AGOSTO
Acababa de verse con Bruno, había solucionado el desastre que había hecho con su cabello, pero se había negado a teñirlo, tendría que encontrar la manera de convencerlo, pero de momento se había rendido, él estaba demasiado furioso con el sacrilegio que según él había hecho al trasquilárselo como para además premiarla tiñéndolo y arruinarlo aún más, era un dramático.
Se quedó fría cuando salió del ascensor y en la puerta de su casa estaba ella con su rubia cabellera cayendo en cascada con un zapato de tacón y una escayola en una de sus piernas, cuando escuchó el taconeo de sus zapatos Pauline se giró, tenía una expresión sombría que denotaba mucha angustia, lo único que le faltaba es que ahora a ella le diera por culparla por el rompimiento de su compromiso, no estaba definitivamente para reclamos de mujeres.
-¿Qué haces aquí Pauline? -La interrogó dura, Pauline tragó saliva.
-Fran me contó acerca del portero que recibe sobornos para dejar pasar- Rebecca arqueó sus cejas.
-Sí creo que llegó el momento de quejarme, esta situación se está tornando repetitiva. ¿Qué quieres Pauline? Si vienes a culparme de tu rompimiento te digo que no tengo nada qué ver en eso, Matt nunca te quiso y ya deberías aceptarlo.
-No vengo para eso Rebecca- Rebecca arqueó sus cejas metiendo la llave en su puerta- Vengo para hablar de Fran.
-No tengo nada que hablar de François contigo.
-Pues yo sí- Rebecca entró a su casa y Pauline sin ser invitada empezó a moverse con dificultad en sus muletas, eso la hizo sentir pena por ella, acaba de pasar por una situación difícil y aun así se aventuraba a buscarla.
-Mira Pauline, no quiero ser grosera, sé por lo que has pasado- le señaló su escayola- pero no sé si sepas que ya no tengo nada con François, así que puedes estar tranquila.
-Justamente de eso quiero hablarte, Fran te necesita- Rebecca soltó el aire, era realmente inaudito que François recurriera a Pauline para seguir con sus hostigamientos, primero porque sabía que ambas no se llevaban bien y segundo porque había que ver a esa mujer para entender que no andaba en condiciones de ser su mensajera.
-Él no me necesita y en todo caso si lo hiciera tú no tendrías que estármelo diciendo, sino él.
-Pues no está en condiciones de decirte nada, no es fácil para mí venirte a pedir esto, más cuando luces un bronceado fabuloso que te dejaron tus vacaciones, mientras él anda...- Pauline suspiró- En fin, la cosa es que si alguien lo puede sacar de su miseria eres tú, yo ya hice todo lo que pude, pero esta vez está peor que la vez pasada.
-No sé de qué me estás hablando Pauline, pero sí François está en una miseria no soy yo quien lo puso en ese estado, deberías buscar a Marie Keller.
-¿A Marie? ¿Y para qué voy yo a buscar a esa?
-Pues para que saque a tu amigo de su "miseria".-Pauline hizo un gesto de confusión y Rebecca soltó el aire notablemente irritada, esa situación era absurda- Ah, sé que anda con tu hermano,- dijo a manera aclaratoria- pero también anda de zorra con tu amigo, así que a mí sácame de eso.- Pauline suspiró e hizo un ademán con una de sus manos.
-Sí, sí, es una salvaje, pero ella no es el tema, necesito que te vengas ya mismo conmigo y me ayudes con Fran.
-Yo no voy a ir contigo a ninguna parte y si no te molesta necesito descansar.
-¡Es bien sabido que eres una egoísta!
-¡Óyeme te callas! ¡No vas a venirme a insultar en mi casa!
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EL DÉCIMO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro3
RomanceEste es el tercer libro de una saga, el primero se llama "El Sexto Mandamiento", el segundo "El Octavo Mandamiento" y el cuarto "El Quinto Mandamiento". Rebecca sabe que no tiene nada: no tiene empleo, está a punto de perder su apartamento y el hom...