Capítulo 24: Es lo que tengo que hacer.
Pedaleo con fuerza intentando volver a retomar el mismo camino que antes, claramente me había perdido pero no me molestaba en absoluto, me gustaba conocer Italia, era totalmente hermoso pero ya estaba por oscurecer y yo seguía sin saber donde mierda estaba. Abrí el GPS de mi celular e intenté guiarme, funcionó bastante bien, me compliqué un poco porque era difícil mirar el celular y el camino al mismo tiempo.
Llegué la puerta de mi casa, tenia ganas de tomar una buena ducha, sentarme en el sillón y no volver a levantarme jamas, pero debía ir a entrenar mañana y por supuesto, necesitaba un buen descanso para ello.
Estaba bastante cansada, no lo iba a negar. Me sentía fatal, pero sabía que necesitaba estar un 100% para el partido que venía, era mi debut, tenia que hacerlo bien, no la podía cagar.
No contesté ningún mensaje de Paulo, ni siquiera me lo crucé en Juventus pero realmente no sabía lo que me ocurría, no estaba decidida a hablar o no con él, dentro de todo, no éramos nada, no tenia porque explicarme las cosas ni porque decirme lo que ocurría en su vida amorosa, por más de que me guste o no él.
Tal vez si sentía un poco bastante de bronca, sabía que podría ser mi culpa, tendría que haberle dado una respuesta rápido a Paulo, gasté gran parte del tiempo haciendo nada y sin decidir absolutamente nada sobre lo que quería o no con él. Era algo triste, porque ahora que sabía que no tenia absolutamente nada de él y tal vez ahora si podía dar una respuesta correcta sobre lo que quería con él. Era algo loco, estúpido, no iba a mentir pero siempre me pasaba lo mismo y ya ni siquiera sabía que hacer, tendría que dejar de centrarme en cosas tan absurdas como estás y finalmente dejarme de joder con Paulo. Porque era así, ya estábamos grandes para tanto boludeo, ¿qué perdíamos si no salíamos? no tanto, si nisiquiera estaba segura de si gustaba o no de él.Aunque reitero, la situación es horrible, porque ahora, sí sé lo que quiero, si sé quien me gusta. Y a mi me gusta Paulo. Por más de que lo niegue ochenta millones de veces, diga que no, que no quiero nada, es mentira, quiero todo, por algo me duele, porque se que ahora, él está con ella, y tal vez yo solamente le gusté de descarte, porque no tenia de quien más gustar, porque estaba aburrida, realmente ahora no se nada.
Pero sabía que había una solución a esto, y era hablando con Paulo sobre lo que estaba ocurriendo. Era eso o consumir mi cabeza y quedar loca porque no tenia en claro que carajo pasaba. Un pequeño debate mental había tenido, no lo voy a negar. Odiaba sentirme así, estaba bastante rara y distraída, obviamente sabía que esa distracción tenia nombre y apellido.
Tomé un baño, algo me tenia que relajar y era eso, un buen baño caliente e irme a la cama, nada mejor que eso. Me puse a comer, siempre que me encontraba triste o rara hacía lo mismo, siempre comía para sentirme un poco mejor, y no voy a negar que me hace mucho mejor.
Escuché el timbre sonar, eran las nueve de la noche. ¿Quien carajos era a esta hora? Una respuesta sola era posible en este momento, Paulo Dybala. Y así fue, abrí la puerta de mi casa para encontrarme con la cara del recién nombrado, no dijo nada, ni siquiera saludó pero sabía que no era necesario, me hice a un lado y lo dejé pasar. No sé si a la larga esto iba a ser una buena decisión pero ahora no me interesaba saberlo, simplemente seguí mi instinto, si sentía que debía hablar con él, lo haría. Se sentó en el sillón como solía hacer, lo miré atenta mientras intentaba controlar lo rápido que iba mi corazón, no estaba así de nerviosa desde la primera vez que me besé con él, estoy segura de que mi corazón se iba a salir pero estaba haciendo lo correcto.
-mira...-empezó Paulo a hablar. Estaba nerviosa y se nota a lenguas.- Quiero explicarte todo.
Lo miré atenta. No sabía si responder o simplemente dejarlo seguir. Opté por dejarlo seguir.
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Sweet Creature.-Paulo Dybala.
Fanfiction"¿Entonces? ¿No sentís nada por mí?-preguntó Paulo con la mirada más penetrante que me dieron en la vida.