Capítulo 7: Que triste.
Por fin salía de mi cama para hacer algo, odiaba no ir a trabajar porque amaba todo lo relacionado al fútbol y exactamente eso era mi trabajo. Paulo se quedó una noche sola conmigo y después se fue a su casa, no hablamos en los siguientes días pero realmente no me importó, sabiendo que en la ciudad esta Anto no quería ningún tipo de drama.
Saludé amablemente al de seguridad cuando entré al club, fui al vestuario a cambiarme con mi bolso en el hombro, en menos de diez minutos estaba lista. Salí con la sonrisa de todos los días y me encontré con la cara de Paulo y Antonela frente mío, me ponía nerviosa su presencia.
-buenos días.-saludó Paulo sin emoción en su voz. Antonela pasó de largo sin mirarme.
-buen día.-contesté en susurró y me fui de ahí.
Ese simple encuentro generó miles de revoluciones en mí, estuve nerviosa toda la mañana y me confundía con todo, incluso me caí chocandome con los conos que tenia que poner en la cancha para la entrada en calor. Todo se calmó cuando empezó el almuerzo y llené mi estomago con algo de comida.
-Dybala solicita hablar con vos.-se acercó a mi uno de los jugadores de reserva. Fruncí el ceño y caminé hasta la puerta para ir en busca de la joyita.
Cuando lo vi en el pasillo mirandome de lejos, estaba parado contra la pared como solía estar siempre.
-¿Qué paso?-pregunté cuando llegué a su lado.
Paulo me miraba medio raro.
-necesito un tiempo.-habló y yo lo miré confundida.
¿Tiempo de qué? si no somos nada.
-¿de qué me hablas?-pregunté sin miedo.
-tenemos que dejar de vernos por un tiempo.-Dybala me miró a los ojos directo.
¿Escucharon eso? tal vez haya sido mi corazón.
-ah.-contesté secamente. No tenia más para decirle.
-Antonela sospecha de los nuestro, no quiero que nadie se entere de esto.-Paulo hablaba tranquilo pero yo no quería seguir hablando con él.
-está bien.-le corté todo el chamuyo que me estaba diciendo.
No dije nada más y me di media vuelta para irme al bufet de nuevo. Cuando estaba en la puerta desvíe mi camino para irme al baño, ¿estaba llorando? de verguenza, de bronca. De bronca porque no había entendido nada de lo que hablamos hace unos días, me sigue tratando igual, como su juguete. Estaba harta, muy harta y sabía que esto sólo era el comienzo de todo.
No me negaría nunca ante él, y odiaba con mi vida eso. Él no era más que una persona que se metió en mi vida y poco a poco debería sacarla. NO gustaba de Paulo, o tal vez sí pero no quería verlo desde ese punto. Me siento una imbécil.
¿Qué iba a hacer ahora? Lo qué se me dé la gana.
Pinté la mejor sonrisa en mi cara, caminé en dirección al bufet y terminé mi comida. Segundo turno de entrenamiento y ¿a casa? ni una chance, me iría a los de Thomas. Tal vez no debería hacerlo por la bronca que tengo ahora, pero lo haría y punto, no me interesa más nada.
-es una mala idea.-susurró Thania mirandome.
-ni siquiera sabes lo que voy a hacer.-dije riendo.
-lo puedo ver en tu cara y sé que tus planes son malos.-contestó.
-dudo que así sea, por algo soy dt de un equipo.-contesté y ella rió.
-pero en el amor apestas.-respondió. Tenia razón.- ¿Sexo vengativo?
no lo describiría así, porque Paulo no era mi novio ni nada. Solamente necesitaba mimos.
-no.-contesté.- Quiero un poco de cariño.
Ella levantó los hombros en signo de desinteres y seguí en lo mío. Miré a los chicos correr detrás de la pelota pero por algo no me podía concentrar, quería irme del club, me sentía mareada y con ganas de devolver todo. Miré la hora y faltaban diez minutos para el cierre, así que corté el reducido que estaban haciendo para mandarlos a estirar. Tomé mis cosas, le mandé un mensaje a Thomas y a los segundos tenia su respuesta, con mi auto me fui hasta allá.
Thomas, era un chico muy pero muy lindo, nos conocimos en una fiesta del club, creo que era amigo de uno de los chicos. Tenia 23 años, casi 24. Había hablado con él un par de veces y era un muy buen chico, gracioso y escuchaba bastante, aunque solamente compartíamos un tipo de relación y era sexual. Nunca lo había mirado como miraba a Paulo, creo que no miré a otro hombre solía mirarlo a él, tenia ese algo que me llamaba la atención, tenia algo que me daban ganas de estar con él incluso cuando estaba más que enojada.
Toqué timbre y al toque me abrió Thomas, pasé después de darle un beso corto en los labios, jamas en la vida había sido así de tierna y no tengo idea de porque lo estaba siendo con él, al único que besaba en los labios como saludo era a Paulo. Thomas se sorprendió con mi acción pero no tardó en devolverme el beso, claramente le sorprendía tanto afecto de mi parte pero bueno, necesitaba de unos buenos mimos.
Me senté en el sillón que tenia en el living y él no tardó en sentarse al lado mío, me acomodé arriba de él y éste rió, comenzó a acariciarme lentamente la espalda como sabía que me gustaba, al rato estábamos en la pieza mirando la tele pero mi celular empezó a molestar.
"Llamada entrante: Paulo Dybala"
Rechazar.
No le iba a contestar porque estaba con Thomas, no tenia ganas de hablar con él y estaba muy cómoda en la cama como para moverme e irme a otro lugar a hablar.
"Llamada entrante: Paulo Dybala"
Rechazar.
"Contestame, quiero hablar con vos."-Paulo Dybala.
"Daaaaale, loco."-Paulo Dybala.
"No seas chiquilina, hablemos."-Paulo Dybala.
"Seguro estás con el otro."-Paulo Dybala.
"No rompas las bolas."-Yo.
Bufé molesta mirando mi celular y me rescaté de la hora que era. La puta madre me tenia que ir a mi casa. Saludé a Thomas con un beso y me fui directo al auto para primero pasar a comprar algo para comer y después a mi casa. Paulo seguía molestandome pero todo se fue al carajo cuando llegué a la puerta de mi casa y él estaba sentado en el escalón de la puerta.
-¿Qué haces acá?-pregunté mirándolo.- Nadie nos puede ver juntos, andate.
-¿donde estabas? hace horas estoy acá.-reclamó.
-yo no te pedí que vengas.-respondí enojada mirándolo.
Paulo me miró ofendido.
-no te enojes por lo de hoy, es una boludez.-dijo.
-sos terrible bipolar, me dijiste que no no vieramos por un tiempo, adivina qué, eso estoy haciendo.-lo miré indignada abriendo la puerta de mi casa. Paulo entró sin preguntar y cerró la puerta detrás de él.- Bueno te levantaste más pelotudo de lo normal hoy.
-bueno pero no quería que te alejes completamente de mi.-contestó enojado.
-pero vos me dijiste eso inútil, ¿Qué te pensas? ¿Que soy adivina?-ataqué enojada.- Hace lo que quieras, pero andate que ya no te aguanto.
Paulo me miró enojado y se fue dando un gran portazo.
-¡Dale, rompeme la puerta tranquilo, la concha tuya!-grité enojada revoleando todo lo que tenia a mi paso.
No me sale ni una bien la concha del pato.
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Sweet Creature.-Paulo Dybala.
Fanfiction"¿Entonces? ¿No sentís nada por mí?-preguntó Paulo con la mirada más penetrante que me dieron en la vida.