Capítulo 4: Thomas.
Como me gustaba Italia, era un país hermoso y estaba más que agradecida de estar acá. Miré por la ventana del departamento de Thomas, me levanté de la cama y caminé en busca de toda mi ropa que se encontraba tirada por el suelo de toda la habitación. Thomas dormía placidamente boca abajo en su cama, me puse mis zapatillas sin hacer mucho ruido y caminé en puntas de pie hasta la puerta. Thomas solía dejar la puerta sin llave lo cual hacía mi escapada más silenciosa.
Nunca me despedía de él porque siempre me levantaba temprano y él seguía durmiendo. Además no teníamos ese tipo de relación, no era lo mismo que con Dybala.
No tardé en llegar a mi casa para buscar el bolso y mi ropa de entrenadora, caminé hasta el auto y no tardé en llegar al estadio. Todos ya estaba allí ya que en unas horas jugarían los chicos. Por más de que mis jugadores tuvieran día libre, yo debía ir a ayudar al entrenador y un par de cosas más, ahora que mantenía más contacto con la 'mayor' debía asistir más al club.
Vi a Dybala a los lejos corriendo con Gonzalo mientras se tiraban agua, como siempre rompiendo las pelotas estos dos. Seguí en lo mío, organizando algunas cosas al lado de uno de los preparadores físicos y la kinesiologa.
-¿ninguna lesión?-preguntó la Francesa.
-por el momento no, algunas molestias pero todo cansancio de los entrenamientos.-contesté y ella asintió para caminar a su consultorio.
-es un inmaduro.-susurró alguien en mi oído y me di vuelta para encontrarme con Thania. Mi mejor amiga.
-¿quien?-pregunté mirandola.
Thania se había mudado a Italia hace dos meses, vivía a dos calles de mi casa y trabajaba en diseñar algunos modelos para los equipos de Juventus. Venía a la mayoría de los partidos conmigo y era la única que sabía lo que pasaba con Paulo.
-Dybala, ¿quien más?-contestó. Lo odiaba un poco.
Bufé sin contestar lo que me había dicho. Odio que me diga boludeces y más si son referidas a Paulo.
Comimos temprano con todo el cuerpo técnico y los chicos comieron en otras mesas. No hablé con Paulo en la mayor parte del día hasta que por error fui a buscar algo que pensé me había olvidado en el vestuario.
No encontraba mi celular, lo buscaba por todos lados y me acordé que tal vez estaba en mi bolso. Caminé a paso rápido hasta el vestuario general y entré sin tocar la puerta, sabía que no había nadie porque todavía no iban a tener la charla técnica ni se iban a cambiar. Cerré la puerta detrás de mi y busqué mi bolso en mi casillero. Lo abrí de par en par buscando el celular y cuando me di cuenta lo tenia en la campera. Reí para mi y cerré todo. Cuando di vuelta la mirada me encontré con los ojos de Paulo que me miraba con una sonrisa en sus labios, llevé una mano a mi pecho asustada.
-la puta madre.-susurré.
-hola, bombón.-Dybala habló mientras se acercaba a mi. No espero mi respuesta y ya se encontraba rozando sus labios con los míos. Movió los labios lentamente sobre los míos sin usar la lengua sabiendo que odio eso.
-hola, paulo.-saludé después de besarlo.
-¿no me extrañaste?-preguntó mientras acariciaba mi espalda bajando lentamente a mi parte baja, mi culo.
-te extrañe, pero no acá.-respondí en susurro sobre los labios de Paulo. Esté hizo no hizo caso a mis palabras y apretó mi culo con sus dos manos. Sabía que me encantaba que lo hiciera pero no quería que lo hiciera ahora, donde cualquier persona nos podría ver.
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Sweet Creature.-Paulo Dybala.
Fanfiction"¿Entonces? ¿No sentís nada por mí?-preguntó Paulo con la mirada más penetrante que me dieron en la vida.