Capítulo 21 - Tragame tierra y escupeme en Dubai

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Hoy no había clases. Día del baile, lo único bueno de tal día.

Pero de igual manera mi cuerpo tenía que hacer presencia en las prácticas de los chicos hoy, David tenía que salir de la ciudad unos días y me iban a poner de coach temporal.

Entre a la cancha y una palmada en mi trasero me hizo voltear rápidamente, los chicos estaban dándole vueltas a las canchas y no me había fijado de que venían tras mío. Dylan era el responsable de que ahora me ardiera una nalga.

- 10 vueltas más por culpa del capitán. - grité y me senté al lado del entrenador.

- No eres la coach. - grito mi hermano.

- 10 vueltas más, Colleman. - sentenció David

Reí para mis adentros y me senté a ver las tácticas que el coach tenía planeadas. Sentí un escalofrió en mi nuca, no le di importancia y seguí con lo mío. Unos brazos rodearon mi cuello, y todo el peso de dicho cuerpo cayó sobre mí, un chillido agudo hizo que mis tímpanos retumbaran y un leve dolor de cabeza me azotara.

- ¡Prima! – oh no, por favor, alguien mátela y llévesela lejos de aquí. - ¿Por qué no me trajiste a ver las prácticas de estos muchachones? – el descaro se asomaba en la mirada de Layla hacia mis chicos.

- Lárgate a la casa. – me la quité de encima y me senté en el césped. – Déjame en paz.

- Jovencita, tiene que dirigirse a las gradas. - David dijo frío, hasta yo lo obedecería.

Esperen, No, que va. Me le hubiera reído en su cara.

Mi querida prima refunfuño y se fue a las gradas, yo seguí en lo que estaba hasta que llegó el momento de jugar. Formé los equipos y empezaron. Mi bolsillo delantero vibró, dando a entender que tenía que ver el mensaje que había llegado, lo desbloqueó y veo que es Luna.

- SOS

- ¿Qué pasa?

- Solo ven a mi casa.

Rode los ojos y me disculpe, no tuve problemas para irme porque, al fin y al cabo, yo sé de fútbol. Tomé las llaves de James y me fui hacia el estacionamiento, en lo que buscaba el vehículo me llegó otro mensaje de Luna.

- Alguien quiere verte

Me reí levemente y encontré la Jeepeta al subir la mirada. Me subí a esta y arranque.

Al llegar a su casa me aparque y bajé rápidamente, abrí la puerta de una patada, sin romperla mucho, y mi corazón dejó de latir por un segundo.

Trágame tierra y escúpeme en Dubái.

Mis ojos recorrieron cada detalle de ese rostro, para detenerse en esos ojos azules, un nudo en mi garganta estaba dándose a conocer y mis lágrimas se empezaban a asomar.

Pero él no iba a ver cómo me afecta, No se lo iba a permitir.

Tragué fuerte y suspiré.

- Hola. - dijo poniéndose de pie.

- ¿Qué haces aquí? - dije seca.

- Vine a buscarte, no debí desaparecer como lo hice, Samy yo... - lo detuve, no estaba para sus excusas

- No necesito tus explicaciones ensayadas. - mi mirada se fijó en la suya, y un choque eléctrico recorrió todo mi cuerpo, tenía ganas de abrazarlo, besarlo, brincar sobre él, pero no. - Puedes irte por donde viniste.

- ¿Hay alguien más? - esa pregunta me tomo desprevenida. Su mirada volvió a enganchar con la mía. - Así que alguien más tomo lo que es mío.

- ¿Crees que después de lo que pase contigo volveré a confiarle mi corazón a alguien? No seas ridículo. - me burlé y di media vuelta. Salí de la casa, no sin antes escuchar un grito de su parte.

Criada por ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora