Zephyr
Hace más de media hora que llegué a casa, y sigo sin poder quitármelo de la cabeza. A pesar de mi borrachera de anoche, no tengo dolor de cabeza.
Mi abuela estaba en el salón, sentada en su viejo sillón cubierto con una tela de bordado que ella misma había hecho, viendo su serie de televisión favorita, mientras yo estaba en mi habitación intentando concentrarme en leer un libro en Wattpad.
Esta semana no tenía deberes, ya que los profesores estaban muy ocupados organizando una fiesta de bienvenida para los nuevos alumnos de intercambio, y tampoco tenía nada que hacer... Mis mejores amigas estaban en Dios sabe dónde, y no contestaban sus respectivos teléfonos.
Entonces me levanté de mi cama y pensé en salir a caminar para distraerme mientras escuchaba música. Salí de mi habitación, y bajé las escaleras en dirección al salón.
-Abu, voy a salir para tomar un poco el aire, ¿quieres que te traiga algo? -pregunté.
-No pequeña, estoy bien, no llegues muy tarde que haré estofado -canturreó la última palabra, haciendo que yo sonría en su dirección. (¡Me encantan los estofados de mi abuela!) -¡Y ten cuidado! -advirtió antes de que cerrara la puerta.
-¡Lo tendré, hasta luego! -cerré.
***
Media hora más tarde estaba caminando en dirección a la casa de una de mis amigas, porque es demasiado raro que no tenga ni una llamada de su parte. Sus casas no estaban tan lejos de la mía, ya que vivía cerca de su vecindario.
Me paré un momento para ver la pantalla de mi teléfono, las 5:11pm
Al ser casi verano, no oscurecerá hasta las 9:30 pm.
Pero me di cuenta de que no había nadie en la calle...
Me puse nerviosa al pensar que podrían estar observándome. Hace un par de días que siento lo mismo, o puede que me estuviera volviendo paranoica.
Unos minutos después de caminar y llegar a la casa de Emma, estoy tocando su timbre. Al parecer, es verdad que sus padres no están en casa; si no mal recuerdo, se habían ido a un viaje de negocios. Son demasiado controladores con ella, tanto, ¡que hasta querían dejarle una niñera! Pero por suerte suya eso no pasó.
Se abre la puerta automáticamente. Su casa es muy grande, y si no fuera porque ya la conozco, me habría perdido al segundo de estar dentro.
-¡Emma, ¿dónde estás?!-grité para que me escuchara. Busqué su habitación en él segundo piso porque nadie me había atendido en la puerta. Toqué dos veces, y cuando abrí la puerta vi a Emma en toalla, peinándose el pelo.
-¡Hola Zeph! -sonrió al verme, y le hice una mueca de enfado.
-¿Cómo qué "Hola Zeph"? -la miré incrédula-. ¿Sabes lo preocupada que estaba por ti y Vanessa? -hice una pausa-. Cuando te llamo me sale teléfono no disponible, y él de Vanessa ni contesta -Emma mira con indiferencia a la nada.
-Yo me quedé sin batería, aunque se me olvidó encenderlo-dijo-, y de Vane no sé nada -admitió con la voz un tanto preocupada.
Entonces un ruido que proviene del baño de su habitación interrumpe nuestra conversación, y le dirijo una mirada interrogante a Emma, que ahora parece un poco avergonzada.
-Si no sabes nada de Vane, ¿quién está en la ducha? -pregunto mirando en dirección a la puerta de su baño. Se ríe con nerviosismo.
-Espera...-hago una pausa un tanto dramática-. ¡No me digas que es...! -la miro con los ojos abiertos como platos, y haciendo una perfecta O con la boca.
-Francis -dice en un susurro. No sé ni como he aguantado la risa, ¡pero esto es una novedad!
-Me voy -solté después de unos minutos de asimilación-. No quiero toparme con un Francis desnudo, y tampoco tengo ganas de quedarme sujetando velas -me río por lo bajo, y mi amiga esboza una sonrisa.
-Gracias por preocuparte por mi Zeph -dice con aire tierno.
-No te preocupes, es lo que hacen las amigas -No te preocupes, es lo que hacen las amigas -dije mientras me dirigía a la salida para volver a casa.
Ya era un poco tarde para ver si Vanessa estaba en su casa, y conociéndola, seguramente no.
***
Al entrar a casa siento el olor a estofado, así que me dirijo a la cocina para sentirlo más de cerca. Veo a mi abuela sentada en la mesa de la cocina leyendo una revista.
-Hola, abuela, volví -le sonrío, y me devuelve la sonrisa.
-Bienvenida, pequeña. El estofado ya está listo -su sonrisa crece aún más.
-También estoy haciendo pavo al horno, por si el estofado era poco -dijo mirándome alegre. ¿Y eso?
-Vino un amigo tuyo muy simpático, preguntando por ti-la miré extrañada, ¿qué amigo? -. Pero como no estabas, le invité a cenar con nosotras -sonrió inocente.
-Pero no te preocupes, tu amigo salió un momento, diciendo que estaba un poco ocupado -volvió su mirada a la revista, y me quedé mirándola perpleja.
En un momento pensé en Darion. (No, no creo... ¿o sí?) Esto era demasiado raro, de todos los chicos que conocía a ninguno le tenía tanta confianza como para decirle donde vivo, las únicas personas a las que di mi dirección eran: Phillips; por temas de dirección claramente, y mis dos mejores amigas. Pero claro, esas son las personas a las que les di yo, aunque no creo que mi abuela vaya por ahí dándole nuestra dirección al primero que pase por la calle.
(¿Alguien me habrá seguido, mientras volvía de alguna parte quizá? Esto no deben de ser paranoias mías.)
Suena el timbre, sacándome bruscamente de mis pensamientos. Siento un escalofrío al pensar que podría ser un asesino o un secuestrador. Mi mente empieza a formular miles de horribles escenas. ¿En qué estaría pensando la loca de mi abuela al invitar a un desconocido a cenar en nuestra casa?
Antes de que pudiera gritarle a mi abuela para que no abriera, ella ya estaba en la entrada abriendo la puerta.
Cogí lo primero que encontré y corrí lo más rápido que pude hasta la entrada. Me paralicé al ver quién estaba fuera.
-¡Pasa, chico, no seas tímido! -.
***
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Sayonara 🌚
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Vampiro Secuestrador
VampireDarion es un vampiro muy posesivo, que tiene una extraña relación con Zephyr, una joven de 19 años. Él busca la forma de hacerla solamente suya...