Capítulo 40: Esto se wau descontrolaaaar.
Mi pie estaba curado, ya no sentía ningún tipo de dolor como antes pero por el momento los entrenamientos eran leves para mi, entrenaba separada del grupo con alguna que otra chica que también había sufrido una lesión. Hace una semana había vuelto a entrenar, en ninguno de estos días me había cruzado con Paulo, pero hoy tendríamos la cena en Juventus así que supongo que ahí me lo cruzaré. Estaba muchísimo mejor respecto a él, ya me interesaba demasiado poco cruzarmelo o no, me sentía fuerte y que todo mi ser lo había superado finalmente lo cual me ponía demasiado contenta.
Aunque por otro lado no, iba a extrañar gustar de él pero lo que no iba a extrañar era no manejar ninguna puta emoción que sentía cuando lo veía o estaba cerca de él.
Acomodé lo que me pondría para la cena delante del espejo, estaba descalza todavía y Tucu en casa no se encontraba ya que todavía estaban entrenando pero ya me iba preparando porque bien llegara, se bañaba, cambiaba y nos íbamos de nuevo para el club a la cena. Realmente rezaba porque la velada fuera tranquila y sin ningún inconveniente con nadie, estaba cansada de todos los dramas con todo el mundo y quería finalmente estar tranquila.
Mi atuendo era algo simple, top rojo ajustado de tiras, y pollera al cuerpo larga, también de color rojo. El maquillaje estaba terminado, mi pelo peinado, y planchado, solamente me faltaba ponerme los zapatos pero lo haría cuando mi novio llegara a la casa.
En una semana cumpliríamos el primer mes de relación con Joaquin, hasta ahora no teníamos planeado hacer nada, ni siquiera regalarnos cosas porque él ya sabía que eso a mi no me gustaba. Odiaba que me hagan regalos porque yo jamás sabía que regalar, y para colmo, todos mis compañeros me hicieron regalos el día de mi cumpleaños entonces yo debería hacer lo mismo, y dejenme decirles que no tengo ni la más pálida idea de que obsequio hacerles. Escuché la puerta abrirse, supuse que era Joaquin porque nadie más tenia las llaves, bah, mi hermano pero no vendría hasta el mes que viene más o menos.
-Hola, mi amor.-se acercó a darme un beso en la boca mientras veía como se descalzaba durante el trayecto hasta donde me encontraba.
-¿Como te fue?-pregunté mientras me levantaba para mirarme nuevamente al espejo.
-Muy bien, creo que fue uno de los mejores entrenamientos. Aunque hubieron un par de cosas raras.-contestó Tucu.- Paulo estaba raro.
El tema con Paulo estaba en total armonía, ya podíamos hablarlo sin que él se ponga mal y sin que yo me sintiera con ganas de llorar por una semana entera.
-¿Por qué?-pregunté interesada.
-No sé. Se lo notaba muy distraído, y él no es así. Siempre deja sus problemas fuera de la cancha para concentrarse al máximo en el entrenamiento. Intenté hablar con él pero mucha bola no me dio. -dijo algo raro. Se empezó a desnudar y a buscar la toalla mientras hablaba.
-Que raro.-contesté tratando de no darle mucha importancia.- ¿En qué mesa nos toca?-pregunté caminando hasta la mesita de luz para buscar la invitación.
Abrí el sobre y dentro de éste había una tarjeta negra con dorado.
-Mesa 4.-dije mirándolo.
-A mi también me tocó esa.-dijo Joaquin.- Supongo que él mundo sabe que somos novios.
Reí mientras guardaba la tarjeta.
Me concentré en buscar un bolso que combinara con lo que llevaba puesto pero nada lo hacía. Así que opté por llevar todo en la mano y él único que llevaría las llaves sería Tucu. Me puse los zapatos, y me senté en la cama con el celular en la mano para entretenerme un poco hasta que Joaquin salga del baño. Es increíble lo mucho que tarda bañándose, yo te llego a tardar 15 minutos como mucho pero él te tarda 30 si es posible, capo sabes lo que viene de agua después.
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Sweet Creature.-Paulo Dybala.
Fanfiction"¿Entonces? ¿No sentís nada por mí?-preguntó Paulo con la mirada más penetrante que me dieron en la vida.