Capítulo 2.

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Capítulo 2: Dos de la mañana.

Estábamos tirados en la cama mirando la tele cuando de repente escucho la llave de la casa. Los dos nos miramos preocupados y sin pensarlo dos veces corrí al baño. Él por su parte caminó hasta la puerta para fijarse quien había entrado a la casa.

Definitivamente era la novia. La puta madre. El mensaje de Dybala no tardó en llegar y antes de leerlo yo ya estaba cambiada para huir. Me preparé y fui lo más silenciosa posible, ellos estaban en el gimnasio supuestamente viendo algo y yo rápido tomé carrera para la puerta de entrada. Cerré despacio y me fui caminando a tomar un taxi.

Largue un suspiro, como siempre hacía después de huir de su casa, no queria seguir haciendolo pero no queria alejarme de él. 

El taxista me pidió la dirección de casa y algo desganado se la di. Miré el celular para chequear las veces que me habló Dybala y note muchos mensajes, no le di importancia a ninguno porque lo que queria hacer era llegar y domir.  Siempre hacia lo mismo, evitaba los problemas de esa forma, durmiendo. 

Sabía muy dentro mío que algún día ella lo sabría, o tal vez ya lo sabía pero por algo no queria separarse de él,  al igual que yo. Pero lo diferente era que yo no sabía el porqué no me queria alejar de él, no iba a aceptar que me gustaba porque sabía que no lo hacía.

-¿llegaste bien?-susurro del otro lado del teléfono Paulo. Al parecer estaba en el patio de su casa.

-llegué bien.-respondí sin nada de emoción en la voz. No era su culpa, era mi culpa también. - Me voy a dormir.

-son las diez de la noche.-contestó él cordobés.

-¿y?-pregunté caminando hasta mi cama.

-¿estas enojada?-pregunto y yo negué con la cabeza. Segundos después me di cuenta de que el no podia verme.

-No.-contesté simple.

-No sabía que venía hoy.-se excuso.

-te dije que no estoy enojada,  además vos no me tenes que explicar nada.-Dybala bufo.

-No te enojes.-pidió irritado.

-te estoy diciendo que no me enojé.-respondí. Largue un suspiro y hablé de nuevo.- Me voy a dormir, chau.

Corte sin esperar que la joyita me contestara.  No quería pelear, no queria nada más, sólo mi cama o por lo menos descansar mirando una serie. Prendi la televisión y lo primero que vi fue una maratón de Friends, nada más lindo que eso.

Me estaba quedando dormida a eso de las doce de la noche pero queria seguir mirando la maratón. Baje por un vaso de coca cola y un chocolate para ver si aguantaba más.

Dos de la mañana y yo seguía mirando. Escuche golpes en mi puerta y me asuste. Me hice la boluda ya que las luces de la casa estaban apagadas y por ende la persona pensaría que no estoy o que estoy durmiendo. Lo peor fue cuando el celular me empezó a sonar, asustada lo agarré y vi que llamaba el inútil de Paulo.

-¿qué pasa?-pregunté irritada.

-abrime boluda que hace alto frío.- Rode los ojos por el insulto y corte.

Baje corriendo en pijama y no tarde en abrir la puerta para encontrarmelo a él de la misma forma.

-¿Qué haces acá?-pregunté mientras lo dejaba pasar.

-anto se fue a lo de una amiga y yo queria dormir con vos.- contestó rápido.

Nuevamente apareció la pregunta en mi cabeza. ¿Cómo carajos resistirme a él? Subimos las escaleras juntos pero por dentro tenia ganas de decirle que vaya a su casa a dormir solo, que esto no estaba bien. Lo mire acostarse en mi cama como muchas veces había hecho. Se sacó la remera y quedó solamente en pantalón de pijama, era azul y muy lindo. Me senté al lado de él pero sin darle mucha bola seguí mirando Friends.

Paulo era muy tierno conmigo, generalmente si discutíamos o si me hacía sentir mal al segundo se arrepentia, al igual que yo. Muchas veces ha venido a dormir conmigo porque me sentía mal o sola, me escucho cuando estaba triste e incluso me ayudó con los problemas que tenía pero siempre todo terminaba en besos que aunque no quiera admitir, me encantaban. En realidad siempre lo admitía, me gustaba besarlo más que a nadie.

-¿no estas cansada?-pregunto de golpe y yo asenti.- Vamos a dormir.

-quiero mirar Friends.-contesté.

-¿seguis enojada?-pregunto esta vez mirándome a mi.

-te dije que no estaba enojada.-contesté por séptima vez en el día. -Pero si me seguis preguntando si me voy a enojar.

-esta bien,no te enojes.-dijo riendo.

Se acercó a donde yo me encontraba y me dejo un pico corto en los labios.

-la puta madre Paulo.-dije y el rió.

-¿Qué hice ahora?-preguntó.

-Me besaste y justo pasó mi parte favorita.-Paulo carcajeo y yo lo mire mal.

-Perdóname.-pidió y me besó de nuevo.-Dale, dame un beso, yo se que queres.

Me reí acercandome hasta él. ¿Cómo no querer besarlo? Siempre quiero besarlo. Le di un beso corto que él transformó en largo al segundo, me encantaba besarlo, me volvía loca. Movia sus labios tan dulcemente sobre los mío que me daban ganas de no soltarlo nunca más. Me acariciaba la espalda con la yema de sus dedos y eso me encantaba. Tal vez era eso, tal vez me gustaba lo que vivía con él y supongo que por eso no queria dejar de hacerlo.

-Me tenes flechado.-se le escapó a Dybala en medio de un beso pero antes de que yo dijera algo siguió besándose como si nada hubiera pasado.

No le di importancia, uno dice cosas incoherentes cuando besa a alguien, ¿no? Bueno porque él lo hace todo el tiempo.

Después de unos buenos besos terminó apoyando su cabeza en mis piernas para que yo lo acariciara con ternura, amaba tocarle el pelo. Se quedó dormido y dejé de mirar la serie para contemplar lo gracioso que era verlo dormir con la boca abierta. Aunque en un momento la cerró y parecía un bebé.

Increíble, Dybala aparecer a las dos de la mañana y me cambia la noche.

[ESPERO QUE LE HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO AMIS. Si les gustó comenten y voten,  gracias por leer!!!!💎]

Sweet Creature.-Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora