-¿Te viene a recoger tu novio? Si no viene no tengo problema en llevarte a casa -dijo Emma.
Terminé de tomarme el batido de frutas que Emma había traído y dejé el vaso en la bandeja. Lo lavaría, pero Emma prefería la limpieza del lavavajillas.
-Gracias Emma, pero en efecto, Darion viene a recogerme -sonreí-. Bueno, Emma gracias por haberme ayudado, ten asegurado de que te devolveré el favor -afirmé.
-No pasa nada, como dijiste una vez, es lo que hacen las amigas -habló con su típica sonrisa tímida.
Me despedí de Emma, y al salir de su casa me encontré a Darion esperándome delante de su... ¡¿Lamborghini?!
Simplemente me quedé sin palabras. Joder, amo los deportivos, y no sé cómo mierdas Darion supo eso. Nunca antes había visto un lambo en persona, y me encantaba.
-¿Te vienes amor? -preguntó con una sonrisita bribona en la cara.
-Tú y tus preguntas de doble sentido... -comenté quitando mi foco del super coche que tenía enfrente.
Se aproximó a mí, me rodeó la cintura con sus brazos, y acercó su boca a mi oído.
-Me encanta que pienses mal lo que yo diga, no sabes las ganas que tengo de hacerte mía -susurró y se separó de mí dejándome la sangre de las mejillas hirviendo.
Me cogió de la mano y las puertas del coche se abrieron hacia arriba. Tiró de mí y me invitó a que me sentara en el asiento del copiloto. Rodeó el coche y se sentó al volante, las puertas se cerraron.
-¿Lista para dar un paseo? -preguntó mostrando su perfecta sonrisa.
-Claro, pero luego me dejarás conducirlo -declaré con seguridad.
-Por supuesto, mi princesa -respondió con tranquilidad.
Encendió el motor del coche, y antes de emprender el camino, hizo el coche rugir como la bestia que era.
-Darion, ¿qué hiciste con otro coche? -pregunté refiriéndome al coche que había visto aparcado algunas veces delante de su casa.
-¿Te refieres al Jaguar? Está guardado en el garaje -informó-. ¿Pero no te gusta este coche? -preguntó girándose un momento hacia mí.
-¿Gustarme? ¡Me maldito encanta! Y no sé ni como lo has sabido -dije observando su reacción.
-No lo sabía, este coche me lo han regalado, pero aun así pensé que te iba a gustar, así que lo acepté -explicó.
-Oh, vaya... ¿Y quién te lo regaló? -curioseé, mientras admiraba el coche por dentro.
La tapicería era toda roja, con detalles en negro, y por fuera, el color del coche era lo mismo, pero al revés: negro con detalles rojos. Justo los colores favoritos de Darion.
-Una amiga -contestó, mientras aparcaba el coche-. Ok, ya hemos llegado -apagó el motor del coche.
Me quedé en silencio. ¿Una amiga? Tuve un mal presentimiento. Con todos estos conflictos pasando... ¿aparece "una amiga" y le regala un Lamborghini a mi novio?
(Sí, también puede que solo esté celosa)
De todas maneras, soy demasiado desconfiada, puede que sean mis paranoias, otra vez.
Sali del coche con la ayuda de Darion y observé el lugar al que él me había traído.
Estábamos en un sitio plano dentro de un bosque, que no parecía ser el mismo que había cerca de su casa. Al lado de donde Darion había aparcado, había una especie de monumento ovalado antiguo, que estaba cubierto de plantas de un color verde llamativo.
-Ven, sígueme -pidió Darion y eso hice.
Abrió la puerta y entramos al monumento.
(Oh. Por. Dios.)
¡Era precioso! Estaba todo decorado con flores naturales de distintos colores, y en el medio había aguas termales con unas bonitas rocas ovaladas en el borde, todo esto iluminado por luces tenues que salían del techo con cristal.
-¿Te gusta? -preguntó con un brillo de emoción en sus ojos.
-Me encanta -hablé aún pasmada con la belleza del lugar-. Pero no tengo bañador... -dije algo desilusionada.
-No hace falta -susurró en mi oído mientras me abrazaba por la espalda.
-Pues en ropa interior -sonreí con picardía.
-Ok, amor -sonrió y me soltó para empezar a desvestirse.
Yo también hice lo mismo, pero sin mirarle para no caer en la tentación. Darion seguramente tenía muchas ganas de hacer el amor conmigo, pero yo no creo estar a la altura de darle lo que quiere.
Me daba algo de miedo este tema, ya que tuve y tengo varias inseguridades. Así que lo evitaría todo el máximo tiempo que pudiera. Hasta que esté segura de mí misma con respecto a esto.
Sé que quiero a Darion, y que él me quiere a mí. Pero me da vergüenza hablar de este tema con él, aunque seamos novios. ¿Quizá no tengamos la confianza suficiente? Puede ser.
Pero la verdadera pregunta es: ¿qué me hace querer a Darion?
Fuera del tema de todo lo físico, por extraño que me parezca, me atrae su lado misterioso. Me hace querer saber todo sobre él. No me incomoda que sea un vampiro, en realidad me gusta, al menos ahora sí. Porque al principio fue horrible. Todo por culpa de esa tal maldición.
Me pregunto cómo habría sido si nunca me hubiera chocado con Darion en aquel pasillo del instituto.
Después de haberme quitado todo menos la ropa interior, entré a las aguas termales, y no pude evitar suspirar de alivio. Darion se juntó a mí, y nos quedamos unos minutos disfrutando de la compañía del otro.
-¿Darion, que te gusta de mí? -curioseé. Tenía la intención de reforzar nuestra relación, y este era el primer paso.
-Absolutamente todo, tus preciosos ojos verdes, esa melena que me vuelve loco... -acarició mi pelo mientras me miraba con ojos penetrantes.
-Pero no hablo de lo físico -dije apartando la mirada.
Me cogió de las mejillas y se acercó a mis labios, para acto seguido besarme lentamente. Yo tardé unos segundos, pero le devolví el beso. Un momento después se separó de mi con calma.
-Zephyr, yo te amo, con todos tus defectos, con todas tus virtudes, no me preguntes que es lo que me gusta de ti, ya te lo dije, amo absolutamente todo de ti -confesó.
No pude contenerme y le abracé con todas mis fuerzas.
***
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Sayonara 🌚
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Vampiro Secuestrador
VampireDarion es un vampiro muy posesivo, que tiene una extraña relación con Zephyr, una joven de 19 años. Él busca la forma de hacerla solamente suya...