Capítulo 31.

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Capítulo 31: Thania. 

Toqué decididamente el timbre de la casa de Thania. Estaba dispuesta a hablar con ella si o si y ver qué mierda estaba pasando entre las dos que estábamos tan distanciadas. Al segundo ella me abrió pero ni se entusiasmo al verme, se hizo a un lado para dejarme entrar y directamente me senté en uno de sus sillones. La miré hasta que se sentó frente a mi esperando a que yo hablara. Tenia que elegir bien lo que le diría, no quería sonar fuerte y que todo esto termine en una gran pelea. Afuera estaba helando y por ende yo estaba intentado recobrar el calor. 

-¿Qué carajos te pasa? ¿Por qué te alejaste?-hablé exasperada mientras la miraba.

Bueno tal vez no empecé con el tacto que quería pero algo es algo.

-¿Qué me pasa a mi?-preguntó indignada.- Qué carajos te pasa a vos.

-¿y qué mierda hice yo?-pregunté enojada. Ah no, esta guerra recién limpieza.

-todo hiciste.-largó enojada mientras se paraba delante mío.- Desde que llegaste acá lo único que generaste fueron quilombos, y desde que andas enamoradita de ese pelotudo también. No paras de hablar de él y me cansé, no quería que cada vez que nos juntáramos lo único que iba a escuchar era sobre Paulito. 

-¿me estás jodiendo?-ahora me levanté furiosa yo.- JAMAS te hablé de Paulo porque sé lo mucho que lo odias sin ninguna razón. Traté de contener todo sentimiento sobre él para no hablarlo con vos lo cual me partía el corazón porque necesitaba y necesito demasiado a mi mejor amiga y lo único que haces es ignorarme de todos lados sin explicación alguna. En ésta estás muy equivocada Thania. 

-¿Sin ninguna razón? Siempre te dije que era un pelotudo y de igual forma no me diste ni cinco de bola y mira como estás ahora. Mariconeando porque se casa, porque no podes estar con él y a él le chupa un huevo y medio todo lo que a vos te pase.-escupió. 

Ay como me dolió. Mis ojos se aguaron tal cual nena y la miré con toda la bronca posible.

-¿Sabes qué? Tenes toda la razón, sí, estoy mariconeando por él, porque me duele la mentira que me vendió, lo rápido que me cambió porque me di cuenta de que él es igual que vos, que me cambió tan fácil por otra persona e igual me costó aceptarlo.-largué.- Y esa no es una razón justa para odiarlo, Thania. 

-¿Queres saber por qué lo odio?-preguntó gritándome. Yo ya me encontraba en un mar de lagrimas y ella estaba por comenzar.- Porque Paulo a mi me encantaba antes de que lo conocieras, me gustaba y un montón. Vos me lo arrebataste. Cuando vine acá más que nada fue porque lo quería conocer e intentar tenerlo, PERO NO. Vos siempre tenés que tener todo lo que yo quiero y anhelo. 

Mis lagrimas cesaron en dos segundos al escucharla. Esto era increíblemente estúpido.

-¿Y COMO MIERDA IBA A SABER ESO YO?-contesté gritando llena de ira.- ¿Por eso lo odias tanto? ¿Qué, tenes diez años? No es ni culpa de él ni mía, y Paulo no es algo que podes tener porque es una PERSONA, no una objeto.-escupí.- Totalmente inaceptable lo tuyo, vine acá con la intención de solucionar cualquier cosa con vos, querer mejorar las cosas para las dos y que tal vez lo que pasó fue un mal entendido pero no, prefiero quedarme sola antes que con vos, Thania. Heriste todo lo que tenia adentro y te quise como a nadie, ahora quedate con quien se te antoje los ovarios, pero a mi no me hables nunca más.-largué enojada mientras contenía las nuevas lagrimas que con dolor tenia guardadas. Caminé hasta la puerta y la cerré detrás mío con fuerza. 

Tal cual novela, golpié el manubrio de mi auto antes de arrancar, estaba llena de ira, de todo.  Tenia la intención de irme a casa y llorar todo lo que tenia adentro pero, debía comprar las cosas para navidad y los regalos también. Además de ello, tenia que buscar un vestido para la Boda más triste del universo, más triste para mi porque seguramente me la pasaría llorando en el baño del lugar y no saldría ni para comer. No podía fingir que lo quería y que me encantaba saber que se iba a casar, tenia el corazón en mis manos y éste estaba hecho trisas. 

Sweet Creature.-Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora