Roberta: No! -había reconocido la voz desde la sala- Venías a verme a mí no a ella, verdad?
*** Pues sí pero... aww, estás preciosa... -embobado.
Roberta: Gracias... -quedaron mirándose totalmente alejados del mundo real.
Mia: Bueno, bueno, vuelvan!! -chasqueando los dedos entre sus caras- Ya Diego, no seas quejica tú también! Era en buena onda jaja O no vas a venir seguido por aquí ahora que... -Roberta la interrumpió.
Roberta: Bueno, vámonos sí?
Diego: Qué? Irnos? Viste el día que hace? Yo pensaba que te apetecería más quedarte aquí en casa viendo películas, mira, traje algunas -se las enseñó.
Mia: Ay síii Dieguito, así estaremos los cuatro juntitos -lo abrazó- Miguel también fue por unas películas e íbamos a pedir comida -miró a Roberta y le dijo- Qué bieen, verdad!... Ah, no... -entendiendo la mirada de ella- No... bueno en realidad me gustaría estar a solas con él, ya me entienden chavos -mirando a Roberta con una mirada asesina por hacerle mentir así a Diego.
Roberta: Ah bueno, ps qué pena no? Otro día será. Nos vemos en la noche, te habrá dado tiempo a desahogarte no?? jajajaja -viendo la cara que ponía su hermana, sabía que no le gustaba que hablara así de ese tema.
Mia: Sí bueno, ya váyanse -cerrando la puerta detrás suya- Ay Roberto lo que me haces hacer...
Ya una vez fuera del edificio...
Diego: Por qué miraste así a Mia cuando nos invitó a quedarnos con ellos? -sonriendo.
Roberta: Eh? Yo no hice nada! Ella sólo cambió de opinión, digo, ya sabes, hace mucho tiempo que no se ven y... -viendo la cara que le ponía Diego- ay vale, ya, está bien. No tenía ganas de estar los cuatro juntos, prefería... bueno, ya me entiendes. Yo.. -se estaba poniendo nerviosa.
Diego: -acercándose a ella- ... no me querías compartir? -con voz sexy, pero al verla tan nerviosa y sonrojada prefirió alejarse... por el momento- jajaja es broma, no te preocupes. Igual hay Diego para todas! jajaja
Roberta: -rió nerviosamente, pero no le hizo muca gracia eso de "para todas", él era sólo suyo- ah sí? Menos mal que hay para todas, porque debes tener muchas viejas detrás no? -no dejó hablar a Diego- Bueno ya dime, dónde me llevas?
Diego: Ah pues tú dirás. Yo ya te dije el plan que había pensado para hoy pero como tú no quieres compartirme jajaja Ya, ya paro. No sé, a ver dime, que te apetece hacer? Algún sitio con cubierta a poder ser Robertita.
Roberta: A poco te da miedo el agua! No manches Diego. Vamos a paseaaarrr...
Diego: A pasear!? Estás loca, verdad? Mira no más como llueve! Mejor vamos en mi coche.
Roberta: No, yo me voy a pasear, tú decides que haces -desafiándolo.
Diego Pero tengo alternativa? -sonriendo sexy.
Roberta: Sí... puedes irte con otra si quieres... yo no te oblig... -pero Diego puso un dedo en sus labios para que callase.
Diego Pero no quiero, así que vamos.
Tuvieron un día pasado por agua, además Roberta había rehusado la idea de Diego de volver al depa a por un paraguas al menos. Pasearon bajo la lluvia un rato y Diego la invitó al cine, así no se mojarían, y también porque había elegido una película de miedo, sabiendo que a Roberta le aterrorizaban. Disfrutó riéndose de ella cuando saltaba de su asiento por un susto de la película y se refugiaba en sus brazos para no mirar.
Calados hasta los huesos, entraron en un restaurante cuando se hizo la hora de comer, comieron y Roberta accedió a volver al depa, no sin antes avisar a Mia para evitar situaciones incómodas.
Roberta: Ya llamé, estaban dormidos viendo películas... quién se piensa que soy como para creerme eso? jajaja
Diego: jajaja Pues si suena poco creíble... -estornudó- Ves, mira que conseguiste. Me resfrié!
Roberta: Ay ya Dieguito no te quejes, ahora cuando lleguemos ponemos tu ropa en la secadora y mientras te pones algo de Miguel, ok? Siempre te quejas tanto?
Diego: Nooo, tonta.... pero toy malito... -con voz de bebe-... apiádate
Roberta: jajaja siempe me ganas con esa carita... -acariciándole la mejilla- Bueno, ya vámonos -y empezó a caminar.
Diego: ...eh?.... -se había quedado mirándola embobado- Si, este... Oyee... -Roberta ya estaba lejos- tengo más caras!!
Cuando llegaron al depa...
Roberta: -abriendo la puerta- Miaaaaaaaaaaaa, ya llegamooooss, tápense! -chillando desde la puerta (por si acaso)
Mia: Ay Roberta me chocas! Estábamos viendo una película...
Miguel: Sí... -pero por la cara de felicidad de éste, no debía ser lo único que habían hecho durante la mañana- Y uds, cómo la pasaron?... Diego, no traes muy buena cara... qué te hizo? Dímelooo, lucharé por tu honoooooor -haciendo teatrito y poniéndose en pose de ataque frente a Roberta.
Roberta: No le hice nadaaaa -le sacó la lengua y se sentó en el sofá.
Diego: Sí, si me hicisteeee! Mira no más como vine de mojado! Me hizo pasear por la lluvia
Roberta: No! Yo no te obligué!
Diego: Cualquiera le dice que no a una belleza como tú... -sentándose a su lado y mirándola fijamente.
Roberta: Ya, ya, ahora no me hagas la pelota -sonrojada- Miguel déjale algo de ropa seca para que se cambie mientras se seca la suya y así deje de quejarse, por favor.
Miguel: Claro, sólo te digo que los pantalones te quedarán bastante estrechos porque yo no soy un pompas de oro, mi rey! jajaja -todos rieron, fue a por la ropa y se la dió a Diego- Ahí la tienes bro.
Roberta: Puedes cambiarte en mi habitación, es la que está al final a la izquierda.
Diego: Vale, gracias -se acercó a Roberta sin que los demás se diesen cuenta y le dijo- no soy un quejica -le sacó la lengua y se fue a cambiar.
Después de 15 minutos Diego seguía sin salir y Roberta decidió ir a ver qué pasaba.
Roberta: Diego, estás ahí? -tocó a la puerta.
Diego: mMMmmm.... cinco minutos más....
Roberta: Pero qué estás diciend.... -entró y no pudo evitar soltar una carcajada cuando vió a Diego a medio desvestir en la cama durmiendo, en SU cama, cuánto tiempo hacía que no lo tenía así....
Roberta se acercó a él con cuidado para que no se despertase y le acarició la mejilla. Siempre le había gustado verle dormir, se le veía tan indefenso, tan lindo, tan bebe.... SU bebe... no se resistió y le dio un dulce besito en la nariz. Diego movió la nariz al notar su beso pero no se despertó, entonces Roberta le dio uno en la mejilla para seguir haciendo un caminito de besos hacia su boca.
En eso Diego despertó y no creyó encontrar forma mejor para despertar que con Roberta pegada a sus labios. Le correspondió el beso y al sentirlo, Roberta se alejó de él, quien gruñó aún semidormido.
Roberta: Veo que despertaste...
Diego: Sí... vino una hadita a despertarme de la mejor manera del mundo.
Roberta: Sí? No vi a ninguna por aquí. A lo mejor lo soñaste...
Diego: Tú crees?... Pues me gustaría no despertar jamás... -la atrajo contra él y la besó con todo el amor que sentía, que sentían los dos, porque aunque él sabía (o creía saber) que su mente no lo recordaba, con ese beso sintió que ella sentía lo mismo que él, al devolvérselo con la misma intensidad y el mismo amor.
Roberta por su parte no pudo resistirse más, ni quería ni podía. Le correspondió el beso de la mejor manera que sabía, sus lenguas recorrieron la boca del otro y así el beso fue subiendo la temperatura entre los dos...