Primero que nada, quiero desearles una muy feliz navidad. Espero que todos estén felices con su familia reunida en esta hermosa fecha, que sus corazones se llenen de amor y paz, que al abrir cada uno de vuestros regalos, esa radiante sonrisa permanezca en la memoria de vuestros seres queridos y que sus ojos se llenen de ese distinguido brillo que tanto se anhela.
¡Felices fiestas!
***
NN (Nomen nescio)
El frío que rodeaba el gran castillo de la familia Lemonis, y la nieve que llenaba el jardín, estaban a una temperatura completamente opuesta a la que albergaba en los corazones de esta pequeña familia. Los bufones cantaban y bailaban al son de la música, mientras una pequeña niña se reía de felicidad estando con su amada familia.
-¿De verdad que me dejarás jugar en la nieve papá? -preguntó incrédula mirando un momento por el gran ventanal. Era la primera vez que la dejaban salir en un día tan frío. -Claro, pero no irás a jugar sola -avisó el padre de la pequeña, observando su reacción. -Pero jugaremos los tres juntos, ¿verdad? -miró a su madre que estaba sentada en un asiento más lejano de la grande mesa. -Mi princesa, sabes que mamá no soporta el frío -recordó el rey Lemonis a su hija-. Si quieres andamos en trineo hasta el bosque, y allí buscamos a Kalu -terminó, nombrando a la lechuza blanca de ojos dorados que se dejaba acariciar, y que vivía en aquel bosque de árboles altos muy frondosos.
-¡Bien! -se entusiasmó la princesa, preparando sus cosas para irse con su padre.
***
En el trineo, la pequeña miraba a su alrededor con un especial sentimiento en su corazón, disfrutaba de cada momento con una tierna sonrisa hacia su padre, todo era perfecto. Pero la perfección es algo escurridiza...
Al estar tan felices no se dieron cuenta de que el tiempo se llevaba la claridad de la tarde, y una bella luna llena plateada se asomaba trayendo a unos no muy distantes aullidos con ella.
Rápidamente la felicidad que albergaba los corazones del rey y su pequeña hija fue sustituida por el temor y la desesperación. Unas pequeñas gotas frías, amenazaban con salir de los ojos de la pequeña niña.
-Lo siento Zaphyra, pero tenemos que volver a casa, otro día visitaremos a Kalu -dijo el rey Lemonis, agarrando apresuradamente las riendas del trineo, para emprender un impaciente camino hacia su casa.
Un mal presentimiento invadió la cabeza del rey, sentía que algo no iba bien. Los aullidos desaparecieron, pero el miedo seguía acorralando a los dos Lemonis.
En ese momento, repentinamente un grande lobo negro de ojos brillantes se interpuso en el camino, haciendo que el blanco caballo que llevaba el trineo parara en seco. Por su tamaño y ferocidad se podía deducir que era el alfa de una considerable manada.
Pegó un rugido que hizo que se reunieran todos los lobos del alrededor.
-¿Vamos a morir papá? -preguntó la princesa con grandes lágrimas en los ojos y agarrando fuertemente el brazo de su padre-. No quiero morir, y tampoco quiero que mueras... Mamá nos necesita -articuló la pequeña con voz quebrada. Su padre la miró con una profunda tristeza, pero no derramó lagrima, no lo iba a hacer delante de su hija.
El alfa gruñía a la vez que se acercaba al trineo, y el caballo que hacía que el trineo se moviera, estaba rompiendo las riendas para poder salvar su propia vida. Los lobos beta también comenzaron a acercarse, provocándole más ansiedad al pobre caballo que estaba delante de ellos.
-Por ser nochebuena, os concederé una muerte rápida y puede que no tan dolora -gruñó el alfa, sorprendiendo a la hija del rey Lemonis-. Sí, niña, sé que tú y tu miserable padre podéis entenderme -hizo una breve pausa-. Es muy fácil saberlo, ese colgante demuestra quien es tu madre, y quien es su mujer -la miró con ojos perversos, y se giró hacia su padre-. ¿Sabe tu reina lo codicioso y mentiroso que eres? -soltó después de un grave gruñido.
-Por favor, llévame solo a mí, es solo una niña -pidió misericordiosamente el rey Lemonis, apartando su hija de la mirada del gran lobo. El lobo alfa rugió otra vez demostrando su irritación.
-Por esa penosa actuación, retiro mi promesa, me encargaré yo mismo de que tengas la más dolorosa y peor muerte que haya existido -enseñó sus grandes y afilados colmillos.
En el instante que el alfa se abalanzó al trineo y todo parecía perdido, el tiempo se detuvo y una gran niebla negra cubrió todo el terreno.
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~Especial De Navidad: Capítulo 1/2~
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Sayonara 🌚
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Vampiro Secuestrador
VampireDarion es un vampiro muy posesivo, que tiene una extraña relación con Zephyr, una joven de 19 años. Él busca la forma de hacerla solamente suya...