Diego: Yo también te amo chiquita... -dijo sonriendo con los ojos cerrados dando por hecho que ella le iba a decir lo mucho que le amaba-....... QUÉEEEEE? -cayendo en lo que realmente Roberta había dicho-....... jajajajajaaja sí, claro... muy buena Roberta casi me la creo -dijo aliviado besando su frente.
Roberta: Diego... no... no.... no es una broma.... -mantenía su mirada fija en el suelo.
En un momento el mundo de Diego se volteó. Cómo pudo haber pasado? Bueno... el cómo lo sabía, pero por qué? Qué era lo que había fallado, si ellos se cuidaban, no? Un hijo.... un hijo lo cambiaba todo. Primero, deberían mudarse a una casa más grande, porque el depa ya les venía justo a ellos dos, como para imaginar meter a un niño ahí... Luego estaba... dar la noticia a sus padres. Naturalmente, temía más la reacción de Alma que la de su padre, total, él hacía como que no tenía hijo, así que cómo iba a querer un nieto?
Diego estaba tan enfrascado en esos pensamientos que llegaban hasta el día que su hijo, o hija (sonrió al pensar en esa posibilidad), se graduara en la universidad, que ni cuenta se dio cuando Roberta se había subido al coche y salía del aparcamiento en un mar de lágrimas.
Diego: ROBERTAAA! -le hacía señas con el brazo pero ella no lo vio- Maldición -fue a por su coche y salio disparado detrás de Roberta.
Condujeron hasta llegar al depa de Mia, donde tambien estaba viviendo Miguel y Alma, ésta última sólo se quedaría aquí lo que duraran sus vacaciones, o sea, lo que ella decidiese. Diego salió todo lo deprisa que pudo del coche, dejándolo en doble fila, y alcanzó a Roberta cuando ya se estaba metiendo al edificio.
Diego: Rob..erta... esp...era... -con la respiración agitada por haber corrido tanto.
Roberta: Qué quieres Diego? Creo que todo ha quedado suficientemente claro -dijo con voz llorosa mirando al suelo.
Diego: No! Qué dices chiquita! Mírame -dijo alzando su barbilla- Qué es lo que te ha quedado claro? No he dicho nada! He estado lento para reaccionar pero sólo eso. Mi amor no sabes lo feliz que me haces -la abrazó fuerte ante la sorpresa de ella- Un bebee! -se separó un poco de ella para besar sus labios como si le fuera la vida en ello- Te amo.... te amoo.... te amoooo -dijo entre besos.
Roberta: En serio? Te hace feliz? -sorprendida y sintiéndose tremendamente culpable por no habérselo dicho antes.
Diego: Claro que sí mi vida! Bueno, antes no te negaré que sí pensaba que era pronto pero cuando me lo has dicho... me imaginado un Dieguitooo... o una Dieguiiitaaa
Roberta: Óyeme! -dándole un golpe en el pecho- Ninguna hija mía se llamara Dieguita -dijo riéndose con él.
Diego: Bueno podemos discutirlo.... qué tal Hortensia?.... Eustaquia? -rieron juntos por un rato y decidieron ir a su depa a hablar más tranquilamente.
Ya en el depa se sentaron en el sofá. Roberta estaba recostada de espaldas en el pecho de Diego quien besaba su cuello con ternura diciéndole palabras de amor a cada rato.
Roberta: Diego... hay una cosa más que debes saber...
Diego: Ahá...
Roberta: Diego... -se voltea para quedar frente a frente y se levanta ligeramente la camiseta- Yo...
Diego: -la interrumpió- Tú también tienes ganas mi amor? mmmm te amo -dijo mientras la besaba con pasión al tiempo que sus manos parecían no tener control sobre el cuerpo de Roberta hasta que... ella lo detuvo- Qué... qué pasa? -con la respiración agitada.
