Diego: -retirándola- SE PUEDE SABER QUÉ HACES!
Claudia: Algo que los dos deseamos -dijo antes de volver a la carga con otro beso.
Luciano: Roberta, en serio te encuentras bien? Estás como pálida... -dijo mirándola con preocupación.
Roberta: Hm... estoy un poco mareada -mientras retiraba las tazas y emprendía el camino a la cocina.
Luciano: No -la detuvo- Yo lo hago, no te preocupes. Recuéstate en el sofá, te traeré algo con azúcar parece que has tenido una bajada -Roberta obedeció y él fue a hacer lo que había dicho.
Roberta: -hablando sola- Sí... demasiadas cosas en pocas horas... -poco a poco los párpados se hacían más pesados hasta que quedó profundamente dormida...
Diego: Mmmm... -la besó con pasión y la fue recostando en la cama. Besó cada centímetro de su piel y en la habitación resonaban los gemidos de ella que invitaban a continuar con la labor. La despojó de la poca ropa que le quedaba y ella arrancó su camisa haciendo saltar los botones. Se posicionó sobre ella y con un sonoro suspiro lleno de deseo contenido se fue introduciendo en ella. Una y otra vez...
- Roberta...
...ella gritaba más y más arañando su espalda provocando que él la embistiese con fuerza...
-Robertaa...
... sus respiraciones se tornaron agitadas y todo su cuerpo se tensó para seguidamente caer en un estado de relajación máxima... él dejó caer su cabeza en el pecho de ella que le acariciaba el cabello con una sonrisa satisfecha...
-ROBERTAAAAAAAA
Roberta: ... -adormilada- hmm... qué pasa...? -abrió lentamente los ojos y se encontró con la cara de Mia a escasos centímetros- Hm... sabía yo que esa voz chillona no podía salir de otra persona... -dijo entre bostezos.
Mia: -ignorando el comentario- Se puede saber qué soñabas? Te movías mucho
Roberta: -se incorporó y se dio cuenta de que se había quedado dormida en el sofa- Hm... nada, no era nada -negó nerviosa.
Mia: Seguro? -secando el sudor que caía por su frente- No parece que lo hayas pasado muy bien...
Roberta: Bah... era un sueño equis
Mia: QUÉEEEEE? Un sueño... cochinote? -preguntó en voz baja.
Roberta: No, Mia... un sueño no-importante... osea, equis -sonrió levemente.
Mia: AAAAAAAhhh... ya entiendo... -se sentó a su lado y se quedó mirándola.
Roberta: Qué? Tengo algo en la cara? -tocándose el rostro.
Mia: Uy sí un cutis que déjame que te diga que... -se interrumpió- No! Te miro porque no me creo que tú creas que yo me voy a creer eso -dijo rápidamente.
Roberta: .... Claro, Mia. Lo que tú digas... -sin entenderla.
Mia: AAAshhh... todo lo tengo que hacer yo. Venga, dime con qué soñabas -la miró atentamente durante un rato- Y bien....?
Roberta: -se levanta del sofa- Tengo mucho sueño Barbie. Mañana ya si eso... hablamos... -y desapareció por las escaleras antes de que Mia pudiese decir nada.
Mientras en la cocina, alguién había bajado a por un vaso de leche y se encontró a Luciano limpiando las tazas que habían utilizado (qué apañado que es). Ese alguién fue hasta la nevera y sacó el cartón de leche, fue a por un vaso y se echó. Se sentó en la mesa de la cocina tranquilamente, observando a Luciano.
