Lunes, lunes, lunes, lunes. ¿Sera verdad que si repites una palabra mucho a lo mejor te llegue a agradar? Los lunes no caen ahí.
Los lunes son una mierda.
Odio tener que venir a la escuela luego del arduo fin de semana con una manda de idiotas peleando, una declaración y que tuve que limpiar el 60% de mi enorme casa, sola.
Mike paso a recogerme por la casa, y en el asiento de atrás estaban Dylan y James, mirándome fijo. Si esperan que yo diga algo, están equivocados.
- ¿No te vas a disculpar? – inquiere Dylan.
- ¿Disculparme por? – dije incrédula mientras miraba por la ventana.
- Por echarme de mi casa, nomo.
- No, no tengo que disculparme.
Escuché un bufido de su parte y la llegada a Semper fue más ruidosa de lo que esperaba. Había bocinas en la entrada, y una tarima improvisada. Cajas de madera, por así decirlo. Y arriba de estas, teníamos a nada más y nada menos que Barbie, apuesto a que montando otro de sus teatros, que espero por su bien, que no me involucren.
- ¡Démosle todos la bienvenida a la hermana del año! – gritó la rubia desde donde estaba, porque no bastaba con el micrófono, tenía que gritar.
De verdad que esta chica me sorprende cada día más con sus estupideces de niña rica y mimada
- ¿Ahora que harás? – dije fastidiada
- ¿Yo? Nada, huerfanita. – ella no lo dijo, oh claro que no. – Pero creo que deberías preguntarle a toda la escuela que pensarán cuando sepan que te revuelcas con los novios de otras, después de echar a tu propio hermano de casa. – ella miró hacia atrás mío y yo hice lo mismo. Dylan se encontraba con una vena casi explotándole, James y Mike lo sostenían para que no rompiera todo.
- Definitivamente, hoy paso de ti. – obvie como me había llamado e iba a seguir caminando, pero ella me provoca.
- ¿La huerfanita no quiere pelear? Pobrecita, debes estar herida por el día de hoy.
Me harté, solté mi bolso y me dirigí a ella, pero unos brazos me sostuvieron, eran Michael y Sebastián. Los miré a ambos y ellos solo dirigieron su mirada hacia la puerta principal, allí se encontraba el director, azotando los zapatos contra el piso en cada pisada que daba, yo me relaje un poco. Le iba a partir la cara luego a esa maldita rubia. Me solté del agarre y tomé mi bolso.
Repito, los lunes son una mierda, y siempre lo serán.
Me adentre en los pasillos de Semper, Dylan estaba detrás mío, intentando seguirme el paso. Hasta que sentí que tomó mi brazo y me tiró hacia él, lo abracé rápidamente, para después sentir un beso en mi coronilla y su mano acariciando mi pelo.
- Olvida todo lo que dijo esa zorra. – me susurró. – no eres huérfana.
- Si lo soy. – sentencié y me alejé un poco de él.
- Claro que no. – dijo Mike apareciendo detrás mío. – Nosotros somos tu familia tonta.
- No somos de sangre, pero somos tus hermanos, nomo. – James pasó su brazo por los hombros de mi hermano
- Hasta Luna es parte de esta familia. – Rick se dio a conocer, con Luna abrazada a él.
Estos idiotas me ponían demasiado sentimental. Solo sonreí y nos envolvimos en un abrazo grupal, faltaban 3 de los idiotas, pero ya sus clases habían empezado.
Nos separamos y cada uno tomó su rumbo, Literatura era mi primer destino. Me adentre en el aula, aún no había llegado el profesor, mire hacia donde compartía asiento con Hardeson, pero él no estaba allí. Suspiré y me dirigí a mi asiento, me senté y justo ahí entro el profesor. La clase transcurrió normal, nada fuera de lo común.
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Criada por ellos.
Teen FictionProblemas. Enfretamientos. Armas. Familia. Y los más importante, fútbol. Todo aquello que define a los problemas de Semper. Amor. Ruptura. Inicio. Desenlace. Final. Hormonas. Y los más importante, carácter. Todo aquello que define a Samantha Collema...