Capítulo 32.

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Capítulo 32: Navidat. 

Maldita noche buena. Estaba hasta las bolas de cocinar, encima de que mi familia se estaba atrasando y no llegaría a tiempo como para ayudarme un poco. Terminé las ensaladas, miré el horno y corrí para guardar un par de cosas que habían quedado afuera y estaban tiradas por toda la casa aproximadamente. 

Estaba nerviosa, era la primera vez que organizaba algo tan grande en mi casa, aunque sea mi familia, lo que más nerviosa me ponía era la familia de TUCU. De todas formas, nos habíamos llevado excelente, eran muy amables y cariñosos todos. 

-mira el horno por favor.-grité mientras subía corriendo las escaleras.

-buenu.-gritó Tucu. 

Tenia que ponerme el vestido. Era un vestido rojo corto, y Tucu se pondría un pantalón negro chupin, una camisa negra con una corbata roja también. Cabe decir que le queda HERMOSA. Corrí escaleras abaja de nuevo descalza, apagué el horno y saqué la carne, la dejé sobre la mesa y volví a correr escaleras arriba para empezar a maquillarme. Era algo simple, delineado, rimel y brillos por todos lados, me puse los zapatos y bajé de nuevo aunque más tranquila. Empecé a poner la mesa y no veía rastro de Tucu por ningún lado. 

-woah woah woah woah woah.-escuché detrás mío.- Estas di vi na. 

-sos un bombón.-contesté riendo y él se acercó para darme un beso en el cachete.

-creo que ahora me gustas más.-me tiró una sonrisita. 

Fuck. Joaquín es divino y hace que mi calzón vuele hasta Tucuman. Aunque estaba triste porque en unos días se iría y no sabría cuando lo volvería a ver de nuevo, ademas volvería a estar sola por un largo tiempo. Me gustaba vivir sola, pero el no estar más con Thania, o Paulo me hacía sentir mal, estaba bastante acostumbrada a estar con ellos. Pero esto era una forma también de abrirme más al grupo, las chicas de Juventus eran geniales, y me llevaba muy bien con ellas. 

-¿me dejas darte un beso?-preguntó Tucu con una sonrisita. 

Asentí con la cabeza. ¿Como negarme,no? 

Se me acercó plantando un beso tierno en mis labios, una mano en la cintura, la otra en la cara con suavidad, profundicé un poco más el beso acercandolo más a mi anatomía. Me encantaban sus besos, eran suaves, lindos y te llenaban de dulzura. 

Lo que sentía por él era algo raro, lo quería bastante, me había encariñado a él un montón y acostumbrado a su presencia. Sentía algo raro cuando nos besábamos, quería que siguiera, que lo hiciera siempre, tenia ganas de él todo el tiempo. Pero sabía, estaba bastante segura de que no gustaba de él todavía, no podía prometerle algo así porque no sabía si lo iba a hacer o no, dentro de todo, todavía me seguía gustando la joyita. 

El timbre empezó a sonar dándome a entender que alguna de las dos familias había llegado. Me separé lentamente de Joaquin y caminé en dirección a la puerta, mi familia había llegado. Mi hermano, mis dos hermanas, mi sobrina y mi mamá estaban vestidas, maquilladas y en la puerta de casa. Por suerte estaba todo listo. Saludaron amablemente a Tucu con un beso en el cachete y se sentaron a hablar en la mesa, dejaron algunos regalos debajo del árbol y yo corrí a la cocina para limpiar algunas cosas.

-dejá.-se me acercó Tucu.- Después cuando todos se vayan limpiamos todo. 

-pero queda feo que las cosas estén así.-dije yo apenada.

-nadie lo va a ver, tranquila, corazón.-me susurró él.- Vamos a la mesa a esperar a mi familia y a comer tranquilos.

 íbamos a festejar tal cual en Argentina, cena durante la noche, y abrimos los regalos después de las doce, la mesa dulce, etc. 

Sweet Creature.-Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora