Capítulo 25: Antonela.
Estiré todos mis huesos como pude, todos estos hicieron un ruido horrible ya que dormí toda una noche en mi sillón. La espalda me mataba, el hambre también y las ganas inmensas de dormir eran increíbles. Estaba bastante cansada, de todo, físicamente y emocionalmente, lo de ayer con Dybala había sido demasiado pesado para mi cerebro, y corazón. Todavía me chocaba, me dolía y puedo jurar que incluso sentía que era mi culpa. Era todo demasiado confuso, mi cabeza no lograba procesarlo mucho por ende no entendía muy bien como me sentía, era una mezcla de todo.
Miré la hora, no entiendo como me pude levantar así de temprano sin alarma, todavía faltaba más de una hora para irme a entrenar, me preparé el desayuno y mientras la pava calentaba opté por subir a darme una ducha bastante rápida. En toalla desayuné, no tardé en cambiarme y partí hacía Juventus. No tenia ni puta idea de como miraría a Paulo de ahora en más, seguramente la relación quedaría en un hola y un chau pero me daba cosa hacerlo, esperaría a que el primer paso sea de él. Me sentía fatal, mi estomago dolía y no entendía muy bien porque, mi cabeza iba a explotar y puedo jurar que me veía más pálida de lo normal pero de todas formas entrenaría. Evité los lugares por los que solía pasar Paulo, no tenia muchas ganas de cruzarme con él todavía.
Que raro era todo, me sentía mal todavía pero no tardé en ponerme el equipo de Juventus para ponerme a entrenar de una vez, el partido era mañana, tenia que concentrarme en eso. Probamos el equipo titular donde yo me encontraba y por suerte me encontraba bastante bien, pensé que estaría más distraída por lo ocurrido pero durante la practica olvidé por completo lo que sentía por Paulo y lo que había pasado entre los dos.
-muy bien niña.-me felicitó Paula mientras me abrazaba al final de la practica.- Cada vez mejor. Estás en posición de pelear una titularidad.-me sonrió antes de irse.
Hace tanto no jugaba al fútbol que realmente pensé que iba a ser pésima. Mi labor como Dt lo había hecho lo que mejor podía e intentaría hacer lo mejor posible el de jugadora de fútbol. La ilusión que mantenía con esto era increíble, sabía que dentro de poco sentiría una presión que aumentaría con lo que voy jugando pero por ahora disfrutaría.
Me relajé debajo de la ducha pensando que así todos mis problemas se irían finalmente con el agua pero claramente eso no pasaba y mi dolor de cabeza volvió a aparecer. Me sequé todo el cuerpo en busca de algo de calor, estaba empezando el frío en Italia y por más hermoso que parecía, ahora me estaba congelando. La navidad estaba por llegar, faltaba un mes y ahora pero estaba llegando, tenia que comprar cosas para decorar mi tan solitaria casa. Realmente estaba pensando en decirle a alguien que viva conmigo porque detesto estar tanto tiempo sola.
Mi auto no se encontraba tan lejos, caminé a paso rápido con una botella de jugo en mis manos hacía mi auto, tenia muchas ganas de estar en casa en este momento, había visto como Paulo salía del baño y también se encaminaba hasta el estacionamiento entonces quería apurar para no cruzarmelo. Sí, una estupidez terrible, pero realmente no quería mirarlo ni saludarlo hoy, solamente por hoy. Antes de subirme al auto giré a ver quienes estaban a mi alrededor, mi vista chocó rápidamente con la de Dybala, que se estaba por subir al auto, que iba de la mano con Antonella, quien me miraba como si estuviera por matarme. Yo a ella la miraba sin nada de emoción en mis ojos, realmente no tenia comentarios para lo que había visto, nada más que tenia que aceptar que ellos dos estaban juntos y que los vería seguido por acá.
Traté, toda la puta tarde de borrar esa imagen horrible de mi cabeza. Verlos juntos me había pegado re feo, y eso que ya los había visto juntos hace un tiempo. No lloré, no dije absolutamente nada, me reprimí todo lo que sentía porque sabía que si andaba llorando por todo lo que hacía Paulo, iba a secarme prácticamente. Así que me senté en mi cama, prendí la televisión y me puse a ver una serie que estaba segura si seguía así de vicio, me la terminaría hoy.
-dios mío, como hago para sacarlo de mi cabeza.-susurré para mi misma. Abrí Instagram y lo primero que vi fue una publicación de Paulo con Antonella.
"Cena con mi amor."
Bueno esta no era una buena forma de sacarlo de mi cabeza. Menos la imagen de hoy en la tarde.
Si él hacía la suya, yo también haría la mía. Obviamente los dos estábamos en nuestro derecho de hacerlo.
Mi celular comenzó a sonar lo cual me parecía raro porque la única persona que me llamaba era mi mamá y a esta hora ella está durmiendo. Miré la pantalla de mi celular atenta.
"Paulo."
Ahora qué.
-¿Sí?-pregunté cuando atendí.
-llamaba para ver como estabas.-contestó él con una risita.- Estoy muy aburrido.
Juraba escuchaba música de fondo.
-¿donde estás?-pregunté de chusma mientras me sentaba en mi cama para mirar la serie.
-en un bar con Antonella. Ella esta ahora en la barra pidiendo cosas.-contestó Paulo.
Se hizo un silencio horrible. No sabía que decirle realmente.
-Perdón, no te voy a hablar de ella.-contestó.
-está bien. Te dejo, ojalá termines tu noche bien.-contesté sin más antes de cortarle la llamada.
No estaba celosa, seguramente sí. Odiaba no entenderme del todo, no entenderlo a él y no sentirme bien.
Refunfuñe y dejé mi celular de lado. Eran las nueve de la noche, pero a las once seguramente me iría a dormir, por lo del buen descanso para el partido y blablabla. Tenia que cumplir, era una gran responsabilidad la de mañana, por más de que sea un amistoso, yo iría de titular y tenia que hacer lo mejor posible para así quedarme.
Agarré a mi cachorro, a Lolo y lo puse a mi lado para hacer compañía. Recién hoy lo veo, ya que con mi ida a Argentina necesitaba alguien que lo cuide unos días y esa persona fue Thania que se encargó de mi perro durante mínimo tres días. Estaba demasiado aburrida como para ponerme a ver una serie o dormirme. Necesitaba hacer algo antes de dormir.
El timbre, el timbre que tanto miedo me da cada vez que suena a esta hora. Ni idea de quien podía ser, Paulo no era porque él estaba con Antonella, Thania tampoco porque estaba con el Italiano seguramente durmiendo porque mañana estaría temprano presente para ver mi partido y no conocía a nadie más que pudiera venir a visitarme a estas horas.
Abrí la puerta de mi casa con Lolo a mis pies.
Oh no.
No no.
Sabía que ahora iba a querer hablar. Y yo quiero dormir.
[HOLA. Que onda jeje espero que les guste el capítulo y si les gustó, voten y comenten! gracias por leer, besos!]
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Sweet Creature.-Paulo Dybala.
Fanfiction"¿Entonces? ¿No sentís nada por mí?-preguntó Paulo con la mirada más penetrante que me dieron en la vida.