Me sentí rara diciendo la palabra "novio", aunque me provocó un tanto de satisfacción volver a saber que aquel ser varonil era mi novio. Pero realmente esta era la primera presentación "formal" que había hecho frente a alguien.
-Darion, estas son Emma y Vanessa, mis mejores amigas -presenté.
-Un placer, señoritas -expresó Darion con galantería.
-Igualmente -dijo Emma con su timidez presente.
-Cuanto tiempo sin ver este regalo para la vista, ¿te habías mudado? Zephyr nunca quiso decirnos qué te había pasado -comentó Vanessa, posando una mano en la barbilla con aire pensativo.
(Vanessa, tan directa como siempre)
-Algo así... -respondió Darion, mirándome de reojo.
-¿Nos vamos chicas? Llegaremos tarde a la siguiente clase -dije para que Vanessa no hiciera más preguntas.
Me giré hacia Darion y le di un breve beso en la mejilla.
-Te veo luego -sonreí, y me fui con mis amigas a hacia la siguiente clase que nos tocaba juntas.
***
-¿Comerás con nosotras o...? -curioseó Emma.
Era la hora del descanso y estaba al lado de mi taquilla buscando su llave, que me era imposible encontrar por estar sujetando la mochila en la rodilla mientras buscaba. Solté un gruñido con las cejas fruncidas.
-Deja que te la sujete, para que puedas buscar mejor -soltó Emma agarrando mi mochila de la parte trasera.
Metí la mano en el fondo de la mochila y encontré la diminuta llave.
-¡Oh, te adoro Emma! -exclamé contenta.
Ella se limitó a sonreír y abrí mi taquilla.
-¿Qué decías Em? -pregunté por no haberle prestado atención antes.
-¿Te irás a comer con tu novio? -preguntó mirándome atentamente.
-No, ¿acaso te vas tú con el tuyo? -.
-No, pero es diferente... -respondió-. Yo no quiero irme con él porque siempre está con sus amigos del club de futbol, y ya sabes cómo son todos... -explicó abrazándose a sí misma.
Lo que decía Emma tenía sentido, ella es una chica tímida y si está en medio de ese montón de idiotas engreídos seguro se agobia.
-Bueno, de todas formas, mis amigas son lo primero -sonreí y cerré mi taquilla después de haber cambiado unos libros.
Eché una ojeada al pasillo para ver si veía a Marco, pero no lo encontré en ninguna parte. Supuse que vendría a verme, por lo del otro día, pero supuse mal. Por alguna razón sentí desconfianza hacia él, ¿un día quería ser mi amigo y otro evitarme?
Olvidé el asunto y me dirigí a la cafetería acompañada de Emma.
***
-¿Y tu novio Zeph? -preguntó Vane, cuando Emma y yo ya estábamos sentadas en nuestra mesa habitual.
-Ni idea -mordí mi manzana sin darle mucha importancia al tema.
Darion seguramente estaría espiándome de lejos, o puede que, zampándose a alguien, ya que es un vampiro... Y eso hacen los vampiros, ¿no?
Ahora que lo pienso, nunca le he visto beber sangre de otra persona que no fuera yo. ¿Cómo lo hará? ¿Los deja inconsciente y luego bebe, o tendrá victimas de su belleza que lo dejan beber por puro morbo?
Es algo que le preguntaré cuando tenga la oportunidad.
-¡Pero si eres su novia! Tendrá que al menos decirte por dónde anda -argumentó Vanessa cruzando los brazos.
En ese momento vi a Darion rodeando la mesa y sentándose a mi lado.
(Que oportuno)
-Hola princesa, perdón por no venir antes, estaba muy ocupado poniendo al día algunas de mis asignaturas -se excusó y luego me rodeó la cintura con el brazo. ¿Estaba actuando? Porque lo hacía muy bien.
-Me alegra volver a verlas chicas -se giró hacia mis amigas y habló dedicándoles una bonita sonrisa.
-No quiero sonar muy interesada Zeph, pero, ¿en qué fábrica consigo uno de estos? -preguntó Vanessa.
Sonreí al escuchar como Emma le daba una patada debajo de la mesa y Vanessa se quejaba por el dolor.
Luego de eso, vi a lo lejos a Marco pasando cerca de la puerta de vidrio que daba al patio trasero. Quería hablar con él, pero no iba a hacerlo, porque sentía que algo no estaba bien. No sé el qué, pero tenía la certeza de que lo averiguaría.
-Chicas, me voy que aún tengo que entregar un trabajo de artes -me levanté-. Y Emma, luego hablamos sobre lo de estudiar física -dije, para luego girarme hacia Darion-. Amor, ¿me acompañas? -sonreí forzadamente para que comprendiera que le necesitaba.
-No tienes que pedírmelo -se levantó con una sonrisa de seductor.
Nos despedimos rápidamente de las chicas y nos movimos entre la gente. Yo le agarré de la mano a Darion y aceleré el paso para que me siguiera.
-¿Pasa algo? -preguntó mientras nos escondíamos detrás de las paredes del gimnasio.
-Shh... -pedí silencio. No sé si hacía lo correcto, pero mi instinto decía que espiara a Marco.
Estábamos un poco apartados del patio principal y de la cafetería. No había gente por aquí a esta hora, a menos que estuvieran haciendo prácticas en el gimnasio. La gran mayoría prefería quedarse con sus amigos en el otro edificio, o en el campo de futbol mirando a las animadoras entrenar.
¿Pero qué hacía Marco en el lugar más apartado del instituto?
Observé a Marco caminar mientras miraba a sus alrededores, hasta que un grupo de chicas salió hablando y haciendo ruido de la entrada del gimnasio. Se giró rápidamente y yo me giré también para que no me viera. Solté un suspiro y esperé a que las chicas se fueran.
Miré otra vez en dirección a Marco aún escondida, al parecer no me había visto, pero se había ido a una zona bastante más alejada de donde yo estaba. A lo lejos, pude verle sacando su teléfono móvil, para un par de minutos después ponerlo en su oído.
-Mierda -solté. No podía acercarme más, porque no había otro sitio para esconderme, y quería escuchar su conversación.
-¿Me puedes decir ya qué hacemos aquí escondidos? -preguntó Darion en voz baja. No tenía ganas ni tiempo en ese momento para contarle todo.
-¿Puedes escuchar qué dice el chico que está en la otra punta del gimnasio? -pregunté, ignorando su pregunta.
-Claro, pero déjame ver -dijo poniéndose delante de mí en el mismo escondite. Miró durante unos segundos y después se giró hacia mí.
-No es un chico, es una mujer -articuló seguro de lo que decía.
-¿Qué dices? -pregunté confundida. Le aparté y miré hacia donde había visto a Marco hablar por teléfono.
(¿QUE COJONES?)
***
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Sayonara 🌚
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Vampiro Secuestrador
VampireDarion es un vampiro muy posesivo, que tiene una extraña relación con Zephyr, una joven de 19 años. Él busca la forma de hacerla solamente suya...