Michael se quedó esta noche con Dylan, así que estoy de camino a la casa gracias a Reeves. Todo el camino fue silencioso, yo estaba muerta del cansancio, terminé por dormirme, y para cuando abro los ojos, ya hemos llegado a casa, pero yo no quiero estar sola.
- Matt, ¿podrías quedarte? No quiero estar sola en este momento. - me abracé y lo miré, este asintió y estacionó mejor el vehículo. - No quiero obligarte ni nada, es que, con todo lo de hace rato. - me cortó
- Todo sea porque estés tranquila. - sonreí y ambos bajamos, y me percate de los otros dos vehículos que están frente a la casa. Mike y James. - Además, ya me habían dicho de hacerlo, pero quería que tú me lo pidieras. - pasó su brazo por encima de mis hombros, mientras yo veía como 4 tipos venían hacia mi casa.
- ¿Pensaste que tendrías una noche de pasión? - habló James, burlándose. Giré los ojos mientras negaba divertida, y abrí la casa. - Opa, Ricky, pídete dos pizzas, aun nadie ha comido nada, hasta donde sé.
Y no se equivocaba, pero yo necesitaba un baño, así que me excuse y me metí a mi habitación, con Matt pisándome los talones. Llegamos a mi habitación, y él solo se quedó recostado del marco de la puerta, mirándome.
- Una foto te dura más. - le dije mientras me quitaba las botas.
- Ya tengo muchas imágenes mentales tuyas, con y sin ropa. - me reí ante ese comentario. - ¿Sabes que si quieres hablar, estoy aquí, verdad? - asentí, y él se adentró en el cuarto, sentándose a mi lado en la cama. - Ese tal Jack no se acercara a ti, te lo juro. - y me abrazó, de estos abrazos que te calman las tormentas mentales.
Pero mi felicidad es efímera, Jackson vino a tocar la puerta y hacer el ridículo, solo para decir que ellos dormirán en los sofás. Reeves salió de la habitación y yo me metí al baño, fijándome que aun andaba sin interior, ups.
El agua salía tibia, al menos me relajaba. Salí en toalla, había dejado toda la ropa afuera y la puerta abierta. Tomé una pijama cualquiera y bajé hacia la cocina, ya la cena había llegado, así que tome un plato y mi vaso personalizado de Supernatural, para después salir a la sala y encontrarme a 5 idiotas, jugando en el play, gritando y mañana había clases.
- En dos horas se apaga la consola, mañana hay clases y ustedes necesitan ir a buscar ropa a sus casas. - tomé 3 pedazos de pizza y me serví soda, la cual, estaba justo al lado de Matt, por lo cual, me senté en la silla a su lado, la cual no estaba usando, todos estaban en el piso.
- Trajimos ropa, y Dylan dio permiso de utilizar su closet en cualquier caso, así que. - habló Sebastián, ganando que yo respirara profundo. Eso implica que iban a amanecer en claro.
Al final me quede dormida en el sofá, viéndolos jugar.
Puedo decir que eran como las 4 de la mañana, y yo simplemente me desperté, sin razón aparente. Me senté en la cama y miré por la ventana, estaba muy oscuro y yo me confundí, me había dormido en el sofá.
Bajé a la sala, encontrándome 4 cuerpos repartidos en todos los muebles, ¿Dónde esta Reeves? Pase a la cocina, y él estaba allí, viendo el teléfono mientras bebía del vaso, y sin camiseta. Su mirada subió al leve sonido de la puerta.
- ¿Y tú despierta? - murmuró, claro está que no queríamos despertar a nadie.
- Creo que no pensar tanto me despertó al final. - me senté en la encimera, frente a él. - ¿y tú?
- Bueno, por preocupación de que te levantaras y no encontraras a nadie. - dejó el celular a un lado, al igual que el vaso. Y se acercó a mí, colocándose entre mis piernas. - Sé que no es un momento para eso, pero a estas horas, verte con poca ropa, no es favorable. - su aliento chocaba con mi respiración, simplemente sabe cómo seducirme.
Pasé mis manos por su cuello, dándole a entender que podía hacer lo que sea. Sentí sus manos en mis muslos, subiendo, hasta llegar a mi espalda, y acercarme más. Mis manos bajaron hasta su abdomen, pasando mis uñas en un viaje hasta su espalda baja. Me bajo de la encimera, y me puso de espaldas a él. Tapo mi boca con la mano, y la otra la llevo dentro de mis pantalones, que cabe destacar, son shorts y yo no duermo con ropa íntima.
