Sam
La verdad, a pesar de lo que paso anoche, hoy me desperté con ánimos, tarde, pero me desperté. Tome el trabajo de biología y lo metí en mi mochila, junto a unas cuantas cosas más. Hoy me sentía linda, o al menos, me sentía importante.
Baje las escaleras y me encontré a Dylan con la camisa abierta mientras bebía una cerveza, ¿en serio? ¿A estas horas ya estas bebiendo?
- ¿Tienes resaca? - recibí una mirada cargada de mal humor, aquí no hay solo alcohol. - Dylan, si esa tipa te hizo drogarse la voy a --
- Nadie me obligó a nada. - ladró y se levantó para tomar las llaves del auto, las cuales le quité. - Damelas. - me miro amenazante.
- No, no puedo creer que lo hayas hecho, estoy apunto de conseguir una beca deportiva para ir juntos a la universidad y tu te drogas con una tipa que en mi vida había visto. - le grite, el enojo estaba creciendo en mí, junto con la ligera decepción.
- ¡Deja de hablar de una buena vez, coño! - mi piel se erizo. - Samy, no. - levante la mano en señal que se callara. Hasta aquí.
- Me iré en bus. - tiré las llaves en la mesa de la cocina. - Nos vemos en Semper.
Tome mis llaves de la casa y seguí mi camino. No tenía mi teléfono para llamar a nadie, así que me tocará el bus.
Llegue a la parada después de darme una bronceada por el sol que hacía hoy. Subí al vehículo escolar amarill en cuanto llegó, y me senté en el primer asiento.
Maldita sea Dylan, conseguirás una beca deportiva y te comportas así. Con razón anoche me ignoraste, esa tipa te tenía en las nubes de la peor manera.
Bajando del bus me encontré a Matt, riendo con los chicos en la entrada, su mirada cayó en mi al verme bajar de esta cosa amarilla. No quería hablar, así que simplemente seguí hacia mi casillero, ignorando a Luna en el camino. Y justo cuando iba a abrir la compuerta, esta es cerrada de mala manera.
Dylan había llegado, debe haberse ganado aunque sea media multa con lo rápido que llego, aunque a lo mejor se tiro a la oficial.
- ¿Puedo hablar contigo? - tengo la mano en el cerrojo aún, no pretendo mirarle. - Samy, no lo volveré a hacer, te lo prometo.
- ¿Me lo prometes? - bufé. - ¿Igual que la última vez? - golpee su pecho y empece a murmurarle todo, tampoc medio Semper se tenía que enterar de todo. - ¿Sabes lo que me costó hacer que dejaras a esa zorra drogadicta hace años? ¿Sabes las noches que no dormí para que no te escaparas? Lo habías prometido, y no solo a mi, a nuestra maldita familia. - no paraba de golpearle, él no se defendía, solo miraba al piso. - A mi no me vuelvas a prometer ni mierda, y más te vale que en el partido de mañana te luzcas, porque si no te dan esa beca, si te darán un funeral, porque voy a matarte.
- Deja de actuar, Samantha. - aquí si tomo mi muñeca, la que le estaba propinando los golpes que estoy segura que ni sentía, y la soltó bruscamente. Se empezaron a aglomerar personas a nuestro al rededor, eso había llamado la atención. - No quieras hacerte la responsable cuando solo andas como una zorra teniendo sexo con tu noviecito hasta en los baños públicos.
No se que me paso por la mente. No se porque lo hice, no se que impulso me llevo a eso.
Acabo de abofetear a mi hermanastro. En medio de los pasillos llenos de personas, justo cuando el timbre ha dado el comienzo a el itinerario escolar.
Veo que el equipo aparece entre todas las personas, no saben como reaccionar.
Me ido de allí, directo a mi clase, estaba apunto de llorar, no, de hecho, ya lo estaba haciendo, pero me importó muy poco. Simplemente me senté en mi sitio, todos los que entraban me miraban con dudas y pena.
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Criada por ellos.
Teen FictionProblemas. Enfretamientos. Armas. Familia. Y los más importante, fútbol. Todo aquello que define a los problemas de Semper. Amor. Ruptura. Inicio. Desenlace. Final. Hormonas. Y los más importante, carácter. Todo aquello que define a Samantha Collema...