La luna que había observado la escena de pasión durante la noche dio paso a un sol brillante. Los rayos entraban perezosos alumbrando la habitación revuelta con ropa por el suelo y dos cuerpos enredados bajo las sábanas. Roberta se movió en sueños y despertó a Diego quien la miró durante un minuto: demasiado dormido para enojarse. Volvió a acurrucarse con Roberta y aunque no consiguió volver a dormirse, no hizo ademán de querer moverse hasta que oyó unos pasitos por el pasillo. Esperó, pero los pasitos no se dirigían hacia la habitación, así que, con cuidado, salió de la cama, se vistió y salio fuera.
Una vez en el pasillo se encontró a Lucía caminando con los ojos abiertos. La llamó pero la niña no contestó y estaba como ausente, entonces se asustó. La observó durante un rato, la niña dio una vuelta por el pasillo, fue hasta el baño, cogió el patito de goma con el que jugaba cuando se bañaba y volvió a su cama. Diego la siguió y vio como se tumbaba, agarraba su peluche y cerraba los ojos. Se quedó pensativo en el marco de la puerta y una idea le vino a la cabeza. Era una posibilidad
Bajó hasta la sala y abrió el portátil de Roberta, se conectó a internet y puso en un buscador de medicina: Sonambulismo. Y ciertamente, las cosas parecían cuadrar.
"El niño sonámbulo puede salir de la cama sin que haya despliegue de conductas vigorosas ni se recuerde al despertar el contenido de ningún ensueño."
Diego: Aha... -siguió mirando la web y se tranquilizó al leer que en los niños no tiene consecuencias graves y que, con la edad, acaba desapareciendo. Pero se preocupó de nuevo al ver que los episodios de sonambulismo pueden estar causados por el estrés... Esas últimas semanas, él no había sido el padre ejemplar, desde luego, y aún así su hija lo seguía viendo como el salvador del planeta. Quizás todo lo ocurrido la había perjudicado de algún modo... pero de ahora en adelante todo iba a cambiar, bueno, todo iba a ser como antes, cuando todo era perfecto y estaban los tres juntos.
"Entre los niños no es necesaria terapia, ya que el sonambulismo infantil no suele tener mayores consecuencias. Basta con garantizar al niño unos períodos de descanso nocturno normales dentro de un horario acostumbrado y observar una correcta higiene del sueño. Los padres deben ser advertidos de que se trata de un trastorno benigno que remite con la edad."
Y eso haría. Cerró el portátil y volvió a arriba. Pasó por la habitación de su hija, quien dormía plácidamente, ajena a su pequeño paseo. Fue hasta su habitación y se tumbó al lado de Roberta que, aún dormida, se abrazó a su cuerpo y él aceptó gustoso, besó su cabeza y se propuso dormir una hora más.
Una hora y poco después, se despertó bruscamente de nuevo. Bufó y abrió los ojos molesto, pero la imagen que vio hizo desaparecer todo enojo posible. Lucía saltaba en la cama riendo con Roberta que tambien estaba despierta. Las dos lo miraban.
Lucía: Papi :cara_burlon: -se tiró sobre su estómago.
Diego: Auch... -intentó recuperar el aliento- buenos días princesa...
Roberta: Luci no saltes así... ten más cuidado... -dijo en tono dulce.
Lucía: :cara_preocupado: -volteó con su padre y volvió a sonreir, Diego lo advirtió e intentó ayudar a Roberta.
Diego: Mami tiene razón mi amor
Lucía: :cara_preocupado: -saltó de la cama y, después, salió de la habitación. Diego miró a Roberta quien parecía muy concentrada en el dibujo de la sábana.
Diego: -se incorporó- Chiquita... -alzó su barbilla y vio las lágrimas caer por sus mejillas- No.. mi amor, ven.. -la sentó en su regazo, abrazándola, y la consoló hasta que dejó de llorar pero seguía con la mirada triste- Mi amor ya verás como pasa...
