Capitulo 35.

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Capitulo 35: ¿No puedo estar tranquila ni un segundo, verdad? 

Me di mi tiempo libre, me fui de vacaciones  y me relajé. No me fui con Tucu, el fue a visitar a su familia y yo me fui a Miami con Valentina, nos habíamos pegado bastante desde que empezamos a hablar en Juventus  y pegamos tanta relación como para irnos de vacaciones juntas por unos días. Nos tomamos una semana nada más, me fui un par de días con ella para relajarme y hoy me tocaba volver. 

Tenia que estirar claramente después del vuelo, estaba segura de que no me había quedado culo después de tanto viaje. Agarré mis cosas, pedimos un taxi y después de dejarla a ella no tardamos en llegar a mi casa. Estaba bastante contenta porque finalmente vería a Tucu, no iba a mentir que este viaje me hizo extrañarlo y pensar mucho en él. 

Quería empezar algo, quería intentar gustar de él y creo que lo estaba consiguiendo. Aunque no sabía con exactitud y por el momento no le diría nada a él. 

Entré a mi casa con la sonrisa más grande, tenia ganas de verlo, de abrazarlo de todo. Le quería contar lo bien que me sentía y lo bien que la había pasado. Pero al parecer, el ruido de la puerta cerrarse alarmó a Tucu, porque salió corriendo de mi cuarto. 

Mi sonrisa al verlo era bastante grande, pero la cara de Tucu era de preocupación. Mi rostro cambió completamente al ver a la rubia hermosa salir de mi cuarto unos segundos después que Tucu, parecía que venia de una fiesta, y que había pasado la noche acá lo cual me dejó completamente sorprendida. 

Me giré con el corazón latiendo a mil por hora, dejé las valijas en la puerta y caminé sin decir una sola palabra hasta la cocina, necesitaba agua. Me serví en un vaso y volví a caminar hasta el comedor, me senté en una silla para admirar como ambos se despedían. 

-cuando quieras llamame.-le susurró la rubia a Tucu y éste le dio una mueca rara. - Y pasamos la noche juntos de nuevo. 

Le dio un beso fugaz en el cachete y me miró a mi. 

-Adiós.-saludó simpática y yo traté de sonar igual cuando me despedí de ella. 

Era muy linda y parecía buena persona. 

Me volvía a levantar de mi asiento sintiendo los pasos de Tucu detrás de los míos, dejé el vaso en el lavaplatos, me giré en busca de las llaves de mi auto para irme un rato lejos, sola. Era increíble como incluso cuando no siento nada por él, me lastiman igual. Ya estaba cansada de toda esta gran bola de mierda. 

-puedo explicarlo.-se paró detrás mío. 

Caminé esquivándolo para llegar a la puerta. 

-no te vayas, por favor.-pidió con voz triste.

-me olvidé algo.-contesté firme y fría. 

Me sentía mal, destrozada y no sabía bien porque. Tal vez me hice una ilusión de que Tucu me quería a mi, de que no haría estas cosas o no me usaría de juguete como lo hacía Paulo en aquellos momentos. Capaz me equivoqué, capaz fue todo una mentira para caer finalmente en él, como ya había hecho. 

-perdón.-pidió Tucu.- Dejame explicarte.

-¿Qué me queres explicar?-pregunté fría y podía jurar que mis ojos transmitían lo mal que me encontraba.- No me debes nada, vos no me tenes que dar ninguna explicación. La única acá que se tiene que explicar las cosas soy yo, por pensar estupideces siempre, por creerle a los demás y siempre terminar igual, Joaquin. Estoy harta, me tienen cansada. No quiero seguir pasandola mal. Pensé que tenia oportunidad de estar bien con vos, de quererte y sentir, y eso estaba haciendo. Pero veo que no, que no podes y que me mentís. Pero no te pido explicaciones de nada, porque me quedó bien claro las cosas que pasaron acá. Hace lo que quieras, pero no lo hagas en mi cuarto, por lo menos teneme un poco más de respeto.-largué tan frustrada de todo. Llena de tristeza y cansancio en mi voz.- Pero reitero, no me debes ninguna explicación, porque al parecer, para vos no eramos nada, ni lo somos. Y ahora dudo mucho que lo seamos alguna vez. Así que te dejo libre volar, y hacer lo que quieras. 

Sweet Creature.-Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora