Roberta: No, Mia -dijo mientras cargaba a Lucía que se acababa de despertar y veía la escena con los ojos bien abiertos.
Mia: Pero porquéeeeeeee? -mostrando un vestidito rosa y unos zapatitos a juego- Lucía se va a ver super cuuuteee
Roberta: BASTA! NO SE LO PONDRÉ Y PUNTO -gritó, bastante alterada ya. A causa del grito, la niña se asustó y comenzó a llorar- Ya bebe tranquila
Mia: Trae aca -cargó a la niña y la fue tranquilizando, se sentó y la sentó a ella en su regazo- Roberta qué tienes eh?
Roberta: No tengo nada, déjame en paz -se sentó en el sillón más apartado y trató de aparentar serenidad pero no aguantó más y comenzó a llorar- Es que...
Mia: -palmeó el sofá al lado suya y dijo- Ven.
Roberta fue a su lado y las dos hermanas se abrazaron hasta que alguién sufrió un tirón de pelos.
Roberta: Lucía! -aún con lágrimas en los ojos- Eso no se hace! Pidele perdón a tita Mia.
Mia: Tita Mia?? Qué mal suena eso -miró a Lucía- Repite conmigo Mmmm....iiii...aaaa.... Miiiiaaaa
Lucía: Miaaaaaaaa -mientras reía y manoteaba.
Mia: AAAAAAAh dijo mi nombre Roobertaa -miró emocionada a Roberta quien sonrió levemente, cogió su mano entre las suyas y le preguntó- Me vas a contar qué es lo que pasa?
Roberta: Es que... no sé si son alucinaciones mías pero...
Mia: Es Diego? -su hermana asintió- No sé qué pasa con él pero ni Miguel ni yo lo hemos visto desde que llegamos de Nueva York.
Roberta: Ah sí. Cómo está mi sobrinito Adriancito?
Roberta: Está raro Mia. Todo estaba tan bien allá... Éramos una familia y ahora ya... no queda nada de eso. Yo no quería regresar por eso, tenía miedo de perder esa felicidad y él decía que no... que nos amaba allá y dónde fuese... Pero pronto se le olvidó eso... Y desde que nos fuimos a vivir los 3 a nuestra casa me siento más sola...
Mia: Cómo que no querías regresar? Que le tengo que agradecer a Diego poder tener a mi sobrina en mis brazos?
Roberta: Más bien agradéceselo a su jefe. Ahora se la pasa viviendo en la oficina. Por lo visto hay un proyecto que "requiere de él con urgencia" -citó sus palabras exactas- y tuvimos que volver corriendo. Pero no me malentiendas, yo pensaba regresar algún día lo que pasa es que...
Mia: No te preocupes. Lo entiendo -sonrió.
Roberta: -también sonrió pero enseguida se le borró la sonrisa y pronunció- Creo que... vamos a volver a Veracruz...
Mia: Otra vez? Nooo. Lucía merece crecer con el amor de sus abuelitos y sus tiítos que la adoran!... Pero... además, no que decías que Diego se la pasa trabajando? Cómo lo va a hacer?
Roberta: Diego? Él ni siquiera se daría cuenta de que nos hemos ido...
Mia: Cómo?.... Piensas irte tú sola con la niña?
Roberta: Sí... es que... no creo poder aguantarlo más... siempre está de mal humor, y el tiempo que está aquí no se lo dedica a su hija... y mucho menos a mi... supongo que no nos echaría mucho en falta... Ni siquiera ha visto los primeros pasitos de su hija... -se entristeció más.
Mia: -la abrazó fuerte- Sabes que siempre me vas a tener para lo que quieras no?
Roberta: Sí
