039.- Niñera

1K 54 9
                                    

-Mi madre solía decirme eso cada vez que me veía llorar -comentó Adonis, quitando su fría mano de mi cabeza.

Se agachó y me tendió un pañuelo de seda que guardaba en su americana. Antes de cogerlo, observé por unos instantes el pañuelo y vi que tenía un bordado con las iniciales A.D.

No me sorprendía, viniendo de tal persona. Aún no conocía muy bien a Adonis, pero por lo que hablé con él, me dio a entender que era un tipo muy refinado. Darion en cambio, era más modesto, pero sin dejar de lado sus raíces.

-Gracias -solté secándome las mejillas y los ojos.

-No hay de qué -sonrió.

En ese momento, no quise preguntar qué hacía él aquí, así que simplemente me incorporé y esperé a que él dijera algo.

-Supongo que ya lo sabes todo, ¿no? -preguntó Adonis.

Asentí con la cabeza, no me apetecía hablar.

Entonces salió Darion de la casa y se sorprendió al ver a su primo.

-¿Qué haces aquí? -interrogó Darion, con tono desconfiado.

-Tengo que decirte algo importante, pero no aquí -reveló sus intenciones.

-Lo hablaremos en mi casa, déjame unos minutos y estaré allí -habló Darion.

Adonis asintió, y se fue.

-No quiero volver a verla -articulé con cierto rencor. Darion entendió que me refería a Melissa, y se acercó a mí.

-¿Es lo que realmente quieres? -examinó mi mirada.

-Sí -.

***

-Es imposible hacer ese viaje en este momento y en estas circunstancias, Adonis -discutió Darion.

Por lo que había escuchado hasta ahora, mientras estaba en el salón de la casa de Darion, Adonis quería que Darion fuera a un viaje de negocios como representante de la familia Demetriou.

Según él, en tal viaje se celebraría una reunión muy importante, y era imprescindible su presencia.

-¿Y por qué no vas tú? -inquirió Darion cruzándose los brazos.

-Sabes que, si pudiera y fuera mi deber, iría yo, pero Nicodemus quiere que vayas tú -declaró su primo.

-Me importa una mierda lo que quiera mi padre, por su culpa tengo tantos problemas -expresó Darion, cogiendo de la barra del bar su copa de sangre, para después beber de ella.

-Darion, no es ninguna broma esto, él ha dicho que te desheredará si no vas -dijo Adonis, haciendo que Darion se atragantara levemente con su bebida.

-¿Qué ha dicho que? -preguntó sorprendido Darion, dejando la copa otra vez en su sitio.

-Que te va a desheredar -repitió Adonis

-Será... -murmuró Darion, mirando hacia otra dirección.

-Ya sé que estás en mala situación para ir ahora, pero si quieres me hago cargo yo personalmente de Zaphyra -me mencionó Adonis.

Iba a hacer un comentario, pero me lo guardé para mí misma, y seguí callada. Me sentía rara con mi nuevo nombre, no era muy diferente al que solía tener, pero, aun así, para mí sonaba como si hablaran de otra persona.

-Te lo agradezco Adonis, pero... -.

-Pero, ¿qué? No puede ir contigo, si se enteran de que está contigo, ya sabes -le cortó.

Darion quedó absorto en sus pensamientos, durante un momento.

-Vale -soltó Darion, dando por terminada la conversación con su primo.

Se giró hacia mí, y vino en mi dirección.

-Si te pasa algo, cualquier cosa que creas que es necesaria mi presencia, llámame, y estaré aquí lo antes posible -.

***

Darion había emprendido su viaje ayer por la noche, y hoy ya era lunes. Me había dejado de niñera a Adonis, y al parecer le había dejado por escrito algunas instrucciones para "cuidarme", como si yo fuera una niñita pequeña.

Adonis no me dejó leerlas, dejándome con la intriga. Pero probablemente era alguna especie de documento con un reglamento hecho por Darion, en el que daría a entender sus celos por mí.

Ya sé, algo bastante tóxico de su parte, pero muy en el fondo, de alguna manera, lo entendía.

Darion me había hablado antes de irse que desconfiaba un poco de su primo, y que, si él intentaba alguna cosa fuera de lo normal, que debía avisarlo de inmediato.

Yo no era quién para juzgar de primeras, pero si me dan a elegir en quién confiar primero, claramente elijo a mi novio.

Pero bueno, con todo este alboroto, yo había faltado las ultimas clases, y la verdad es que no me apetecía nada volver al instituto. Pero al final decidí ir.

Después de unas cuantas clases, era por fin la hora del almuerzo, y la verdad es que no tenía mucha hambre. Así que decidí pasear un poco por los pasillos del instituto, dejando a mis amigas en la cantina almorzando y cotilleando.

Necesitaba un poco de tranquilidad, y los pasillos solían estar vacíos en aquella hora del día.

Mientras yo caminaba, en mis pensamientos solo estaba Darion, era algo temprano tener tales sentimientos, pero lo echaba de menos.

Estaba tan distraída que cuando me di cuenta mi móvil había terminado de sonar. Lo saqué del bolsillo de mi pantalón, y desbloqueé la pantalla. Tenía tres llamadas perdidas, y todas eran de Darion.

(¿Habrá pasado algo grave?)

Le di a su contacto y lo llamé.

-Amor, ¿estás bien? -preguntó desde el otro lado de la línea, con voz agitada.

-Sí, ¿por? ¿Pasó algo? -interrogué.

-Debes salir del instituto ahora, Adonis está fuera para recogerte -contestó.

-Pero, ¿qué pasa? -volví a preguntar, pero esta vez más nerviosa.

-Adonis te lo dirá, no puedo hablar mucho ahora -colgó.

(¿Qué rayos?)

Volví a la cantina para coger mi mochila y despedirme de mis amigas. Ellas se preocuparon un poco por mí, pero inventé la excusa de que me sentía mal y quería irme a casa. Salí de la cantina, e intenté caminar lo más rápido que podía para llegar a la salida.

Pero algo me golpeó la cabeza y perdí el conocimiento.

***

¡Hey babymoon! 💖

Muchas gracias por leer

Sí te ha gustado este capítulo... ¡Deja tu estrellita! 🌟

Sayonara 🌚

Vampiro SecuestradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora