CAPÍTULO V

949 55 104
                                    


NOVIEMBRE


-¿De dónde conoces al señor LeNoir?-Jacob la miró incrédulo.

-Cariño no quieres hablar de lo que pasó entre nosotros, pero insistes con ese tema, me pondré celoso.

Rebecca quiso fruncir el ceño, pero debía mantenerse dulce, Jacob empezaba a desesperarla, no soltaba nada y ella se sentía perdiendo el tiempo, era increíble que hubiese estado más cerca de la verdad cuando era ella misma siendo la novia de François que ahora que le había invertido tanto tiempo a ese personaje y a ese hombre.

-Sólo es curiosidad.

-Pero parece haberte llamado la atención. -Ella se le acercó jugándose sus cartas y le tocó la solapa del traje con un dedo y con su mano se aventuró por tocarle el cabello.

-Me gustan los pelinegros de ojos azules.- Eso pareció agradarle al pavo real, pues se sonrió como si estuviese encantado.

-¿Eso quiere decir que LeBlanc no te gusta?

-Eso quiere decir que me interesa saber sobre ti- ella se mordió levemente su labio provocándolo y él la miró hipnotizado, necesitaba que soltara sus nexos con la petrolera, necesitaba conectar a su padre con Jacques LeBlanc, ella había visto los chats y los mails, sólo necesitaba pruebas irrefutables, ver qué habían conseguido de este lado con el proyecto pro Siria.

-¡Oh Julieta!- Él se le acercó dispuesto a besarla, pero ella bajó su cabeza en un gesto tímido fingido, que le daba cierto espacio- ¿Por qué estás tan esquiva?

-Ya te dije tú sigues muy casado. -Ahí estaba desviándose del tema, él siempre lo conseguía- De hecho es mejor que te vayas.

-Pero Julieta.

-Jacob, no soy ese tipo de mujer, ya te dije que aquello no debió de haber pasado, sólo me dejé llevar- y por primera vez le decía la verdad a ese hombre, se dejó llevar por la rabia, por las ganas que tenía de devolverle a François un poco de su miseria, había sido algo estúpido, pero tendría que lidiar con eso.

-Vamos nena- él tocó sus labios- no digas eso, sabes que estoy mal con mi mujer y que tú eres más mi mujer que ella.- Rebecca lo miró incrédula y soltó el aire, por lo menos podía permitirse ese espacio de molestia.

-¡Vete!- Le señaló la puerta.

-¿Por qué no me crees? ¿Qué tengo que hacer para que me creas?- Darme lo que quiero, pensó Rebecca, sin embargo no podía ser tan descuidada, debía decir lo que una mujer como esa diría.

-Divórciate. -Aunque desde luego no era algo que Rebecca deseara, todo lo contrario Jacob sería un estorbo.

-Nena, ahora que soy el candidato que el partido va a lanzar al congreso no puedo permitirme un escándalo de esa magnitud, no te imaginas las cosas que tuve que hacer para frenar fotos sobre lo que pasó entre los dos en esa fiesta.

-¡Ah! ¡¿Yo soy un escándalo?!- Suspiró haciéndose la airada- Definitivamente vete Jacob.

-No fue lo que quise decir.

-Fue exactamente lo que quisiste decir.

-Te daría el mundo entero si me lo pidieses.

-Te pedí menos que eso y no lo haces. Además ni siquiera podemos tener una conversación, me interesaba en tus amigos y me saliste con tus celos.- Él movió su cabeza.

-No puedes culparme, LeBlanc tiene la fama de conquistador y vi cómo te miraba.- Ella torció los ojos.

-No me miraba de ninguna manera Jacob, a duras penas crucé un par de palabras con ese hombre y todo fue sobre ti, por eso me causó curiosidad de dónde le conocías porque me pareció verlo a él en ese evento de motos al que me invitaste en septiembre.

EL DÉCIMO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora