Diego iba caminando desolado por los pasillos abarrotados del hospital, veía algunas personas con heridas leves que se encontraban en los pasillos por falta de habitaciones. Por lo visto aquella no era una buena noche para nadie. Ya iban a ser las 3 de la mañana y la doctora seguía sin aparecer. De repente se vio en el suelo, empujado por un grupo de doctores y enfermeras que corrían dentro de una habitación con cara de susto. Se levantó del suelo y se acercó lentamente a la habitación donde habían entrado y logró escuchar parte de lo que estaban diciendo...
Enfermera: La hemos perdido doctor!
Doc: No, no puede ser!!!! -dijo alterado- Quién estaba al cargo de esta paciente? Maldita sea! Prepare los desfibriladores, tenemos que intentarlo!
Enf: Señor no creo que ya sea posible hacer que...
Doc: Quién es el doctor aquí!!!! Prepárelos. YA!
La enfermera acercó el aparato y lo cargó, el doctor lo cogió y los posó en el pecho de la paciente, colocados estratégicamente para conseguir mejor resultado y estimular los latidos del corazón... pero no respondía a las descargas por lo que el doctor ordenó aumentar la potencia. Lo volvió a intentar y en la máquina volvió a sonar un débil pitido que indicaba la vuelta del pulso al cuerpo de la paciente.
Doc: Sigue débil -escribía en un papel mientras caminaba hacia los pies de la cama- Tenga, debe darle eso cada 3 horas, y -le pasó el papel y cogió el historial de la paciente- la doctora Fernández está fuera del caso. Cuando haga lo que le he dicho, encuéntrela y mándela a mi despacho. No pienso tolerar este comportamiento en mi hospital.
Enf: Sí señor... -tocó la frente de la paciente- Parece que tiene fiebre, está sudando.
Doc: Es normal. Pero contrólela. Póngale paños mojados en la frente y vaya cambiándolos. Sé que la noche está ajetreada pero le encargo a la paciente. Yo también iré pasando.
Enf: Está bien doctor -cogió un paño y fue al baño a mojarlo pero cuando abrió la puerta...- AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!
Doc: Qué hace? Por qué grita así? -se acercaba donde estaba ella.
Enf: Doc...tor... yo... mir...e... yo... noo..... -no podía ni hablar de los nervios.
El doctor llegó hasta donde estaba ella y pudo un rastro rojo que iba desde la puerta del baño hasta la bañera. Se acercó lentamente mientras la enfermera seguía balbuceando cosas sin sentido a punto del colapso y llorando sin parar. Agarró la cortina de la bañera y la retiró. Oyó el cuerpo de la enfermera caer al suelo pero no le prestó atención. Ante él tenía el cuerpo inerte de su hija.
Mientras, Diego se había ido acercando silenciosamente, vio el comienzo de la cama y se fue acercando hasta verla completa. Ante él tenía la imagen más triste del mundo. Una chica, aparentemente de su edad, totalmente pálida, muy delgada y, por lo que oía, con el pulso débil descansaba en la cama. Miró a su izquierda y vio el cuerpo de la enfermera en el suelo y se acercó.
Diego: Señorita! Está bien? -se arrodilló a su lado y la movió suavemente por los brazos. De pronto sintió como alguien lo agarraba del cuello y lo empujaba contra la pared, lo demás que pudo ver fue como ese alguien le propinaba un puñetazo que lo dejo incosnciente.
*
Alma: Dónde se metió esa doctora eh!
Martín: Tranquilízate Alma por dios! Me estás poniendo más nervioso! Deja de dar vueltas, tienes a toda la sala mareada de verte -la agarró y la sentó a su lado- Ahora respira... Roberta va a estar bien ya verás... -pasó un brazo por encima de sus hombros y la abrazó.
