Vampiro Secuestrador

030.- Un bourbon

Darion

Darion

Una hora más tarde, estábamos en el Diamond Club. No quería traer a Zephyr a este lugar, por varias razones.

Pero todos insistieron, ya que es un lugar conocido entre nosotros. Y a la mayoría de los sobrenaturales no nos gusta estar en medio de tantos humanos en un espacio pequeño, al que le dicen discoteca.

El Diamond Club es el lugar perfecto para nuestras especies.

Los humanos que hayan dentro de este club son los suficientes, y todos son personal de club. No sé cómo es esto posible, pero el dueño seguramente tenga un pacto con el alcalde de la ciudad, o le haya engañado de una forma muy ingeniosa.

Pero, por otro lado, para que no entraran humanos ajenos aquí, había un filtro o control, que al pasar un humano común, olvida que estuvo aquí y se da la vuelta para irse, y no volver.

Zephyr no era oficialmente sobrenatural, pero pudo pasar por el filtro de humanos. Claramente, no le dije nada sobre el filtro, ya que tenía total confianza en que ella pasaría.

-¿Vienes a este lugar muy a menudo? -preguntó Zephyr, mirando a su alrededor con ojos curiosos.

-Hace algún tiempo que no vengo -respondí mirándola. La última vez que había venido, fue cuando ella estaba en el hospital, y yo demasiado enfadado conmigo mismo.

Se giró hacia mí y me mostró una breve sonrisa. ¿Qué le rondará en esa bonita cabecita?

Ese vestido le quedaba como un guante, se veía perfecta con aquel color, incluso bajo las luces tenues del club. Se notaba a leguas que era una princesa, incluso sin saberlo.

-Solía venir más con Colin, a él le encanta este sitio -hablé, volteando hacia mi amigo. Se le veía alegre, como siempre, nada fuera de lo normal, salvo que estaba usando su poder...

Pocas veces lo había visto usándolo, su aura se volvía un campo de feromonas, al igual que ahora.

(¡Maldito imprudente!)

Aunque solo les afecta a mujeres humanas, me envolvió el miedo de que atrajera a la parte humana de Zephyr también.

-Amor, demos una vuelta -. No esperé a que Zephyr contestara y rápidamente la trasladé conmigo, hacia el pasillo donde estaba mi habitación del local.

-¡Darion, maldito seas! -empezó a maldecir.

Se me había escapado el detalle de la ceguera temporal...

-¡¿Por qué no avisaste?! -gruñó.

-Lo siento amor, pero tranquila que se te pasará -hablé medio riéndome. Me gusta cuando ella se pone así. Me dan ganas de besarla, y hacerla mía.

-¡Oh! Claro que se me pasará, ¡en media eternidad! -chilló exasperada.

La abracé por la cintura, y rápidamente dejó su humeante humor a un lado. Me acerqué a su cuello y le di un beso, para después succionar esa parte y dejarle una rojez.

Gimió de placer, y buscó mis labios, pero me separé de ella.

-¿Mi princesa quiere más? -pregunté bribón.

-Darion, te estás aprovechando solo porque estoy ciega temporalmente... -habló en voz baja.

-¿Quién dijo que no lo haga sin que estés en esa situación? -sonreí, por mi forma de torturarla.

***

Cuando se fue la ceguera de Zephyr, la dejé en la mesa junto a mis primos y Branislava, me fui directo a Colin que estaba rodeado de mujeres y lo agarré de la camisa para transportarnos a la calle delante del club.

-¡¿Por qué hiciste eso?! -interrogué más enfadado de lo que quería estar.

Colin dejó de sonreír.

-Cálmate, amigo -pidió Colin-. Si ella pasó por el filtro, ¿por qué le afectaría mi aura? -levantó las cejas, y las manos.

-¡¿Y si lo hace?! ¿Acaso esa es tu intención? -hablé más con tono de afirmación que de pregunta.

-Te ciegan los celos, no te reconozco amigo... -confesó él, con decepción.

-¡Y una mierda! -grité.

-Mira Darion, si quieres pelea, no la tendrás porque -.

-Claro, claro, claro, Colin el bueno y pacífico -le interrumpí con sarcasmo-. ¡No eras tan benévolo cuando mataste a tu familia! -escupí sin escrúpulos.

Colin cambió su semblante a uno serio y enfadado, y se puso en posición de confrontación.

-Será mejor que pareces por ahí... -advirtió.

-¡Intenta matarme si puedes, maldito asesino bastardo! -me abalancé sobre él y le pegué un puñetazo.

Él no lo esquivó, pero desapareció y me intentó dar una patada en la espalda, yo la esquivé por los pelos.

El cabrón era rápido. Corrí y desaparecí para subirme a un tejado. Lo localicé y salté sobre él para atraparlo. Volvió a desaparecer en el momento que le cogí y nos transportamos juntos.

Me empujó y está vez me encestó un puñetazo en el estómago. Caí al suelo rocoso y me intentó acorralar para meterme más puñetazos.

-¡ALTO, PARAD LOS DOS! -gritó Adonis, que había aparecido allí en ese momento.

Rápidamente Kal y Calix nos separaron, mientras que nos intentamos resistir para continuar la pelea.

Entonces Kal me mordió el cuello rápidamente para que no pudiera desaparecer. Y Calix hizo lo mismo con el mierda de Colin.

-Calix, Kal, llevadlos a donde no se puedan ver, hay que calmarlos -ordenó Adonis.

-¡Suéltame Kal! ¡Ese bastardo no se merece vivir! -grité intentando zafarme de su agarre.

-¡Muérete Darion, eres un puto llorón de mierda! -gritó Colin al otro lado.

-¡YA! -rugió Adonis.

En ese momento Kal desapareció y nos transportamos a mi mansión. Allí me soltó.

-No hacía falta morderme... -me sobé el cuello con los agujeros que habían hecho sus colmillos.

Odiaba que me mordieran, no solo porque me quitaba el poder de desaparecer, sino porque, aunque durará dos horas la marca y la anulación, dolía como si me metieran cuchillas por cada parte de mi cuerpo.

Un punto débil muy jodido para un vampiro.

-Hacía falta -habló cogiendo de la barra un vaso y la botella de whisky escocés que había junto a éste. Llenó el vaso por la mitad y dio un trago.

-Ambrose, un chardonnay por favor -pedí a mi mayordomo.

-Darion, ¿habías bebido algo fuera de lo normal en el club? -interrogó mi primo.

-¿Qué quieres decir? ¿Insinúas que me he drogado? -pregunté con cierto enojo-. Las drogas no son lo mío Kal -hablé con seguridad y sinceridad.

-No estoy insinuando nada, simplemente te pregunto si has tomado algo fuera de lo normal -habló.

Ambrose me trajo la copa de chardonnay, la agarré de la bandeja y me senté en el sofá.

-Un bourbon -revelé sin darle importancia, y di un trago a mi bebida.

-Primo, creo que te han envenenado -.

***

¡Hey babymoon! 💖

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