De repente el chardonnay me trajo un mal sabor de boca.
-¿Lo sientes? Es el sabor del hippomane mancinella que tienes en tu cuerpo -dijo y después dio otro trago a su bebida. Dio la vuelta a la barra y se sentó en un taburete.-No sé mucho sobre esta planta, pero por los síntomas, sé que no será letal para ti, simplemente te provocará algunas molestias, alucinaciones, mal sabor de boca, y en algunos momentos, humor de hombre lobo en su primera muda -explicó.
Mierda, estaba jodido.
-Llamaré a Branislava, seguramente ella sepa la cura -habló Kal. Dejó su vaso medio vacío en la barra y se levantó para sacar su móvil del bolsillo de su pantalón.
Mientras Kal hablaba con Branis, yo me levanté del sofá y le di mi copa a Ambrose. De pronto escuché a Zephyr hablando con alguien desde fuera de la entrada principal de mi casa. No la había visto desde que saqué a Colin del Diamond Club, y la había dejado con mis primos.
Seguramente esté enfadada conmigo, será la segunda vez hoy. Soy un completo estúpido, con todos mis años de vida y me dejo envenenar.
Caminé hasta llegar a la entrada principal, pero antes de abrir la puerta me paré. Ella estaba hablando con mi primo Adonis.
-No deberías involucrarte con personas como él, como puedes ver, está demasiado obsesionado contigo, tanto que hasta él se aprovecha de ti, si no lo cortas, se volverá tóxico -habló él.
(¿CÓMO MIERDAS SE ATREVE ESTE A HABLAR ASÍ DE MÍ?)
Abrí la puerta de un golpe, y me abalancé sobre Adonis. Por suerte suya, él lo esquivó perfectamente. Yo estaba ciego de furor.
-¡Qué diablos! -exclamó Adonis limpiándose el traje.
-¡Kal, hay que detenerlo, ha empezado a alucinar! -gritó él.
En ese momento solo vi la estaca de madera perforando mi corazón.
***
Me levanté poco a poco sintiendo dolor por todo el cuerpo. Gemí al sobarme la herida del corazón. Las estacas de madera no son letales, pero sus heridas tardan en regenerase. Y si uno no se regenera es vulnerable.
Lo primero que vi fue a Zephyr mirándome con ojos de preocupación, sentada en el borde de la cama que yo estaba. Se había quitado el vestido, y traía ropa normal puesta. Ojalá no hubiera pasado lo que pasó, me hubiera encantado quitarle aquel vestido en la noche y haberla hecho más mía de lo que ya es.
Después, levanté la mirada y vi a mis tres primos de pie en frente de nosotros.
-¿Quién fue el listo, al que se le ocurrió perforarme el corazón? -hablé con tono serio.
Calix apartó un poco la mirada, dejando al descubierto su trapo sucio.
-Déjate de tonterías, que aún tienes que tomar la cura -apareció Branislava por el marco de la puerta con un cuenco plateado.
Ella se acercó, y muy a mi pesar Zephyr se apartó un poco para darle espacio. Después apareció Ryan con algo de intranquilidad en su mirada.
Me odio, las personas que más quiero están preocupadas por mí, y todo por un maldito descuido.
-Tómatelo todo -ordenó Branis.
Hice lo que me dijo, e instantes después sentí que algo me quemaba en la garganta.
Branislava cogió a Zephyr del brazo para que ella se apartara.
De pronto empecé a vomitar sangre sin parar. Cuando por fin paré, la sangre se movió hasta el suelo y empezó a formar una frase, o más bien una amenaza.
"Sé que esto no te matará, pero la próxima vez no serás tú el que tome este veneno"
-Como en los viejos tiempos -opinó Branislava, con una sonrisa irónica.
-Mierda... Tengo que llamar a Hans -anuncié. Intenté levantarme, pero el dolor no me permitió hacerlo.
-Ni hablar, que alguien haga eso por ti, necesitas descansar -habló por fin Zephyr que hasta el momento estaba en silencio.
Volvió a acercarse a mí y observó mi herida descubierta.
-¿Tardará mucho en curarse? -preguntó girándose hacia Branis.
-Al ser en el corazón tardará unas doce horas aproximadamente -contestó Adonis.
(Adonis... Tengo un tema pendiente contigo)
Puede que solo haya alucinado, pero no lo olvido. Lo dejaré para más tarde, porque en este momento solo quiero pensar en proteger a las personas que quiero.
-Amor, estoy bien, no he descansado por heridas nunca, ¿por qué lo haría ahora? -argumenté mirándola, con la comisura de los labios alzada.
-Darion, por favor, hazlo por mí -pidió Zephyr.
-Vale, mi princesa -no pude resistirme y cedí a sus encantos.
Sin decir nada, Ryan, Branislava y mis primos se fueron, dejándonos solos en mi habitación.
-Amor, no vayas al instituto, quédate conmigo -pedí mirándole a los ojos, suplicándole con éstos.
-Es lo que iba a hacer, no quiero dejarte solo -confesó.
Me moví en la cama para dejarle espacio, y se acostó a mi lado. La rodeé con mi brazo derecho y ella se acurrucó en mi pecho.
***
Zephyr se había dormido, se ve que estaba cansada, al haberse desvelado toda la noche. La dejé durmiendo en mi cama y me vestí.
Salí de la habitación y me dirigí al salón.
-Ambrose, ¿dónde está Ryan? -pregunté.
-Estoy aquí padre -escuché su voz detrás de mí.
-Ryan, por favor, cuida a Zephyr, tengo que salir a resolver varias cosas -comuniqué. Él asintió con una sonrisa, y yo desaparecí en dirección a la casa de Hans.
Pasé todo el camino entre los árboles, llegué al portón y me abrieron.
-Saludos Darion, sabía que vendría, pero podía haber llamado, justo ahora tengo asuntos de los que ocuparme, así que no tendré mucho tiempo -habló Hans que estaba sospechosamente sin ningún guardaespaldas cubriéndole.
-No le tomaré mucho tiempo, quiero enseñarle algo... -declaré.
Saqué mi móvil del bolsillo de mi chaqueta y le mostré la foto del mensaje en el suelo de mi habitación.
-Vaya, parece que lo estaba adivinando -habló para sí mismo.
Guardé el móvil y le pregunté con la mirada.
-¿Recuerda el grupo de asesinos del que le hablé? Pues es justo el tipo de mensaje de advertencia que ellos dan -.
***
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Sayonara 🌚
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Vampiro Secuestrador
VampireDarion es un vampiro muy posesivo, que tiene una extraña relación con Zephyr, una joven de 19 años. Él busca la forma de hacerla solamente suya...