Se acomodó la ropa y se arregló el pelo (después de Carla y de haber dormido un rato, parecía que Diego se había peleado con un gato sobre su cabeza) y salió hacia el depa de Mia. Ya estaba amaneciendo, no le importó despertarla, sólo le preguntaría eso y la dejaría dormir de nuevo.
En unos minutos se encontró en la puerta del edificio, ya que siendo tan temprano, no encontró apenas tráfico. Recordó aquel día, no hace mucho, que Roberta lo había hecho pasear bajo la lluvia, cuando él aún pensaba que seguía sin recordar nada... ese fue el día que se besaron por primera vez en mucho tiempo; recordó también cuando apenas hacia una semana "discutieron" (si se le puede llamar así) sobre quién le pertenecía a quién...
Se detuvo en seco. Le ocultó cuando recobró la memoria, jugó con él diciéndole que era suyo, le ocultó que tenía... novio. De veras valía la pena?
Su corazón no necesitaba respuesta, un sentimiento más fuerte que el sentido común que le empujaba a dar media vuelta, lo estaba arrastrando hacia el interior del edificio, decidido a encontrar a su Rob y decirle que la amaba más que a nada, aunque fuese lo último que hiciese.
Cuando llegó al departamento, tocó a la puerta pero nadie contestó.
Diego: Vamos Mia despierta..!! -dijo insistente, medio en voz baja, para no despertar al vecindario.
Tocó de nuevo a la puerta sin obtener respuesta y de pronto se acordó que un día Roberta le dijo que guardaban una llave en la maceta que había en la entrada, desde que una vez se dejaron las llaves dentro y tuvieron que llamar a miles de cerrajeros para poder entrar en su casa.
Cogió la llave y entró dentro, todo estaba en silencio, no encontró nada extraño ni nada que hiciese pensar que Mia se había despertado, así que se dirigió a su cuarto para despertarla.
Tocó antes a la puerta, aunque sabía que dormía, pero por si acaso, Mia era tan especial con eso de que la vieran recién levantada...
Diego: Mia?... Mia voy a entrar ok?.... está bien, luego no digas que no avisé... -abrió la puerta lentamente y vio algo moverse entre las sábanas- Mia por favor tengo que hablar contigo despierta caray.
Pero lo que él no imaginaba es que bajo esas sábanas no estaba Mia... sino Roberta, quien se había despertado al oír el ruido de la puerta al abrirse y pensaba que era Mia, por eso casi se le sale el corazón por la boca al escuchar la voz de Diego. Cuando éste entró por la puerta, ella se tapó rápidamente con las sábanas para que la cubriesen entera. No estaba preparada. Ahora no.
Diego: Miaa... Mia... -movió su hombro suavemente intentando que se despertase, pero no tuvo respuesta- Mia por favor... es importante... MIAAA!!! -él pensaba que estaba ella sola así que no le importó levantar la voz. Hasta que...
*** Diego?? Diego por dios no grites! Mira que horas son!!
Diego: Tú... qué haces aquí? -dijo sorprendido.
*** Vaya Dieguito qué recibimiento
Diego: Ay... Lo siento Alma, es que no sabía que estuvieses en México -se acercó para darle un beso y un abrazo cortés- Neta siento haberte despertado pero necesito hablar con Mia sobre... -se interrumpió diciéndose a sí mismo que Alma era la madre de Roberta, no podeía decirle nada, no a ella.
Alma: Sobre qué?
Diego: Nada Alma, no te preocupes, cosas nuestras.
Alma: -no muy convencida- Bueno... pero igualmente Mia no est.. -mientras hablaba había ido caminando hacia el otro lado de la cama y vio a su hija despierta, con la cabeza asomada por un pequeño hueco de la sábana. Estuvo a punto de decirle a Diego que Mia no estaba pero cuando Roberta le hizo señas de que no dijese nada sobre ella, rectificó a tiempo- ....Mia no... no puede atenderte ahora, tú comprenderás, pero es que está dormida!
