la luz que vos eras su amiga, hace menos de un año. También, cuando subí a tu cuarto en busca del mío, no tardé en revisarte la ropa, por su pollo.-dijo y yo lo miré raro.- Cuando te revisé la ropa, cosa que estuve mal y prometo no volver a hacerlo, pero encontré un bóxer, pensé que era tuyo pero cuando lo miré bien, tenia escrito Paulo Dybala en los costados.
Mi cara era de total sorpresa. Mi hermano está acá hace un día y ya sabe mi vida entera.
-entonces, ahora vos me vas a explicar qué te pasa con Paulo Dybala y con Tucu Correa.-dijo haciendo que entre en un corto circuito.
-dios mío.-fue lo único que salió de mi boca.
No tenia idea de como carajos explicarle lo que en realidad estaba pasando porque ni yo sabía muy bien ni entendía lo que estaba pasando así que sería bastante difícil explicarle a otra persona. Comencé por lo simple, como conocí a Paulo, como se fueron dando las cosas y como estamos ahora, después le expliqué lo que me pasa con Tucu, que lo conocí hace unos días y nada más, creo yo, tenemos un solo interés en común y es tener relaciones sexuales, creo yo.
-¿sos imbécil?-preguntó mirándome.- Paulo gusta de vos, para qué mierda te mentiría con eso, no es como tus noviecitos de 16 años estúpida, tiene más de 20 éste y no creo que pierda el tiempo con esas boludeces.
-qué se yo, en este punto ya no entiendo un carajo.-le dije.- No sé que estoy haciendo.
-vos tenes el derecho de hacer lo que se te encante el orto y hacerlo en el tiempo que quieras, pero pensalo, miralo a Paulo, pensá todo lo que te dijo. Está tan atrás tuyo que lo contó en una entrevista entendes. Me extraña araña que seas tan boluda.-dijo y yo reí.
El tema de Paulo se corrió un poco de nuestra charla y terminamos mirando una serie que habíamos empezado hace bastante. Pedí helado y una pizza, ni tenia ganas de cocinar, menos para los dos. Aunque sabía que tenia que comer bien porque sino me desmayaría de nuevo. Thania me llamó dos veces en el día para comentarme que había llegado bien a su casa y que saldría con él Tano que la esperaba en su casa para una cena romántica. Amaba que mi amiga sea tan cliché, porque después me decía enamoradiza a mi.
Mi hermano se quedó dormido a las diez de la noche, el cambio de horario le afectaba bastante y no se aguantaba la toma el gil. Mañana nuevamente teníamos día libre, y después empezaríamos con el entrenamiento nuevamente toda la semana. Usualmente entrenábamos todos los días, y los fin de semanas jugábamos alguno de los dos días pero teníamos un día libre por así decirlo.
El timbre sonó, me pegué el susto de mi vida pero fui a atender igual.
-¿Paulo?-pregunté confundida cuando abrí la puerta.
-Hola, ¿me puedo quedar con vos hoy?-preguntó mirando para abajo. Lo había reconocido por como estaba vestido pero su cara no la había visto.
-si, ¿estas bien?-pregunté mientras nos sentábamos en el sillón después de dejarlo pasar.
-sí.-contestó mientras subía la mirada.
Me quedé completamente impresionada. Estaba golpeado, alguien había golpeado a Paulo en la cara. Tenia un moretón en el ojo, el labio partido y estaba despeinado pero eso era por la gorra que llevaba puesta segundos atrás.
-dios mío, ¿qué te paso?-pregunté mirándolo. Me acerqué más a él para admirar sus heridas con mayor atención.
-no puedo contarte.-dijo.- Pero no quiero estar solo en casa hoy, tengo ganas de estar con vos.
Asentí con la cabeza. Paulo miró para adelante donde se encontraba la televisión. Quería llorar, odiaba las peleas y más si herían a alguien que me importaba. Aunque no sabía lo que había ocurrido.
-Paulo.-llamé su atención y éste me miró.- ¿Queres un abrazo? Dicen que esos curan todo.
La sonrisa con la que me miró Paulo fue tan linda que se le iluminó incluso el rostro. Me acerqué a Paulo después de que asintió y enrollé mis brazos al rededor de su abdomen para dejar mi cara en su cuello, escuchaba los latidos de su corazón y acaricié el costado de su abdomen. Cambié de posición y está vez lo abracé yo, sentía que lo necesitaba y estaba bien, tenia que consolarlo hoy.
Acaricié su pelo por un largo rato mientras se quedó mirando la tele, ahora estaba encima mío, la posición era acostados en el sillón, no decíamos nada, sólo mirábamos la tele mientras lo acariciaba, estaba bien.
-extrañaba mucho estar con vos.-comentó Paulo 10 minutos después.- Sé que no tengo que nombrar cuando estábamos juntos pero en serio, extrañaba mucho tus mimos, tu atención conmigo. Te extrañaba mucho, sos muy linda cuando te pones en modo tiernita.
Reí bajito mientras miraba la tele.
-a mi me gusta hacer mimos Paulo.-contesté y él rió.
-a mi me gusta que me los hagas vos.-contestó él.
-buena galán.-dije riendo y él hizo lo mismo.
-perdón, me gustas un montonazo.-dijo Paulo en el tono más tierno que escuché en mi puta vida.
Levantó la mirada y me miró, me miró con los ojitos hermosos que tiene, no tenia una sonrisa pero no estaba serio como enojado, no tenia una expresión fea en la cara, estaba solamente mirándome fijamente. ¿Como se supone que tenia que tomar lo que me acababa de decir?
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Sweet Creature.-Paulo Dybala.
Fanfiction"¿Entonces? ¿No sentís nada por mí?-preguntó Paulo con la mirada más penetrante que me dieron en la vida.