Capítulo 28.

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Capítulo 28: Navidad feliz.  

Que día de mierda, realmente de mierda. El entrenamiento duró casi una hora porque el Dt se descompuso, además solamente hicimos ejercicios para recuperar, no podíamos forzar nada después del partido de ayer. Visitamos al kine y nada más que eso. Para colmo, me rompieron las bolas todo el día, no solamente en el club sino que por telefono, mi tía no dejaba de llamarme para chamuyarme así le pagaba un boleto para venir a Italia pero NO, eso no iba a pasar jamás. 

Mi familia es un poco rara. La gran parte es unida y la otra no. Mi tía en este caso, fue una persona muy mala a lo largo de mi infancia/adolescencia, era la hermana de mi mamá y se encargó de hacer que toda la familia la odie a ella por un tiempo, lo cual fue horrible. Ahora, cambió un poco pero yo no dejaría que pase las fiestas conmigo, no tenia ganas realmente de verla ni menos pagarle algo cuando siempre fue mala conmigo. Mi papá, era un imbécil también, uno demasiado grande para ser sincera, él también era uno de los que me lloraba para volver a hablar y así poder venirse a vivir conmigo, pero eso sería un gran NO de mi parte. Ni siquiera quiero tener contacto con él, se encargó de hacer la vida de mis hermanas y la de mi mamá miserable por mucho tiempo. 

Pero cambiando un poco de tema, las fiestas se acercaban y yo tenia que comprar un par de cosas para la familia, entre regalos y las cosas para decorar mi casa.

-¿En serio no armaste el arbolito?-preguntó Tucu sorprendido.

-estás en mi casa hace dos días y no te diste cuenta de que no hay ningún adorno navideño.-dije riendo y él sonrió.

-bueno, entonces vamos a comprar uno.-dijo seguro y caminó conmigo hasta las puertas del club. 

No había casi nadie ya, hacía mucho frío y encima de eso estábamos todos en esa etapa del año en la que todos queríamos vivir en la cama esperando las fiestas. Caminé a la par de Tucu que me hablaba de camino al auto, ya me había acostumbrado a su presencia y sabía me iba a poner nostálgica cuando se vaya. Me sentía bastante sola últimamente, Thania ni bola me daba porque estaba tras el Italiano, además de ello trabajaba sin parar en las últimas semanas del año, aunque no quería admitirlo, mi amiga me estaba dejando de lado por un chico y eso lo detestaba pero ¿qué podía hacer? ya casi ni hablábamos. Creo que por esa razón no hice mucho escándalo cuando dejé que Tucu se quedara en casa, me hace reír, es bastante compañero y me cae bien, además de que me lo quiero partir en noventa. 

Llegamos después de un largo viaje a un lugar que yo desconocía, había pasado dos navidades en Italia y nunca había venido a comprar un misero arbolito, lo cual mi madre se ha quejado como treinta veces. Tucu agarró un carrito, y se puso a charlar mientras todo lo que veía con la cara de Papa Noel y con algo navideño, lo metía dentro del carrito. Encontramos un arbolito un poco chiquito pero era perfecto para decorar, pedimos ayuda para llevarlo pero en el auto no entraba por lo cual nos lo entregarían en casa en una hora. 

-¡Feliz navidad!-nos despidió la cajera con una sonrisa. 

Teníamos un millón de bolsas en nuestras manos, caminamos hasta el auto y Tucu me ayudó a meter todo dentro del baúl. El payaso se puso un buzo que había comprado de navidad y no voy a negar, le quedaba divino.

-¿me queda bien?-preguntó con una sonrisita. 

Yo asentí mirándolo de igual manera. Que chabon más lindo. 

No me quiero confundir, a mi me encantaba y gustaba Paulo, pero eso no significaba que no podía tenerle ganas a Tucu, él era hermoso, tenia una sonrisa que hacía que me mee encima, y ni hablar de que toda su cara era HERMOSA. Además de ello, era una buena persona, me caía bien. Manejé hasta mi casa mientras charlaba con mi acompañante, tenia un hambre increíble, y frío. 

Sweet Creature.-Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora