Capítulo 27. De vuelta en Magnolia.

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Estuvimos andando por toda la isla durante casi 2 horas, no les encontramos en todo este tiempo. Al final decidimos seguir dando vueltas por la isla hasta poder encontrarlos. Pero no averiguamos nada de nada, ni siquiera encontramos un pelo.

Yo- Han pasado ya casi 6 horas desde que desaparecieron.- me tumbé en la cama del hotel en el que estábamos hospedados.- Dios, estoy agotada.

Gajeel- Yo también- los tres bostezamos a la vez.

Wendy- Si no les hubiera dejado solos en ese momento...- y empezó a llorar a cántaros.

Yo- Wendy pequeña, no les va a pasar nada.- costó mucho consolarla pero al final pude gracias a la ayuda de Gajeel.

A decir verdad nos habíamos vuelto todos muy cercanos, más que antes cuando estábamos en el gremio. Nos quedamos toda la noche hablando sobre como sería Magnolia ahora después de tanto tiempo. Puede que hasta pasado el mismo tiempo que cuando íbamos con los demás en una misión.

Nos despertamos por los rayos del alba que traspasaron las cortinas de nuestra pequeña habitación. Estuvimos buscándoles ese día también, y el siguiente, y el próximo del siguiente, pero todos los resultados eran los mismos, no había rastro de ellos.

Gajeel- Hemos atrasado nuestro regreso casi un mes. Si seguimos así el maestro se preocupará, ya le dijimos que volveríamos en menos de un mes, y aquí estamos, en medio de nuestra vuelta que se supone que dura menos de dos semanas.

Las dos estábamos de acuerdo con las palabras de Gajeel, nos habíamos atrasado en nuestra misión, que por cierto no habíamos terminado del todo. Ya que solo sabíamos que Lu-chan se encontraba en Magnolia, pero no en que parte.

Decidimos que después de tanto tiempo de búsqueda ya iba siendo hora de que volvieran a Fiore. Pero tampoco queríamos dejar la isla de la Caracola porque aún cabía la posibilidad de que estuvieran retenidos en la isla.

Wendy- N-no m-m-me q-q-quiero ir.- entonces cayó de rodillas al duro y frío suelo echándose a llorar.- Charles... no podemos abandonarles.

Yo- Lo sé, pero seguro que están a salvo, y apuesto a que seguramente se están dirigiendo al gremio ahora mismo.- dije intentando convencer a Wendy y en parte a mí también.

Al final cogimos el primer barco que encontramos en el puerto, nos metimos sin que nadie se diese cuenta. Wendy y Gajeel cayeron mareados al suelo del barco lamentándose del por qué dejaron la isla, y maldiciendo al barco.

Yo solo podía reírme de lo graciosos que se veían, al final también me tiré al suelo muerta de la risa. Un señor ase nos acerco y le dijo algo a Gajeel casi en un leve susurro. Cuando terminó él solo se sonrojó. Le miré para que me dijera lo que le había dicho pero se negó.

Pronto sus mareos volvieron pero no tan exagerado como al principio. Mientras que Wendy seguía igual, o incluso peor.

Al cabo de un par de horas llegamos a nuestro destino, Fiore. Wendy y Gajeel fueron os primeros en salir, e inmediatamente besaron el suelo como si fuera su más preciada reliquia / tesoro. Yo solo me reía, había sido un viaje entretenido estar con los dos mareados y maldiciendo a todo el mundo.

Fui a buscar un carruaje que pudiera llevarnos hasta Magnolia, pero cuando lo encontré y me giré para llevarles dentro los dos salieron corriendo. Al final yo también salí corriendo en su búsqueda.

Después de un día corriendo y trotando por las montañas, bosques, y otros lugares llegamos a nuestro destino. Cuando llegamos estábamos exhaustos, decidimos no ir al gremio e ir directamente a casa a descansar y decirle al maestro lo que habíamos descubierto al día siguiente, ya que era muy tarde.

Me despedí de Wendy y Gajeel y me fui de camino a la casa de Porlyuska para coger prestadas algunas hierbas medicinales. En la mitad del trayecto se podría apreciar unas vistas hermosas, también pasaba por la casa de Lu-chan.

Me paré enfrente de su casa.

Yo- Lu-chan, te encontraré. Aunque sean años estaré buscándote todo el tiempo necesario.- cerré el puño y solo saqué el dedo índice y pulgar, y alcé mi mano.

Al terminar seguí con mi camino y como iba despistada me choqué con alguien, los dos caímos al suelo de inmediato. Me levanté antes que aquella persona y le ayudé. Se le habían caído algunas hierbas y frascos, pero estos no tenían ni una sola grieta.

Cuando se levantó me dio las gracias, cogió las cosas y se fue. Llevaba una capa por lo que no pude ver si era mujer o varón.

No le dí importancia y seguí mi camino.

Después de varios minutos llegué y le pedí algunas hierbas a Porlyuska, pero me dijo que ya no le quedaban muchas por lo que no podía dejarme nada.

Me cerró la puerta aún con la duda de si me podía dar cualquier otra cosa. Decidí que sería mejor volver a l residencia y volver algún otro día a ver si habría un poco más de suerte.

De camino a la residencia me puse a pensar si lo de aquel individuo y las hierbas, y si también había ido a Porlyuska en busca de hierbas y frascos?

Nah, no puede ser, solo Porlyuska me da a mí hierbas.

No les da a nadie más, a menos que...

Pero no pude seguir pensando porque recibí un fuerte golpe por la parte superior del cráneo.

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Qué ha pasado?

Se encontrará Levy bien?

Quién será ese individuo?

Lo descubriréis en los próximos capítulos.

Nos leemos en el próximo capítulo. Corto y fuera.

T.G.04

Mi vida como D.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora