Sábado en la noche. Día que todos los adolescentes salen de fiesta hasta ver el sol.
Pero antes de la fiesta, el equipo de fútbol de Semper tenía partido, el primero para entrar al torneo nacional. El equipo completo se encontraba en mi casa, alrededor de 8 hombres, incluyendo el entrenador Davis, saqué 11 botellas de PowerRide de la nevera y las metí en una nevera portátil, que yacía hasta el tope de hielo.
- Déjame ayudarte. - Rick apareció, cargo la nevera portátil y se la llevó.
- Bien equipo, ya saben qué hacer. - El entrenador Davis aplaudió y me miró. - Colleman, serás la encargada por esta noche. - me entregó una tabla llena de papeles, asumo posiciones y todo eso.
- ¿Por qué no lo dirige usted? - tragué en seco, soy una persona nerviosa y esto provocaba mis nervios.
- Tengo que tomar un vuelo de urgencia hacia España. - culminó y paso sus brazos hacia atrás de su espalda. - Confío en ti, y en que ustedes animales le hagan caso. - Eso último lo dijo mirando a la manada de Dioses que se encontraba en mi sala
- Bueno, vámonos ya. - tomé mi mochila de Deportes y salimos. - No me siento cómoda con esto, y al primero que no me haga caso que procure dormir con los ojos abiertos. - dije entrando en el bus del equipo.
- Si, entrenadora. - Dylan depósito un beso mi frente. - Ya escucharon. Hoy vamos a ganar si o si, amo todo centímetro de mi cuerpo como para perder alguno ¿sí? Bien.
Entre risas y todo, llegamos a Semper, al bajar, los gritos de las personas en las gradas le dieron la bienvenida, el equipo rival había llegado recién. Luna se acercó a mí y saludo a los chicos con un ademán.
- Acompáñame. - dije y la tomé del brazo, todos nos dirigimos hacia la cancha, el equipo se organizó en un semicírculo mal organizado a mi alrededor. - Bien, por lo que veo en las posiciones de Davis, empezaremos con un 1-3, irán Dylan de punta, James de lateral derecho, Mike de centro y Jackson de lateral izquierdo, Sebastián, tu amada portería. - coloqué la tabla entre mi brazo y pecho. - Bien, noto los nervios en cada uno de ustedes, pero vamos, entren a divertirse. - miré a James. - Sin golpes. - todos rieron.
- Gracias por apoyarnos nomo. - dijo Sebastián pasando su brazo por encima de mis hombros.
- A calentar holgazanes. - les grité con una sonrisa adornando mi cara
Me acerqué a Luna, quien estaba sentada en la banca mirando asombrada todo. Empezamos a hablar de los chicos del otro equipo, puede que a ella no les gusten los hombres, pero si sabía que era tener buenos gustos. Hermosos traseros yo podía ver desde aquí.
Al parecer el capitán del equipo contrario, lo cual deduje por la banda en su brazo izquierdo con la letra C en grande, se percató de mi mirada sobre él y me guiñó un ojo. Le sonreí de manera pícara y desvíe mi mirada, a donde los 7 problemas me miran de brazos cruzados.
- ¿No que estaban corriendo? - dije en forma de burla y reí.
- No puedes coquetear con el rival dentro de la cancha. - dijo Luna poniéndose de pie. - Iré por comida, ¿se te apetece algo?
- No, gracias, pero vuelve lo más pronto posible, no quiero estar sola. - dije mirando los papeles en la tabla
- Creo que no te dejarán sola. - noté el tono divertido de Luna y suspiré. Apuesto a que se quien está aquí. - Voltea niña, que está en las gradas.
Mi mirada recorrió todas las gradas hasta dar con esos ojos azules tan eléctricos y profundos como el mar. Sonreí inconscientemente y volví mi vista a la tabla. El pito del árbitro sonó y capitanes al medio. Dylan me miró y yo le sonreí. Segundo pito. Empezó en juego.
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Criada por ellos.
Teen FictionProblemas. Enfretamientos. Armas. Familia. Y los más importante, fútbol. Todo aquello que define a los problemas de Semper. Amor. Ruptura. Inicio. Desenlace. Final. Hormonas. Y los más importante, carácter. Todo aquello que define a Samantha Collema...