Él empezó a tocar, entrar y salir, y yo tratando de no hacer ningún ruido posible, pero era difícil.
- Creo que deberíamos encerrarnos en tu habitación. - me susurró al oído.
Acto seguido, estábamos encerrados en mi cuarto, el haciendo lo suyo ahí debajo, lamiendo y tocando lo que se le plazca, y yo mordiendo una de mis almohadas para apaciguar los gemidos.
Empezó a subir, dejando besos y leves mordidas en el transcurso, y me miro, a pesar de la oscuridad, podía sentir esa mirada lujuriosa. Estiré mi brazo hacia mi mesa de noche, y saqué aquello que le daría paso a que prosiga.
No hay que dar tantos detalles.
••
- ¡Hijos de puta, levántense! - grité en media sala, haciendo que los 4 pendejos se levantaran de golpe. - ¿Y sus alarmas? - me crucé de brazos, mientras hacía resonar mi pie en el piso.
- Al parecer no sonaron. - dijo Sebas, abobado del sueño. No puede ser, tuve sexo a las 4 de la mañana y tengo más pilas que estos 4.
- ¿Dónde está Matt? - tomé mi teléfono y respondí un mensaje de Dylan
- Preparando el desayuno. - subí hacia el cuarto de mi hermano y tomé la mochila con ropa que había hecho hace rato. - Bien, creo que no me falta nada. - di un último vistazo y cerré, pero mi corazón se detuvo cuando oí la puerta cerrándose. - ¿Qué mierda quieres? - pensé que era uno de los chicos, pero al girarme, mi cuerpo empezó a temblar.
¿Cómo tenia los cojones de aparecer? ¿Por qué el? En este momento prefiero a Jack, no a este hijo de puta. Mi cuerpo no responde, y el solo se acerca cada vez más.
Estoy tragando en seco, y su sonrisa macabra no me tranquiliza.
- Vaya, vaya... - paso sus dedos por mi mejilla. - Aun no sé cómo pudiste escoger a mi hermanito. - la puerta empezó a sonar, estaban tocando. Hardeson reaccionó y tapó mi boca, pero yo pude reaccionar y meterle una patada para poder tirar el grito más fuerte de mi vida, y después oír como la puerta era abierta a golpes, por la cual entraron 5 hombres, cabreados. - Tenías que quedarte callada, enana de mierda. - él me tiró una mirada asesina, antes de salir por la ventana.
Matt, junto a Jackson y Mike salieron a buscar a Hardeson, Sebas y Ricky se quedaron conmigo, yo no había dicho nada, no he procesado lo que había pasado, ¿Qué mierda buscaba el aquí? ¿Dónde estaba escondido? ¿Cuánto tiempo lleva el aquí?
Salimos de la casa, asegurando todas las ventanas y puertas, me subí al coche de James y partimos hacia clases, ya iría al hospital a mitad del día.
•••
- ¿Cómo que ese hijo de puta estaba en mi casa y tocó a mi hermana? - Dylan se iba a parar de la cama, pero aún estaba resentido de los golpes. - cuando lo vea, hare que desee estar muerto, ese maldito infeliz. - me acerqué a su cama, y tomé su mano.
- Tienes que calmarte, no puedes alterar mucho, no sabemos si eso puede hacer que te dejen más días aquí. - le sonreí, pero no iba a negarlo, estaba muerta de miedo, no sé cómo ese tipo entró en la casa.
- Le diré a los muchachos que tomen turnos, aquí vamos a cuidarte todos, y yo no puedo hacer mucho. - su mirada viajo de mí, hacia el que estaba sentado en el sofá, viendo el teléfono. - Tú serás fijo. - mire a mi hermano a tal punto de casi matarle.
Esta es la semana del cumpleaños de Matt, planeaba hacerle una fiesta sorpresa en su casa, ya que estará vacía. Pero ese hijo de puta, haciendo esto, no me dejara hacer nada.
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Criada por ellos.
Teen FictionProblemas. Enfretamientos. Armas. Familia. Y los más importante, fútbol. Todo aquello que define a los problemas de Semper. Amor. Ruptura. Inicio. Desenlace. Final. Hormonas. Y los más importante, carácter. Todo aquello que define a Samantha Collema...