29 - Del auto a la fiesta

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Habían pasado 5 días desde la última aparición de la familia Hardeson, no habían dado señales de vida pero, eso no implica que mi hermano este como un loco sobre protector. Apenas me ha dejado montar la fiesta sorpresa de Matt, la cual estoy terminando de organizar con Luna en la hora del almuerzo.

- Entonces, aquí están mis llaves. - le tendí el llavero que tenía un balón plateado de futbol colgando, ganando una mirada curiosa de porque poseo una llave de su casa. - él me la dio. - desvié la vista, la verdad es que me ponía nerviosa el solo hecho de pensar que tengo las llaves de la casa de mi... ¿novio? Aun no me lo pide formalmente, pero creo que puedo decir que es mi chico.

Simplemente sonreí ante esos pensamientos.

- Está bien, entonces, lo mantendrás ocupado hasta las 7 y yo terminare de buscar el alcohol chicos. - asentí. - ¿Cómo lo mantendrás ocupado? - mi amiga me miraba picara, levantando sus cejas de manera divertida.

- No seas ridícula, lo obligare a acompañarme al centro, aun no poseo mi vestido de graduación, la cual es en cuestión de dos meses. - mire mi plato de comida, el cual tenía medio pedazo de pizza. - De verdad que el tiempo vuela.

- Dímelo a mí, hace 6 meses pensé que me iba a graduar sin amigos. - me abrazo, lo cual me sorprendió, no esperaba un comentario ni una reacción así. Le correspondí el abrazo y mis ojos se aguaron, de verdad que le quiero.

Las puertas de la cafetería se azotaron, mi cuerpo se tensó, ¿Qué hacen aquí los Tigres? La mirada del capitán cayó en mí, a lo cual sonreí socarrona, ¿Qué pretende? El individuo se acercó a mí, con su sequito o mejor dicho, equipo.

- ¿Dónde está Colleman? - arquee una ceja

- La estás viendo. - me puse de pie, si cree que me iba a intimidar, se metió con la chica equivocada.

- No seas ridícula. - acaba de golpear mi hombro. Oh papito, no lo hiciste. Mi puño derecho termino en su quijada, provocando que se sobe el golpe.

- Primero, no soy ridícula, segundo, no sé dónde está, y ni aunque supiera te diría, lárgate de nuestro territorio, imbécil. - me estaba cabreando.

- Te dejare un mensaje para que se lo des. - agarro mi cara, con fuerza. - Dile que se metió con la chica equivocada para tener sexo. - me soltó, provocando que mi culo volviera al asiento y mi espalda chocase con la mesa, dejándome un gran dolor que se, que se tornara morado.

Los tigres se fueron, la cafetería entera cayo en mí. Tenía que ir a decirle a Dylan y a recordarle que tiene que saber dónde meter su pene. Pero eso será mañana, hoy el día era para Matt y no iban a dañar mis planes.

Luna me insistía en decir lo que paso, ya que, evidentemente se iban a enterar y que sea mejor que salga de mí, le di la razón, pero mierda, no pretendía dañar el día.

Salimos a los pasillos, encontrándome de cara con Jackson, el cual me sonrió y guiño un ojo, me quede confundida hasta que sentí un brazo en mis hombros, que al fijarme, era el cumpleañero. Sonreí y lo abrace.

- Eres un estúpido. - oí como rio. - Hoy es tu cumpleaños y apenas quisiste aparecer ahora. - me alce para besarle, a lo cual me correspondió, sonrió a mitad de todo. - Feliz cumpleaños.

- Feliz cumpleaños cuñis. - Luna le otorgo un abrazo, al igual que Jackson.

- Gracias, gracias. - Reeves hizo una reverencia, divertido.

- En el entrenamiento te tocara lo tuyo. - el cierre hablo antes de desaparecer entre la multitud, haciendo que mi chico se tense,

Mi chico, que lindo se oye.

Criada por ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora