Capitulo 43

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Luján: Gatita

Roberta: ....hm?

Luján: Estás tirando el café fuera de la taza -dijo tranquilamente.

Roberta: Qué? -miró la taza y toda la mesa de la cocina rebosando café- OSSH! soy un desastre! Voy a por un... Qué? -Luján le tapaba el paso y la miraba fijamente.

Luján: Tienes que hablar con Diego.

Roberta: -bufó- No crees que es él el que debe explicar muchas cosas?

Luján: Hm.... creo, que irte con su hija a Veracruz, es un tema que debes hablar con él.

Roberta: Es MI hija y puedo hacer lo que me venga en gana -dijo, intentando disfrazar de furia la tristeza que sentía. Comenzó a recoger el estropicio cafetero sin mirar a su amiga.

Luján: Hija de los dos -corrigió- Y creo que...

Roberta: Jose de verdad, él ni siquiera notará que no estamos en casa. Le mandaré fotos de la niña a menudo, no te preocupes.

Luján: Que no me preocupe? Tú crees que con fotos puedes suplir la ausencia de un padre? -suspiró profundamente- No, Roberta no. Sé de lo que te hablo... y aunque lo vuestro no funcione, tenéis que pensar en el futuro de vuestra hija, no en vuestro dichoso orgullo!

Roberta: YA! -estalló- CREES QUE NO ME DUELE QUE MI HIJA NO VAYA A CRECER CON SU PADRE?... No se trata de orgullo, vale?... Se trata de amor, y él está claro que ya no me ama. Quizás alguna vez sí lo hizo... pero no queda nada de eso.

Luján: Roberta no digas tonterías!

Roberta: No son tonterías! Antaño habría corrido detrás mía después de decirle que me iba a instalar en esta casa. Y ahora... ni siquiera me llamó y lo peor es que apagó su móvil... no debe querer que le interrumpan cuando está con esa...

Lucía: Mami -levantándole los brazos.

Roberta: -la cargó- Qué pasa mi amor?

Lucía: Y mi papi?

Roberta no esperaba esa pregunta. Lucía hacía un tiempo había empezado a desenvolverse hablando, y aunque aún habían palabras que se le resistían, lo hacía bastante bien. Viendo que no contestaba, Luján acudió en su ayuda.

Luján: Vamos a jugar Luci?

Lucía: SSSSSSHIIIIIIIIIIIIIIIII -miró a su mama- Pedo mami? -ella asintió y la niña salió corriendo con Luján dejándola sola en la cocina. Se sentó y se quedó mirando el vacío, pensando si realmente Diego sería capaz de estar haciendo lo que ella pensaba que hacía en ese momento...

A una centena de kilómetros de allí, concretamente en la habitación 136 de un lujoso hotel, se oían los gritos de dos personas.

Diego: AAAAHH.....

Claudia: ahhhhhhhhhhhhhhhhhh.... no me dejes Diegooo -lo apretó con fuerza.

Diego: Noooo.....

Luján entró de nuevo en la cocina con la respiración agitada de haber corrido detrás de la niña durante media hora. Encontró a Roberta en el mismo estado que cuando se había ido. Pasó una mano por delante de su cara para que reaccionase pero nada. Entonces, la abofeteó.

Roberta: Qué hacees salvaje!

Roberta: Neta compadezco a Teo con tus caricias:cara_preocupado:

Luján: No creas, a él le gusta! -las dos rieron- En qué piensas?

Roberta rememoró todos los pensamientos que habían pasado por su cabeza, pero decidió no darles mucha importancia, sacudió la cabeza y le dijo a Luján con tono tranquilo y una sonrisa fingida

Roberta: Tonterías.

Salieron fuera con la niña y jugaron hasta que Luján tuvo que irse. Entonces Roberta se encontró de nuevo sola con su hija y le entró miedo. No quería estar a solas con ella. Aunque fuese pequeña, parecía notar que algo no iba bien, y ella no sabía que iba a responderle cuando volviera a preguntar por su padre. Decidió llamar a Mia e invitarla a ella, a Miguel y a Adrián para comer todos juntos.


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